Montoya rechaza las críticas por su “personaje” en 'Supervivientes' y Anita explica su físico: “Tuve efecto rebote”
Para Montoya y Anita, el paso por Supervivientes 2025 ha sido todo un proceso de transformación personal tras la tormentosa participación de ambos en la octava edición de La isla de las tentaciones que Telecinco emitió con éxito a comienzos de año. La pareja apenas tuvo tiempo de enlazar la emisión de un reality -grabado unos meses antes- con el arranque de otro, que aprovechó el tirón de ambos en audiencias para seguir exprimiendo su historia ante las cámaras.
Sin embargo, la aventura de ambos en los Cayos Cochinos de Honduras ha dejado un resultado algo dispar. Para el sevillano, Supervivientes 2025 ha sido la constatación de la sobreexplotación que Mediaset ha hecho del 'fenómeno Montoya' -con el joven monopolizando el prime time de Telecinco- y de un incremento en las críticas hacia el andaluz, reconocidas incluso por Jorge Javier Vázquez, por “forzar el personaje” para dar espectáculo. Para la catalana, ha sido la oportunidad de darle la vuelta a la mala imagen que dio durante La isla de las tentaciones, con el público conociéndola y empatizando más con su historia.
En un encuentro con los medios al que acudió verTele junto a los otros dos finalistas, el ganador Borja González y el segundo clasificado Álvaro Muñoz Escassi, Montoya y Anita responden a las críticas y polémicas que han protagonizado durante su estancia en el reality: “Yo creo que soy así, ya lo he demostrado. (...) Yo soy así, mi 'arma', soy intenso para bien o para mal. De cero a cien paso en un segundo”, defiende el robinson, rechazando cualquier acusación de forzar su personalidad ante las cámaras para dar el espectáculo. “Yo doy fe de que en una hora quieres separarte de él”, le respalda enseguida su compañero Borja.
Por su parte, Anita ha querido contestar a los espectadores que han puesto en duda las condiciones de alimentación que ha tenido en Supervivientes por la notoria diferencia en la transformación física que ha vivido ella respecto al resto de concursantes. La robinsona reconoce ser consciente de estos comentarios y alude a un posible problema médico y a la estabilización emocional que ha tenido en Honduras para dar explicación a su cambio: “Cuando comencé a estar feliz, empecé a comer. Al final, la gente tiene efectos rebote fuera, pues yo lo tuve dentro. Me hinché a cocos y a almendras”, aclara la joven, que desvela que se hará pruebas médicas para confirmar su estado de salud.
¿Qué fue lo primero que hicisteis el martes según se apagaron los focos tras la final?
Escassi: Yo no te lo puedo contar. [Risas].
Montoya: Yo ver a la familia, que no me esperaba que vinieran. Los echaba muchísimo de menos. He pasado toda la noche con ellos, de risas, de cante, baile, flamenco... Esto es lo que más echaba de menos.
Anita: Yo tengo que decir que no he dormido nada. He estado toda la noche con mis amigos y mi familia. Y esta mañana he videollamado a mi hijo porque tenía muchas ganas de verlo.
Borja: Yo ver a mi hijo, que me dijeron que estaba en Valencia y cuando llegué al hotel estaba allí y me dio una sorpresa. ¡Ah! Y comerme una palmera de chocolate que me trajeron. La verdad es que no he dormido ni un minuto porque me puse a ver vídeos de la final. Es que yo estaba como en una burbuja y no me enteré de nada de lo que pasó. Y ya viendo los vídeos como que volví a la realidad un poco.
¿Qué ha sido lo más duro de vuestro paso por Supervivientes?
Borja: Para mí, yo creo que los diluvios. Luego una semana que pasamos los cuatro juntos que no teníamos nada de comida y lo notamos en la energía. ¡O sea, esa semana fue malísima! Las discusiones también, con la falta de comida y tal, ha sido duro. Menos la última semana ha sido todo muy, muy duro. Más de lo que parece en televisión.
Montoya: Al final, lo más duro depende de cada uno. A nivel individual, cada uno ha vivido su concurso y, en mi caso, lo más duro quizá ha sido algunas sensaciones difíciles en la convivencia. Quizá el sentir a veces, yo que sé, que no todo vale. Yo que sé... Eran sensaciones raras. Pero creo que al final la palabra Supervivientes lo dice: superarse día a día y superar las durezas del programa. Porque es duro desde que te acuestas hasta que te levantas.
