María Teresa Campos: 'Nos hizo mucho daño cuando dijeron que fichábamos por TVE'
Mucho se está hablando de ‘Las Campos’. ¿En sus palabras, qué es exactamente?
Está todo inventado ya, incluso lo de Bertín, pero espero que se vea algo que ha pasado por nuestra personalidad, que no solo es un programa de entrevistas ni un reality, sino que todo gira en torno a un tema de interés. Además de realidad es docu-realidad. La diferencia que hay con otros programas es que la mayoría de estos formatos son sobre personas que tienen una singularidad, como por ejemplo Alaska y Mario a los que adoro.
Nosotras somos una familia más convencional, personas que llevamos muchos años trabajando y que mediáticamente no sé por qué siempre hemos despertado mucho interés en los medios y hemos intentado atenderlos a todos. Considero que es parte de mi trabajo que a la gente que me sigue le gustaba verme, y ahora me van a ver en un ámbito más personal.
¿Qué más vamos a descubrir de madre e hija que no sepamos?
Os recomendaría que vierais los dos capítulos porque uno es complementario del otro, ya que de lo que hemos grabado se han hecho dos programas. Lo que más puede sorprender son las reacciones que tenemos nosotras a diferentes cosas, porque mi hija y yo podemos tener algunas cosas parecidas o en común, pero también disentimos en otras.
Recientemente dijo que antes las críticas se hacían con estilo y elegancia; y ahora, en cambio, en la era de las redes sociales, estas son toscas y repletas de faltas de ortográficas. ¿Qué crítica le molestaría que les hicieran?
Lo que digo es que antes cuando te querían decir alguna cosa desagradable o insultarte era un anónimo que recibías tú. No te hacía gracia pero lo rompías y santas pascuas. Ahora lo que te llega es de personas desconocidas a la vista de todo el que lo quiera ver, ahora los anónimos son públicos, se tira la piedra y se esconde la mano. A veces se habla de las personas diciendo cosas que ves que jamás en su vida te han visto, pero yo siempre me quedo con el reconocimiento de muchísima gente. Luego la crítica es libre, naturalmente, pero siempre pido que se critique lo que se ve, no desde el prejuicio de si esa señora te gusta o no te gusta, sino de lo que se ve.
Jorge Javier Vázquez dijo que les iban a caer “palos hasta en el carné de identidad” en el programa...
Jorge me llamó por la mañana para decirme que había pedido por favor que le dejaran ver los programas y que estaba fascinado. Cuando pone en el artículo que nos van a dar palos es porque a él, que es el presentador más famoso de este país, es al que más palos le dan. Él sabe que pasa cuando algo despierta mucho interés mediático, y eso va en el precio de lo que uno hace. Todo lo que vale cuesta.
Si estás haciendo una cosa que tiene esa repercusión, que te demuestra el interés de tus compañeros por lo que haces y si encima tuviéramos la gran fortuna de que teniendo en cuenta el día que es y las olimpiadas la gente nos vea, tienes que aceptar también la parte negativa de que haya gente a la que no le guste.
Que haya gente a la que no le guste está bien, pero que al menos te vea una vez en su vida para saber que no le gusta. Eso lo acepto porque he convivido con eso toda la vida, y me han dicho cosas fantásticas y maravillosas, y también me han machacado. Lo que pido es que lo que yo no veo no venga nadie a decírmelo, porque para qué envenenarme con cosas de las que a los dos días no se acuerda nadie.
Jorge Javier Vázquez también alabó el formato y su valentía por aceptar la propuesta. ¿Tuvieron dudas de aceptar?
Jorge me adora y a Terelu más, y además el artículo es muy bonito, lo malo es que han sacado eso en la portada. Ha habido un momento en el que le he dicho que se ha pasado, lo de que es un programa de culto me ha hecho gracia porque son las ironías de él, y Jorge es así, original y expresivo, y de ahí su éxito, porque no es como nadie.
El proyecto desde el principio me cayó bien porque no era un reality puro y duro, de a ver qué hacemos, cómo nos levantamos, si discutimos o no discutimos. