El hijo rebelde de Ortega Cano, y la 'pixelada' Andreíta, protagonistas del corazón
La esquizofrenia mediática es una enfermedad que padecen muchos famosos, entre otros, la primera familia monegasca: mientras que Carolina o recientemente su hija Carlota se enfrentan a la prensa rosa y se indignan porque no les gusta que su vida salga en las revistas, Estefanía y sus hijas posan sonrientes para GALA, una especie de versión francesa del HOLA, que reproduce en España el reportaje. Como es lógico, la presencia de la princesa y las pequeñas Pauline y Camille en una portada del corazón tiene como consecuencia inmediata que la mayoría de los programas del género recogen el tema y de paso cuentan en imágenes la azarosa vida y milagros de la hermana pequeña de Alberto. El festival, de archivo, es barato y tiene morbo. Y en la tele, gracias a la percha que les proporciona Hola, y a pesar de una cifra tan poco redonda como los 47 años que cumple Su Alteza Serenísima, asistimos a una abundante exhibición-bombardeo, al recuerdo de su vida. Sí, la glamurosa princesa es hoy alimento low cost para presupuestos televisivos low cost.
La vemos de pequeña con papá Rainiero y mamá Grace, de adolescente, con el collarín después del accidente que mató a su madre y cambió para siempre su sonrisa. Por supuesto, el servicio de documentación no nos priva de su época rebelde, más larga que un año sin pan: su equilibrista, su guardaespaldas y su domador de elefantes aparecen junto ella, más joven, vestida de payasa o micrófono en mano, cantando de vergüenza ajena, con estética ochentera. La entrevista, la de Hola, es un canto al amor y al buen rollito: que sus hijas son lo más para ella, que a los padres de las niñas los adora y todo eso. Por supuesto, a las niñas, entre que están posando por voluntad de mamá y que son extranjeras, no se les pixela, aunque sean menores.
En cambio, a Andreíta, la niña de Belén Esteban, sí le tapan la cara. Por cierto, que a quienes tengan la fortuna de poder comparar unas revistas con otras les recomiendo que hagan una comparativa de píxeles, a ver quién tiene mejor estilo tapando caras. DIEZ MINUTOS, por ejemplo, lleva a la niña a su portada, junto a su padre. Pero como las fotografías no son posadas y Andreíta no ha cumplido aún ni 13 añitos, nos ocultan en parte, como marca la ley, la carita de la pequeña. Sí, es un personaje de portada sin jeta, o sólo con la parte de debajo de la cara. En los pixeles de Lecturas y Hola podemos completar toda la cara, que viene tapada según la publicación. Para compensar, en Diez Minutos tenemos a papá Jesulín. Nos lo sacan al lado de su hija. La cara es de caérsele la baba, con una sonrisa muy natural. Eso sí, el de Ubrique está muy tierno pero llevaba un año y medio sin ver a la peque…
Y más niños en Diez Minutos: la revista saca también en portada, como llamada, al hijo mayor de Ortega Cano. A éste se le puede sacar aunque no seas el Hola porque el chico ya tiene 18 años. La noticia es que, según la publicación, le han expulsado del colegio por hacer pellas. Su padre, dicen, está “disgustado” y “decepcionado”. Lo que le faltaba a ese señor después de la racha que lleva.
El reportaje pintoresco de la semana está protagonizado por Norma Duval, ex vedette y vendedora semi profesional de exclusivas y demás reportajes semi comerciales. En esta ocasión, estamos ante el clásico reportaje de famosa en decadencia que posa junto a unos leones, cocodrilos y jirafas y demás criaturas en un safari que, suponemos, le ha pagado un dinero para que pose y las fotos salgan en las revistas (Diez Minutos y Hola). Es una especie de intercambio simbiótico: el safari se deja una tela con el caché de Norma (unos 6.000 euros la mañana, más gastos varios), las revistas mandan a sus fotógrafos (o el safari regala las fotos) y llenan unas páginas con las insólitas imágenes, Norma sonríe, amadrina leones, coge bichos en brazos, incluido un caimán y, en lugar despreciar a la prensa, se muestra receptiva a preguntas del tipo de: “¿Echas de menos a tu hermana Carla?”. Y nosotros nos tragamos el tema con gran regocijo, sin plantearnos lo poco que nos importan el cocodrilo, la señora o ese safari, pero olvidando por unos momentos todos nuestros problemas. Y, tal vez, sólo tal vez, algún día alguien vaya al safari y se deje la pasta, y diga: aquí estuvo Norma, en un día soleado, pero con un sombrero ruso, de piel de oso, que de verlo dan ganas de bailar el kasachof, una muy conocida polka tradicional rusa. Agotadora.