A lo largo de estos meses, ¿os planteasteis en alguna vez en abandonar?
Borja: Yo sí. Para mí lo más duro fue la incomunicación y al principio del todo sí que me venía a la cabeza esa idea. Al principio del todo me venía la idea de abandonar. [Piensa]. Igual no de abandonar porque decía: 'No soy capaz de abandonar'. Pero sí de decir: 'No voy a aguantar'.
Montoya: Yo he de decir que sí, en las primeras semanas creo que fue, después de Playa Misterio. Ahí entré también en un bucle porque era un shock y me lo planteé. Pero creo que me agarré bien, al final esto es una oportunidad que pasa una vez en la vida. Como decía, la palabra 'superviviente' es superarte y creo que había que ser valiente. Les debo la vida por haber decidido no abandonar, porque esto es un sueño.
Anita: Yo creo que muchas veces, cuando llegas al límite y no puedes más, pues se te pasa por la cabeza y lo dices: “Yo me voy de aquí”. Pero luego lo piensas y dices: “¿Cómo me voy a ir? O sea, no, yo he llegado hasta aquí y me quedo. Hasta que Dios quiera y la audiencia quiera echarme”.
¿Un personaje? Yo soy así, mi 'arma', soy intenso para bien o para mal. De cero a cien paso en un segundo
Montoya, ¿pensabas que ibas a ganar?
Montoya: Yo no pensaba en ello. Lo pensaba mucha gente, mis compañeros haciendo apuestas...Pero mira, yo soy 'der Betis manque pierda' siempre, hijo mío, y yo no he ganado ni un bingo. Yo nunca gano nada, pero yo he ganado ya. Simplemente, con el superarme en mi parte emocional, el premio lo gané hace tiempo. La forma en la que me he superado, el no salir de un sitio e ir a otro, el ser yo mismo... Yo creo que ese es el mayor premio y estoy agradecido de haber llegado al final.
Se te ha criticado de forzar el personaje y de hacer el show de cara al público. ¿Qué respondes ante eso?
Montoya: Eso lo llevo escuchando mucho tiempo, en el otro concurso también. Yo creo que soy así, ya te lo he demostrado. Si quieres, nos vamos ahora de cañas y acabarás con la cabeza loca también. Yo soy así, mi 'arma', soy intenso para bien o para mal. De cero a cien paso en un segundo.
Borja: Yo doy fe de que en una hora quieres separarte de él. [Risas].
Montoya: Pa' bien o pa' mal, soy así...
¿Quieres seguir en televisión? ¿Qué te gustaría hacer en televisión si decides continuar?
Montoya: Yo, mi 'arma', no sé ni qué voy a hacer dentro de media hora. Yo quiero comerme ahora un plato de puchero, que lo echo de menos. Yo qué sé, la vida va pasando y no sé lo que me deparará. Yo creo que vendrán cosas bonitas. Uno tiene que seguir con su esencia, pero no sé lo que vendrá.
Cuando comencé a estar feliz, empecé a comer. La gente tiene efectos rebote fuera, pues yo lo tuve dentro. Me hinché a cocos y a almendras
Anita, tras tu paso por Supervivientes, ¿crees que la gente ha cambiado la imagen que tenía sobre ti respecto a La isla de las tentaciones?
Anita: A ver, yo siempre he tenido muy claro lo que soy y quién soy. ¿Sabes? En La isla de las tentaciones se mostró a una Anita, que no dejo de ser yo, pero sí que es verdad que no se mostraron todas mis facetas. Entonces yo creo que en Supervivientes la gente me ha podido conocer al 100% para lo bueno y para lo malo. O sea, aquí defectos tenemos todos, ¿eh? Todos. Al final, me he desnudado sentimentalmente, lo he dado todo, he luchado, me he superado diariamente... Y creo que al final eso es lo bonito, ¿no? Que cuando das el 100% de ti, pues es que la gente te conoce por cojones.
Anita, en las últimas semanas muchos espectadores han cuestionado las condiciones de alimentación en las que estabais cada uno de vosotros en la isla por la diferente transformación física que habéis experimentado. ¿Quieres responder o aclarar algo al respecto?
