Eurovisión

Más presión sobre Bélgica: 170 artistas y personalidades piden un boicot a Eurovisión por la presencia de Israel

Las televisiones públicas belgas VRT y RTBF siguen recibiendo críticas desde diferentes ámbitos de la sociedad por mantener su apoyo a Eurovisión en lugar de retirarse como forma de protesta por la participación de Israel. Después de que varias asociaciones y sindicatos trasladaran su queja al Gobierno del país, ahora son 170 artistas y personalidades de la cultura quienes piden a estas dos cadenas que sigan el ejemplo de RTVE.

“Durante años, el gobierno israelí ha utilizado importantes eventos artísticos y culturales con fines propagandísticos, buscando distraer la atención de su régimen de ocupación, colonización y apartheid contra el pueblo palestino”, dice el manifiesto que han respaldado todas estas firmas destacadas de la sociedad belga, entre ellas la actriz Yolande Moreau, el documentalista Thierry Michel, el rapero Scylla, la humorista Florence Mendez y el actor David Murgia.

Los firmantes critican que “Eurovisión permite a Israel mantener la ilusión de ser una democracia occidental moderna y ejemplar, y así ocultar con mayor facilidad sus actos criminales”. Y esto, según dicen, “constituye una grave violación de las obligaciones éticas y morales de las televisiones públicas”.

La cadena VRT (que emite en la Comunidad Flamenca de Bélgica) sí ha expresado en multitud de ocasiones su rechazo a la participación de Israel. En cambio, desde RTBF se ha mantenido una posición mucho más complaciente con los intereses de la Unión Europea de Radiodifusión (UER).

En el manifiesto, publicado por el periódico La Libre, también se rechaza el planteamiento de los organizadores de Eurovisión en su intento por defender el sentido apolítico del festival. “Afirmar neutralidad y manifestar su deseo de no instrumentalizar el arte, como afirma la UER, resulta inaudible dada la naturaleza marcadamente política de la decisión de aceptar la participación israelí. Como patrocinador oficial del concurso, la emisora pública israelí KAN depende directamente del gobierno israelí, cuya propaganda nacionalista y militarista difunde con asiduidad”, expone.

Los autores del manifiesto sostienen que “el arte y la cultura pueden ser poderosas oportunidades para tender puentes entre los pueblos y promover la paz, siempre que se aborden desde una perspectiva humanista, fraternal y universalista”. Pero “estas condiciones no se cumplen en el caso de la participación de Israel en Eurovisión”, recuerdan, ya que el escenario del festival “brindará” al Gobierno de Netanyahu “la oportunidad de mejorar su imagen y facilitará la brutal eliminación del pueblo palestino bajo su control”.