SEMANA, tal vez sin querer, une en su portada a Letizia con la palabra comodín. Aunque ambos elementos están ahí por distintas causas (lo de comodín es por un concurso), la cuestión es que la Princesa es siempre un buen comodín para sostener una portada. Su imagen, icono permanente de nobleza y moda, es además low cost: es una portada que ahorra mucho dinero y a menudo funciona, de cara a las ventas, mejor que las carísimas exclusivas. Como ya hemos contado con el caso de Estefanía y su vida de archivo, nuestra futura reina rellena a muy bajo coste una gran número de páginas porque, cada vez que reaparece (o sea, todas las semanas) con un vestido nuevo, se comenta; si lo repite, se comenta… Y además nos encanta. Semana lo hace muy bien y en esta ocasión despliega todo su cuché: fotografían a la ex periodista en la isla de El Hierro junto a su marido, o en la recepción del cuerpo diplomático (donde por error saltó la anécdota de que el representante de El Congo le negó la mano durante el saludo), luego recorren una vez más sus trajes, de rebajas, y rematan con un cuidado y elaborado reportaje en el que descubrimos (y vemos) que algunos trajes de Su Alteza se pueden comprar on line y rebajados al 50% en felipevarela.com.
También de rebajas, pero en esta ocasión a pie de calle, pero a pocas páginas de distancia a Isabel Sartorius. La ex de Felipe de Borbón estuvo de shopping por la Milla de Oro madrileña. La hija del marqués de Mariño sigue trabajando en Espejo Público y eso, según la revista, hace que a sus 47 años se sienta realizada, aunque parece ser que se encuentra soltera y sin novio.
Para novios, los que salen en el reportaje que Semana dedica a las bodas 2012, otro excelente ejemplo de relleno asequible y tratado con buen oficio: con la percha de la inminente boda de la heredera de Inditex, Marta Ortega, y el jinete Sergio Álvarez, la publicación nos recuerda con texto ligeros e imágenes de archivo muy bien escogidas que en este año tienen planes de casarse, además de la gallega de Zara, Britney Spears y Jason Trawick, Matthew McConaughey y Camila Alves, Kate Hudson y Matt Bellamy, Justin Timberlake y Jessica Biel, Anne Hathaway y Adam Shulman, Drew Barrymore y Will Copelman, Halle Berry y Olivier Martinez y… ¡Kiko Rivera y Jessica Bueno! Hay que decir que esta última pareja chirría un poco aquí…
Pero la mejor página de Semana es la que titulan “El drama de Demi Moore: hospitalizada por consumir sustancias mientras Asthon Kutcher, su ex marido, estaba de fiesta en Brasil”. Me encanta.
LECTURAS, que también utiliza a Letizia como comodín, puede competir con Diez Minutos por el premio “Pixel de la semana”. Andreíta, la hija de Belén Esteban, ha sido pixelada aquí de perfil, con lo cual, se complementa bastante bien con la otra revista y, entre unas y otras, podemos vislumbrar si la jovencita se parece más a papá o a mamá. Pero lo mejor de Lecturas esta semana no es nada de esto. Tenemos, una vez más, la muy recomendable carta del director, y tertuliano de La Primera junto a Mariló Montero, Luis Pliego, que ha reducido ostensiblemente el tamaño de su fotografía. En esta ocasión y por su indiscutible interés, reproduzco en su totalidad el texto (es imprescindible llegar hasta el final): “Angelina Jolie ha vuelto a reinar en una gala del cine, la del Sindicato de Actores. Forma con Brad Pitt la pareja ideal, una familia numerosa y multicultural cercana a la perfección. Sin embargo, queremos reivindicar a Jennifer Aniston, expareja despechada del padre de los hijos de Angelina. A pocos metros de donde Brangelina mostraban su amor, Aniston posaba con su actual pareja, Justin Theroux. Jennifer es mucho menos exótica y solidaria que su sucesora, pero es el fiel espejo en el que nos miramos todos aquellos que algún día perdimos el amor”. Se me saltan las lágrimas.
Sobre este blog