Palomo Spain “presentó” a sus padres en 'Mis Raíces', y habló de las críticas en su infancia
Mis Raíces, el formato de entrevistas personales conducido por Isabel Jiménez, ofreció la noche de este jueves su cuarta entrega en Cuatro. El protagonista fue Palomo Spain, y aunque no funcionó bien en audiencias, permitió conocer más al diseñador y modista, e incluso a sus padres.
Trasladándose junto a todo el equipo a Córdoba, concretamente a Posadas, la periodista habló con Norberto Gómez, el padre de Palomo Spain, que bromeó con que ya desde pequeño sabían que “futbolista no iba a ser”, ni deportista; explicando que siempre tuvo una sensibilidad especial y por ejemplo le interesaba el arte más que el deporte.
Sus padres lo tenían claro: “Sabíamos que futbolista no iba a ser”
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Su madre, Manoli Palomo, añadió cómo su gusto por la moda empezó ya entonces, cuando pasaba las horas en el negocio familiar y le decía a las clientas que iba a diseñarle su traje de novia. “De novia, y siempre zapatos, bolsos, pendientes... con todos los accesorios”, recordó la mujer.
Los padres de Palomo Spain son imprescindibles en su vida personal y profesional
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Más ampliamente, Isabel Jiménez charló con el propio Palomo Spain sobre cómo recuerda su infancia, y el diseñador y modista habló de las críticas por esos gustos y su homosexualidad: “No he sido un chico que haya sufrido mucho. Por supuesto, de pequeño, al haber sido diferente, he recibido todo tipo de críticas. Pero he tenido una personalidad tan fuerte siempre que me ha dado igual”.
Palomo Spain, que acaba de anunciar que deja Maestros de la costura, prosiguió: “Me he sentido un poco por encima de todo. Yo siempre he ido por la vida un poco levitando. Y he tenido lo típico que te llamaban 'marica' en el instituto, por supuesto. Pero no tengo la sensación de haber sido un chico apaleado, para nada”.
Pese a ello, y al innegable apoyo y comprensión de sus padres desde la absoluta normalidad, el diseñador reconoce que tenía ansias por salir: “Sí que quise huir de aquí como loco en cuanto pudiese. De adolescente. Yo a los 16 ya me fui a vivir a Córdoba, que ya era un pequeño cambio. Y a los 18 ya me fui a vivir a Londres”. De hecho, al llegar a la capital británica sintió que por fin estaba en su sitio: “Tuve la suerte que el primer día que llegué, mi primera residencia, estaba en el sitio más moderno de Londres en ese momento. Salí a la calle, vi a la gente, y dije: 'por fin estoy en mi sitio'. Estaba fascinado y enamorado”.