Una vez aprobado el plan de reforma del sector audiovisual, el Consejo de Ministros autorizará en las dos próximas semanas la emisión en abierto de Canal +. El calor veraniego se espera que atenúe las críticas que procederán de los sectores más beligerantes: el club de los editores y los propietarios de los canales privados de televisión, que en algunos casos coinciden. Algunas fuentes apuntan al primer o al segundo viernes de julio. En cualquier caso, el Gobierno ya ha comunicado a los distintos operadores afectados su voluntad de autorizar la apertura de Canal Plus, atendiendo a la solicitud que formuló Sogecable el pasado mes de febrero. La nueva televisión, que se llamará seguramente La Cuatro, deberá enfrentarse a las reclamaciones que plantearán los dos operadores privados, Antena 3 y Telecinco, y los concesionarios de televisión digital, Veo TV y Net TV, que podrían impugnar la decisión del Ejecutivo. El mercado está lleno de rumores sobre el futuro de La Cuatro. ¿La salida al aire? Un día cuatro, posiblemente el cuatro de noviembre. Sogecable plantea de esta forma una salida más tranquila, a pesar de que ya lleva meses preparando la programación y la definición de nuevas plantillas de personal para atender las necesidades de la nueva cadena. El estreno en abierto de noviembre permite que La Cuatro no tenga que competir frontalmente con el inicio de temporada de los portaaviones consolidados de TVE, Antena 3 y Telecinco. ¿Las audiencias? De momento se conformarán con triplicar las actuales de Canal + en codificado. Los profesionales que están al mando del nuevo invento tienen una larga trayectoria en cadenas públicas y privadas de televisión. Elena Sánchez, Fernando Jérez y Leonardo Baltanás han tenido que medirse día a día con cuotas de pantalla muchos días de su vida. La actividad del equipo de contenidos de Canal Cuatro ha sido frenética: asistencia a mercados, reuniones con proveedores y productores, sondeos a presentadores y directores de programas, simulación de parrillas de programación, cartas de compromiso “de reserva de formato”. Como comentaba alguno de ellos, “es muy difícil trabajar con intensidad para un canal en abierto que aún no tiene autorización para emitir en abierto”. Todo es condicional, aunque todo es posible, pero los contactos se hacen con fecha de caducidad. Y necesitan concretarse. No obstante, el nuevo equipo directivo y buena parte de los programas de la nueva parrilla ya están definidos. Baile de cifras En el aspecto financiero, Sogecable ha intensificado en los últimos meses sus contactos con la banca de inversión para explicar sus planes estratégicos. Los directivos han mantenido encuentros con inversores como Citigroup y Cheuvreux, que parece que han creído en las proyecciones que hacen los ejecutivos de Sogecable. Algunos analistas hablan de revalorizaciones cercanas al 50% y en otros casos hablan incluso de que el valor se duplicará en dos años. Todas estas buenas recomendaciones se basan en la licencia de televisión en abierto, siempre y cuando se consiga una cuota media de pantalla superior al diez por ciento. ¿En qué se basan estas previsiones? Por ejemplo, en que Sogecable piensa facturar entre 250 y 260 millones de euros, un porcentaje que supone un 10% del actual mercado publicitario. Para ello cuentan en una buena acogida de su nueva programación, que llegará con facilidad a todos los hogares españoles porque ya tienen Canal + sintonizado en su dial. ¿Qué cuestiones hay que resolver? Entre otras, la satisfacción de los actuales clientes de Canal Plus que deberán migrar a Digital+ para seguir suscritos. Según un informe de Cheuvreux, Sogecable tenía en marzo 393.000 clientes en su servicio analógico. Desde entonces, la compañía ha contactado con cerca de 100.000 de ellos, a los que ha propuesto una promoción interna que permite el cambio a la plataforma digital por 25 euros al mes sin costes extra. Fuentes internas de Sogecable han contado a los expertos de Bolsa que el coste de migración por cliente se situaría entre 150 y 200 euros. De ellos, un 85% provendría de la subvención del descodificador y la instalación, y el 15% restante de otros servicios como el call center. ¿Qué pasará con los que no quieran migrar? Es previsible que decenas de miles de abonados no se acojan a esta opción con lo cual Sogecable se encontrará con la necesidad de forzarlos al cambio o cortarles al servicio por suspensión de actividad en analógico. En este caso se podrían encontrar con decenas de demandas por incumplimiento de contrato. La compañía prevé un éxito de transferencia de entre el 70% y el 80% de los 393.000 clientes citados con lo que el coste total llegaría a 62 millones de euros. La empresa insiste en que la migración podría hacerse a un ritmo de 50.000 usuarios al mes. El punto de equilibrio del nuevo Cuatro, según las estimaciones hechas por el equipo económico de Sogecable, se alcanzará en tres años con una cuota de audiencia del 10%. La empresa piensa gastar en programación150 millones de euros a los que sumará otros 25 millones por los gastos de otras actividades. Antena 3 TV y Telecinco, los principales competidores de Canal Plus, tienen un coste de programación entre 250 y 300 millones de euros.