Aida Bao toma el mando de Cintora en 'Malas lenguas': “Las etiquetas son ruido, no deberían condicionar nuestro trabajo”
Malas lenguas inicia este lunes 4 de agosto su etapa veraniega con Aida Bao, que asume el mando de Jesús Cintora durante la primera quincena del mes. Un relevo al frente del magacín de actualidad que se produce por primera vez desde su estreno en RTVE, y que la periodista gallega afronta como “un privilegio y un honor”.
Así lo afirma “la elegida” en una entrevista con verTele realizada días antes de su gran estreno, y en la que Bao deja claro su objetivo durante las dos semanas que va a ocupar la silla de Cintora tanto en la emisión de La 1 en sobremesa como en la de La 2 por la tarde. “Mi intención es mantener el alma del programa exactamente igual que hasta ahora”, expresa la periodista, consciente de que Malas lenguas tiene el sello de su presentador principal y que sus estilos son diferentes.
La presentadora, rostro de Cadena Ser y a la que hemos visto colaborar ya en La hora de La 1, promete experiencia, profesionalidad y trabajo para una oportunidad de lo más importante en su trayectoria. Una fórmula por la que también apuesta cuando le cuestionamos por la etiqueta con la que nació el programa de Cintora, de aquellas voces que le acusan de ser “portavoz” del “Sanchismo”: “Las etiquetas son inevitables, pero lo importante es que tu trabajo hable por ti”, afirma Aida Bao, que considera que todo lo que hay “alrededor” es “ruido que no debería condicionar nuestro trabajo”.
Ante un contexto de tanta actualidad política y polarización, y con el acoso a la reportera de Malas lenguas a Esther Yáñez en Torre Pacheco reciente, también preguntamos a la nueva presentadora del programa como vive un señalamiento ante el que propio Jesús Cintora ya reaccionó en directo semanas atrás: “Puede que haya señalamientos, que haya críticas, halagos y respuestas por parte de la gente que nos está viendo, porque al final es un trabajo que está expuesto públicamente. Pero no debemos dejarnos llevar por lo que digan unos u otros, sino dedicar ese tiempo tan valioso en que los contenidos estén lo mejor trabajados posible para llegar al directo”, zanja.
Aida Bao (@aidabaopena) toma las riendas de @MalasLenguasLa2 desde el lunes como relevo estival de @JesusCintora.
— RTVE Comunicación y Participación (@RTVE_Com) July 31, 2025
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¿Cómo se fraguó tu fichaje por 'Malas lenguas'? ¿Sabes si ha sido elección de la cadena, de la productora o del propio Jesús Cintora?
Surge por sorpresa. Todavía no he sido capaz de averiguar de qué mente ha salido esta idea, pero estoy muy agradecida. Mi idea es investigarlo, lo que pasa es que de momento no soy capaz de que nadie suelte prenda (ríe). Lo que sí te puedo contar es que un día me llamaron los compañeros de La Osa Producciones y me lo propusieron, me gustó mucho la propuesta, pedí permiso a la Cadena SER que es mi empresa, cuadramos todo y ahora empezamos con todo.
¿Cómo se siente al recibir esa llamada y estar al frente de un reto profesional como este, el de liderar 'Malas lenguas' en verano?
Se recibe con mucha alegría, ya que afrontar un reto como este es un privilegio y un honor. Al final es un programa ya muy asentado dentro de la parrilla de RTVE y ahora se trata de responder con toda la profesionalidad que tenga a mi alcance para que el formato continúe tan sólido como hasta ahora durante el mes de agosto.
¿Por qué crees que te han elegido a ti? ¿Qué han visto en tu perfil periodístico que case con el espíritu de 'Malas lenguas'?
