“El 90% del éxito en TV consiste en prever lo que NO funcionará”
Merrill Heatter es un reputado creador, productor y distribuidor de concursos de televisión americanos. Ganador de cuatro Emmys, ha desarrollado a lo largo de su carrera más de 30 programas, entre ellos algunos de los más populares de la TV estadounidense como “Celebrity Game”, “Battlestars” y “All Star Blitz”.
Heatter también participó en la puesta en marcha del exitoso “Wheel of Fortune” (“La Ruleta de la suerte”). Recientemente, su productora ha vendido los derechos de todos sus formatos a Sony Pictures Television.
¿Cuál es, en su opinión, el mejor quiz show de todos los tiempos?
Los programas siempre son un producto de su tiempo. “The $64,000 Question” en los años 50 fue la mejor idea que se ha pensado para un quiz show. Lamentablemente, después resultó que la única forma de hacer que esa idea funcionase era “amañándolo”. En otras palabras, dando las respuestas a los concursantes. Creo que el mejor quiz show (concurso de preguntas y respuestas) de todos los tiempos es “¿Quién quiere ser millonario?”. Tomaron como idea “The 64,000 Question” y se propusieron hacerlo de una manera legal. Todo lo que añadieron fue para mejorarlo, demostrando la importancia que tiene la honestidad en este negocio.
¿Y cuál cree que ha sido el mejor concurso de entretenimiento de todos los tiempos?
“La Ruleta de la fortuna”, “Jeopardy” y “The Hollywood Squares” (este último creado por mí) siempre puntúan alto en cualquier encuesta que se haga sobre esta cuestión. Y los espectadores siempre tienen razón. Como decía Billy Wilder: “Como individuos, el público puede ser muy idiota, pero juntos, son genios”.
¿Qué elementos debe tener todo concurso para ser un éxito?
Tiene que ser divertido de ver y divertido de jugar con él. El público debe ser algo más que un espectador. En este sentido, el objetivo es conseguir que el grado de implicación de los espectadores en el juego coincida al máximo con el de los concursantes. Cuanto más lo consigas, mayor será el éxito.
Obviamente, siempre tratas de dar con ese concepto o elemento que no se haya visto nunca antes, que atrape la imaginación del público. Lo que buscas es que, cuando vean tu programa, participen en una “sensación de descubrimiento” que creará un fenómeno boca-oreja. Recientemente, he desarrollado un concurso de prime time que no requiere habilidad ni conocimiento. Es un diabólico juego mental lleno de decisiones, engaños y sopresas cardíacas. Los espectadores no estarán testándose a sí mismos, como ocurre con los concursos, pero estarán jugando cada segundo. Creo que tenemos entre manos un elemento diferente. Este trabajo supone un reto mayor cada año.
De todos los programas que ha creado, ¿cuál es el que más le ha sorprendido hasta ahora?
He creado y producido más de 30 programas. “The Hollywood Squares” (“Tres en raya”, “VIP noche”) fue un éxito rotundo que se puso de moda y atrajo a los famosos más cotizados del cine y la TV. La primera de las tres grandes sorpresas fue venderlo. Había sido rechazado ya una vez por las tres grandes cadenas. Una vez vendido, yo estaba convencido de que sería un éxito rápido. Sin embargo, durante más de dos meses, mi socio y yo veíamos como naufragaba. Esa fue mi segunda sorpresa, y muy deprimente. Cuando ya estábamos a punto de rendirnos, de repente, el programa comenzó a despegar, la audiencia aumentaba cada semana hasta que se convirtió en el espacio de daytime más valorado en la NBC. Había conseguido consolidarse gracias a un positivo efecto “boca a boca”.
En España, los concursos de entretenimiento en prime time eran muy populares a mediados de los años 90. Sin embargo, con el auge de la telerrealidad y la ficción, en los últimos años este género se ha visto desplazado del horario estelar, hasta el punto de que casi todos los intentos de las cadenas por consolidar un concurso en prime time han fracasado. ¿Tiene esto que ver con el público español o es una tendencia global?