Anita: Yo sabía que esta pregunta iba a llegar en algún momento. A ver, de momento yo tengo mi teoría, ¿vale? Es verdad que vendrán pruebas médicas, porque quiero hacérmelas para ver si tengo, yo qué sé, una bacteria como dijo el médico, y qué bacteria es para poder tratarme. Pero es verdad que yo, desde enero hasta que entré, que fue en marzo, lo pasé muy mal, muy mal, durante la emisión de La isla de las tentaciones. O sea, fatal. No comía nada. Nada es nada. Comía batidos de proteínas y adelgacé una barbaridad. Que a ver, eso está muy mal, porque la tristeza no de puede pagar con la comida, dejando de comer.
Hay gente que se hincha [a comer], pues yo no, yo tengo ese problema, ¿sabes? Es un problema que pensaba que ya se había pasado, pero sale cuando peor estás. Entonces me fui a Honduras y pude hablar con este señor [señala a Montoya] todas las horas que quería y tal. Y empecé a volver a quererme, ¿sabes? O sea, a decir: “Coño, tía, que eres de otra forma”. Que es que me perdí hasta yo y no me reconocía ni yo. Y cuando empecé a estar feliz, pues empecé a comer. Al final, la gente tiene efectos rebote fuera, pues yo lo tuve dentro. Pues me hinché a cocos y a almendras, que me he comido toda la playa.
Anita y Montoya, habéis estado en La isla de las tentaciones, en la isla de El Conquistador y ahora en la de Supervivientes. ¿Cuál de las tres islas es más dura?
Anita: Uff, depende de cómo lo mires. Las tres son muy duras.
Hay gente que pone en duda la parte de supervivencia de Supervivientes, diciendo que la supervivencia real es la de El Conquistador. Vosotros, que habéis estado en ambos formatos, ¿qué opináis?
Anita: Es que es muy distinto, porque Supervivientes son casi cuatro meses, pero es que las pruebas del otro reality también eran muy duras. Pero yo es que volvería a repetir Supervivientes. O sea, a mí me dicen “quédate un mes más y no tienes un hijo” y me quedo ahí en Honduras, eso sí, sin comer coco que lo he aborrecido.
Montoya: Yo la verdad que no me quedo. Yo digo ya, hago desde aquí un llamamiento al mundo, que yo quiero ir a la montaña ya. Yo ya de islas, ni una ni otra. O sea, se acabaron las islas, nos vamos al interior, a Extremadura que se está muy bien, o a mi tierra, o a mi otra tierra en Asturias... Yo pediré consejo a la gente, pero ya no, ya no hay más islas. Ya de verdad, que es muy bonito todo, pero no.
Anita, Montoya, ¿cómo diríais que está vuestra relación tras vuestro paso por Supervivientes?
Montoya: Yo creo que la relación está bien. Hemos tenido conversaciones, ha dado para mucho y destacaría la superación y el crecimiento que hemos tenido. Todo tiene sus cosas, con lo bueno y lo malo de lo que se ha vivido, pero creo que me quedo con lo positivo. En mi caso, ha sido perdonar, olvidar, respetar y ya está. Yo ahora mismo necesito mi tiempo, creo que ella también. Pero mi relación más importante con ella es el cariño que le tengo, que me tiene, y yo qué sé... No me cierro a nada, pero creo que necesito mi tiempo y ella también.
Nunca me habéis visto hacer un show, creo. Yo soy así, soy tranquilo, no soy un showman, soy más reservadete
Álvaro, en tu caso se te ha criticado por el perfil bajo que has mantenido durante todo el concurso, sin dar el show que se esperaba de una persona como tú que lleva tantos años en la tele. ¿Tú te has visto así?
Escassi: Bueno, yo creo que nunca me habéis visto hacer un show, creo. Entonces yo soy así, soy tranquilo, no soy un showman, soy más reservadete, soy muy tímido... Di que no, eso es mentira. Pero que no soy de montar show, nunca me habéis visto montar un show, ni enfadarme, ni creo que nunca salió una imagen mía en un reality enfadado, ni nada.
¿Te has quedado triste porque te has quedado muy cerca de ganar?
Escassi: No, no, estoy superfeliz, estoy superfeliz. Te juro que estoy superfeliz. He quedado segundo en algún programa más y estoy superfeliz de haber quedado segundo. Y además estoy superfeliz de que haya ganado Borja.
¿Y descartas por completo participar en septiembre en el nuevo All Stars de Supervivientes?
Escassi: Bueno, la vida me ha enseñado a mi edad que nunca digas “de esta agua no beberé”. Nunca se sabe.