Me imagino que es una mezcla de elementos distintos de mi perfil profesional. La parte del esqueleto, que es la información, yo estoy todo el día trabajando con ella. Me dedico a presentar informativos, por lo que la parte de dirección, visión, enfoque, trascripción de noticias, enfrentarse al directo e improvisar he podido trabajarla y sigo trabajándola mucho en la radio. Y después tengo un perfil más audiovisual porque he pasado por la tele. He estado en laSexta como reportera de directos, haciendo videos informativos, programas en la Televisión de Galicia y desde hace unos meses me han hecho un hueco como analista en La hora de La 1. Digamos que la parte de directo y de información está en la radio; y la parte más audiovisual, de enfrentarme al plató y expresarme en directo, la tengo de la tele. Quiero pensar que fue una combinación de factores.
'Malas lenguas' es un programa muy asociado a la figura de Jesús Cintora. ¿Es algo que te impone más respeto a la hora de afrontar esta etapa como presentadora?
Por supuesto. Malas lenguas es un programa con su cuño totalmente, porque además en este caso él también codirige, por lo que tiene una parte más personal aparte de presentar. Es un reto, pero lo afronto con ganas. No obstante, pienso que de alguna manera, durante las dos semanas que presente yo el programa, los espectadores notarán cierta diferencia porque a nivel personal no todos los seres humanos somos iguales ni todos los profesionales trabajamos de la misma manera. Pero mi intención es mantener el alma del programa exactamente igual que hasta ahora, que haya mucha información, que haya mucho análisis y también entretenimiento y humor. Malas lenguas va a seguir siendo lo que es, pero la parte más personal de tú a tú entre presentador y espectador cambiará esa relación durante las dos semanas que presente yo.
Hablabas de humor, que es una parte clave del programa desde su origen. ¿Cómo lo llevas?
Tengo curiosidad.Tenemos un equipo fantástico de guion y también de humoristas que llevan el peso de esa parte del programa. Mi implicación y la de Jesús, al fin y al cabo, es la de darles pie para que ellos puedan jugar a arrancar una sonrisa a quien está al otro lado de la pantalla. Me parece que destensar un poco un formato de tanta actualidad puede venir bien, y más en un mes de agosto.
'Malas lenguas' va a seguir siendo lo que es
'Malas lenguas' tiene actualmente doble ventana, primero en la sobremesa de La 1 y luego en La 2. ¿Crees que al magacín le sienta bien? ¿Cómo lo has estado viendo desde fuera?
Para los que somos frikis de la política y la actualidad, nunca es suficiente, ¿no? Cuantas más horas, mejor (ríe). Esto le ha dado a Malas lenguas un impulso muy grande. Son dos ventanas distintas, con dos grupos de audiencia también distintos, en horarios diferentes... Creo que la apuesta por los programas informativos demuestra que hay un interés en la información, cosa que me parece positiva. Al final, de alguna manera, la población o la audiencia lo que te está diciendo es que cuando le das información y análisis, y más teniendo en cuenta que la actualidad ahora mismo es inabarcable, es porque hay una demanda de ese análisis.
¿Crees que más allá de esta etapa de tanta actualidad informativa, el futuro de 'Malas lenguas' sigue pasando por La 1 con esa doble ventana, o piensas que La 2 es la cadena adecuada para el programa?
Ambas franjas encajan perfectamente y lo estamos viendo. Pero lo que venga después dependerá del futuro, de las decisiones que tome dirección y los que hagan los análisis de audiencias. Mi papel aquí es presentar el programa y tratar de que el producto tenga la misma calidad que siempre.
¿Cuál es tu objetivo en 'Malas lenguas'? ¿Tienes ambición más allá de esta etapa veraniega y ves opciones de quedarte colaborando o alternando con Jesús Cintora a los mandos?
De momento no ha habido ninguna conversación, es muy prematuro. Primero vamos a ver estas dos semanas, que es en lo que estoy centrada ahora mismo, en que todo se hagan bien, en acostumbrarme a este formato y en verme haciéndolo. Porque, además, aparte de un reto y una responsabilidad, reconozco que también para mí es muy divertido, me ilusiona, y a partir de ahí ya veremos. Es muy pronto para empezar a pensar en el futuro cuando todavía ni siquiera hemos empezado la sustitución.