En Estados Unidos, hay algunos pocos concursos de prime time que han funcionado razonablemente bien, pero en el periodo al que tú te refieres, sólo DOS concursos han sido un fenómeno de audiencia, cada uno por valor de cientos de millones de dólares. Me estoy refiriendo a “¿Quién quiere ser millonario?” y “Deal or no deal” (“¡Allá tú!”), en el que no se requieren conocimientos.
Creo que el hecho de que los concursos no funcionen en prime time no es tanto una tendencia como un hecho real. La competencia es cada vez más grande y más fragmentada. Para dar el campanazo, tienes que tener una buena idea, realizarla bien, producirla fantásticamente, con un buen casting y que, además, la programen en un horario que no sea el Triángulo de las Bermudas. Si el público español se resiste a los concursos en prime time, mayor es mi motivación para dar con un formato adecuado que lo consiga.
¿Cuál cree que es el horario más adecuado para emitir un concurso?
Uno siempre sabe cuando un concurso concreto es más apropiado para emitir en daytime o en prime time. Los game shows (concursos de espectáculo), como género, siempre han funcionado espectacularmente bien en todos los horarios. “La ruleta de la fortuna” y “Jeopardy”, que se emitían en daytime en los años 70 y 80, han sido también un gran éxito en el access prime time de la TV estadounidense. Recuerdo con placer cómo un longevo concurso que producíamos nosotros -“Gambit”-, llegó a empatar o superar a “La ruleta” y a “Jeopardy”, semana tras semana. Los concursantes ganaban tarjetas por cada respuesta acertada y la puntuación se basaba en el popular juego “Blackjack” (las “7 y media”). Ahora tenemos una versión actualizada de este concurso.
En la actualidad, los quiz shows (“La ruleta”, “El millonario”, “¡Allá tú!”, “Alta tensión”..) funcionan muy bien en el daytime de días laborables, pero no parecen rendir tan bien en fin de semana. En estos momentos, los que se emiten en sábados y domingos tienen una audiencia menor que los que se ofrecen de lunes a viernes. Incluso “La ruleta de la suerte”, que arrasa en días laborables, bajaba cuando se ofrecía en fin de semana. ¿Ocurre esto también en Estados Unidos?
Creo que es normal. La explicación podría estar en que la competencia por el mando a distancia se agudiza en los fines de semana, cuando todos los miembros de la familia están en casa. Si hay un partido de fútbol que quiere ver el marido, contra “La ruleta de la suerte” que le gusta a la mujer, adivina quién tiene las de ganar.
Desde su experiencia, ¿cuáles son los errores más comunes que se cometen a la hora de crear, producir o emitir un concurso?
Cada cierto tiempo siempre me preguntan cómo se me ocurren las ideas para concursos y mi respuesta es siempre la misma: “El 90% del trabajo consiste en saber lo que NO funcionará”.
¿Cuál es el secreto para que un concurso se mantenga incombustible durante años y años en la parrilla, como “Wheel of fortune”?
“Wheel of fortune” (“La ruleta de la suerte”) es el ejemplo perfecto de un concurso “amable con el espectador”. Al público le encanta pensar y testarse a sí mismo. Por supuesto que cualquier quiz show ofrece eso, pero no en la manera tan seductora en la que lo consigue un juego de palabras que resulta más fácil de adivinar con cada nueva pista. En “La Ruleta”, el espectador que juega desde casa se siente más listo y en un creciente estado de nervios al ir acercándose a la respuesta correcta con cada letra nueva que se añade al panel. Tiene un poder increíble para atraparte.
¿Cómo han influido los nuevos avances tecnológicos (SMS, interactividad, etc) en la producción de concursos?
Básicamente, en una puesta en escena mucho más cara… Los escenarios más complejos, la electrónica, los efectos…. Antiguamente lo único que necesitabas eran tres atriles y tres concursantes. Cuando un programa era cancelado, créeme que salvábamos los atriles.