Poltergeists
Este fin de semana he sido testiga atónita de una oleada de fenómenos paranormales en televisión. Más increíbles que cualquier reportaje de Iker Jiménez; más espeluznantes que un primer plano de Carmen de Mairena; más inquietantes que los resultados del PP en la Comunidad Valenciana; más desconcertantes que el final de 'LOST'… Juzgad vosotros mismos.
Mientras se disputaba la final de la Champions, zapeando descubrí que en Intereconomía habían tirado de estrellato -en un vano intento por hacer algo de audiencia-, llevando a Carmen Lomana a comentar los resultados electorales y otras cuestiones de actualidad política en ‘Más se perdió en Cuba’. Carmen Lomana, esa señora que lo mismo analiza la realidad socio-económica como que anuncia hamburguesas, como que ejecuta un perfecto cha-cha-cha, como que alterna con Alaska y Mario, como que reeduca a chonis soeces. Lomana, vetada por Telecinco y desacreditada por los “pandilleros juveniles” de ‘Sálvame’, ya no sabe qué hacer para salir en la tele. Me da miedo pensar en cuál será el siguiente paso en este absurdo empeño por convertirse en la Belén Esteban clase jet set.
Segundo susto: acaba la Champions. El zapping en la TDT es muy limitado, con tanta morralla, así que me veo abocada al canal vidente y descubro a Sandro Rey y me pregunto cómo he podido sobrevivir todo este tiempo sin él. Si googleas Sandro Rey la sugerencia de google, después de “vidente” es “Sandro Rey estafador”. No hay más que oír sus predicciones para pensar que ahí puede haber un timo. No sólo no da una, sino que además se autoproclama líder de audiencia, a lo Napoleón. El programa de TV3, APM?, ya se hizo eco de la presunta engañifa en su sección 'El defensor de l'espectador'.
La supuesta estafa la adorna con pequeñas performances: coreografías de Chimo Bayo con una bola de cristal, planos creativos, escobas de brujo tuneadas… Todo es poco para una audiencia que se deja los cuartos para que Sandro Rey les aconseje y les de suerte a la vez que triunfa en el business con su productora “Los brujos de la nueva era”. Tiembla, Fábrica de la tele... Las personas que llaman, todo hay que decirlo, son en su mayoría mayores, están desesperadas o enfermas o claramente bajo los efectos de los opiáceos. Pero el “brujo-artista y productor” –según su perfil público de Facebook-, esta suerte de clon de Mario Vaquerizo de las tinieblas, no tiene ningún reparo en cobrar 1,18€ el minuto por cantar números de la suerte como si fuera un niño de San Ildefonso. El negocio también incluye su web, en la que regenta una teletienda esotérica y expende diplomas que tienen la misma validez que un hipotético “Curso CCC de magia potagia”, ya que no es Gandalf quien certifica su garantía, que tengo entendido que es la máxima autoridad en magia blanca.
Programas que parecen reposiciones y reposiciones que desafían la lógica
¿Aún no tenéis miedo? Pues resulta que a la misma hora y en La Siete repetían la gala de ‘Supervivientes’. Eso asegura la pantalla de la tele, pero yo creo que no, que en realidad estoy viendo una reposición de 'LOST'. Veo a un señor mayor poseído por la isla, diciendo que los cocos son de la isla y ella decide quién los coge. ¿Es John Locke? No, es Toni Genil, que como siga pasando hambre, acabará convirtiéndose en el humo negro y arrasará los Cayos Cochinos, la palapa y todo lo que se ponga por delante. Creo que la verdadera trasgresión que necesita 'Supervivientes' no es que lo presente Jorge Javier; es mandar a Toni Genil a un islote él solo y que podamos asistir a su transformación, en prime time.
El domingo, cuando ya casi había conseguido reponerme de la thriller night decidí comprobar que no había soñado que en la 1 volvían a emitir ‘Pretty Woman’. Tuve que pellizcarme cuando vi a Julia Roberts en la escena del desayuno con mítico fallo de raccord -primero croissant, luego tortita- para asegurarme de que no era una pesadilla.
Pero el verdadero susto me lo he dado hoy en vertele!, al ver las audiencias de anoche y comprobar que, por decimoquinta vez, 'Pretty Woman' lo peta en tv: 19% de share, 3.500.000 espectadores. Quiero pensar que, como en las elecciones, cada año se incorporan nuevas generaciones de espectadores que aún no la habían visto, si es eso posible dado que llevan quince años colándonosla. Pero resulta que en 2009, cuando se emitió por decimotercera vez, también fue vista por 3.500.000 de personas. ¿Serán los mismos? ¿Esos que son incapaces de renunciar a verla una vez más? Deben de ser un poder fáctico, un equipo de programadores en la sombra. Es por culpa de ellos que todos los años podemos disfrutar de greatest hits como 'Tienes un e-mail', 'Regreso al futuro', 'E.T.', 'Grease', 'Karate Kid', y un largo etcétera. Ahora lo entiendo todo. Bueno, y que este año era la primera vez que la daban sin publi (gracias). Pero sigo teniendo miedo, mucho miedo...
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