Las etiquetas son inevitables, lo importante es que tu trabajo hable por ti
Cuando el programa se estrenó, hace más de cuatro meses, ya preguntamos a Jesús Cintora sobre esa etiqueta que le acompaña de 'portavoz' de la izquierda y del 'Sanchismo', y él comentaba que lo único que prometía era trabajo. En tu caso, ahora que llegas al programa que también tiene esa etiqueta, ¿cómo vives tener que desprenderte del cartel para hacer periodismo?
Coincido con Jesús. Creo que lo importante es que tu trabajo hable por ti. Las etiquetas son inevitables, todos los periodistas que estamos expuestos públicamente las tenemos, pero no podemos dejarnos llevar por lo que digan los demás sobre nuestra labor como profesionales. Lo importante es que tu equipo y tú estéis contentos con el producto que ofrecéis y con cómo ponéis la información en antena, y por supuesto que la audiencia responda. Pero más allá de eso, creo que el resto es ruido y que no debería condicionar nuestro trabajo.
¿Te ha dado Jesús Cintora algún consejo? ¿Has podido intercambiar sensaciones con él antes de ponerte a los mandos de 'Malas lenguas'?
Sí. He tenido el placer de estar con él un rato, ha sido majísimo, muy amable, me ha dado muchos ánimos. Me consta que él también quiere irse un rato a descansar a la playa, así que volverá con el triple de fuerzas cuando termine sus vacaciones. Aquí la fórmula mágica es trabajar, formarse mucho, llevar muy amarrados los temas a antena y luego trabajar con un equipo muy grande que va a tener el detalle fantástico de continuar trabajando también durante el mes de agosto para ofrecer el mejor formato que podamos.
En las últimas semanas presenciamos lamentables episodios de acoso a periodistas en Torre Pacheco, y en concreto a tu compañera Esther Yánez, que tuvo que ser escoltada por la policía. En un momento en el que parece que no hay límites y que todo vale, ¿cómo se combate esto?
Se combate con información, y condenando públicamente los ataques a los periodistas. Da igual para qué medio trabajen; mientras sean periodistas, profesionales en la información que están tratando de contar lo que pasa en un lugar, esas personas merecen respeto y tienen el derecho y el deber de informar desde donde están. Y la persona que está recibiendo esa información, los espectadores, tienen todo el derecho del mundo a poder recibir esa información. No van a ser suficientes las veces que hay que condenar este tipo de ataques. Los informadores están trabajando y merecen respeto. El resto de la sociedad creo que tenemos el deber de defender a quien está tratando de trabajar simplemente.
En el contexto de estos ataques, Cintora señaló en directo que 'Malas lenguas' es un programa que no quieren que exista. ¿Cómo vives, ahora con un pie dentro, ese señalamiento diario a la televisión pública en general y a tu programa en particular?
Nosotros tenemos que mantenernos muy firmes en trabajar. Al final, todo lo que hay alrededor no es algo que deba influir ni condicionar nuestro trabajo. Puede que haya señalamientos, que haya críticas, halagos y respuestas por parte de la gente que nos está viendo, porque al final es un trabajo que está expuesto públicamente. Pero no debemos dejarnos llevar por lo que digan unos u otros, sino dedicar ese tiempo tan valioso en que los contenidos estén lo mejor trabajados posible para llegar al directo.
A día de hoy la columna vertebral de La 1 está compuesta, además de por los Telediarios, por el tridente 'La hora de La 1', 'Mañaneros 360' y 'Malas lenguas'. ¿Casa con tu idea de lo que debe ser una televisión pública?
Me parece que es muy buena noticia que una televisión pública esté apostando por espacios informativos o por espacios en los que se trata de estar informando 24/7. Esto demuestra que, de alguna manera, la población también demanda ese tipo de contenido, y creo que es muy bueno para una sociedad en la que, ahora más que nunca, los bulos y la desinformación campan a sus anchas en las redes sociales.
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