Análisis

Innovación, impacto económico y relevancia internacional, las ventajas de la nueva Agencia Europea del Turismo a la que opta Canarias

La crisis económica y de salud pública provocada por la COVID-19 golpeó frontalmente a la industria turística global. Una nueva realidad marcada por los cierres de fronteras, las cancelaciones masivas y tras ello, el silencio. En Canarias, zonas normalmente muy concurridas como Los Cristianos o Playa del Inglés, se transformaron en paisajes desoladores, imágenes que apuntalaron las bases de una necesidad estructural del sistema económico de Canarias, la imperante urgencia de reformar el modelo turístico de masas.  

A la par, la estructura de gobernanza europea también se enfrentaba a una crisis sin precedentes en unos de los motores económicos del continente, con la consecuente respuesta institucional. Así, el 25 de marzo de 2021 el Parlamento Europeo adoptó una resolución sobre el establecimiento de una estrategia europea para el turismo sostenible. Si bien este movimiento responde a una situación coyuntural e imprevista, una de las revelaciones pandémicas ha sido la falta de capacidad de las instituciones europeas para gestionar, apoyar y renovar sus modos industriales turísticos. Tanto es así que, en dicha resolución, la Eurocámara solicitó la creación a medio plazo de una Agencia Europea para el Turismo. Esta propuesta ha sido muy bien acogida por el resto de las instituciones, así como por las partes interesadas, entre ellas, los gobiernos regionales de las zonas más turísticas de la UE. 

El pasado 30 de agosto el Gobierno de Canarias acordaba la presentación formal de su candidatura para albergar la nueva agencia, cuyo cargo presupuestario estaría derivado del próximo Marco Financiero Plurianual. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, mostró su apoyo ante la propuesta canaria, dando un empujón a un proceso de competencia entre múltiples regiones europeas. Si bien las competencias y funciones de la futurible Agencia Europea del Turismo están por esclarecerse: ¿qué beneficios trae consigo para el territorio seleccionado?

Impacto económico, relevancia internacional y a la vanguardia

En primer lugar, se debe tener en cuenta que el establecimiento de una agencia ejecutiva europea implica una inversión en capital humano. Por un lado, se produciría trasvase de personal altamente cualificado desde Bruselas hacia el nuevo organismo. Además, sería necesaria la contratación de personal adjunto para realizar labores administrativas, logísticas y de mantenimiento, entre otras. Todo ello con su consecuente movilización de fondos, incremento de la inversión y mejora del atractivo comercial de las zonas adyacentes al nuevo organismo. Una capa de pintura que Canarias necesita urgentemente tras la combinatoria de la crisis económica y la situación humanitaria de miles de personas migrantes atrapadas en el archipiélago durante 2020. 

Por otro lado, ser la sede de la primera agencia de turismo en Europa atañe una responsabilidad y un reconocimiento internacional que podría situar a Canarias en portadas a lo ancho del globo. Hoy Canarias es una región que, con alrededor de 2,1 millones de habitantes, recibe cada año a 15 millones de turistas. Tal y como se puede observar en el gráfico, según los datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC), el archipiélago recibió una media de 1.300.000 personas al mes durante el 2019. Todo ello se traduce en que la población flotante a lo largo de un año es siete veces superior a la población fija de las islas. 

La cruda realidad es que, con estos datos, muy difícilmente se puede hablar de turismo sostenible. Esto podría indicar que, de ser seleccionada como región líder del turismo europeo, se priorizará una estrategia innovadora para la promoción turística de Canarias. 

En línea con la resolución del Parlamento Europeo, bajo la nueva estrategia de turismo, los Estados miembros desarrollarán sus planes a nivel nacional y regional, estableciendo los marcos generales para la inversión de los fondos Next Generation EU en este sector. En la práctica, esto supone una inversión en proyectos que diversifiquen este ecosistema industrial, apostando por una mayor digitalización y una drástica reducción del impacto medioambiental de la actividad.

Teniendo en cuenta todo esto, si el archipiélago canario resulta finalmente seleccionado para albergar la Agencia Europea del Turismo, daría comienzo una etapa de transformación profunda de las economías isleñas, marcada por el aumento de la inversión, la visibilidad de la región y la innovación en los modos de explotación.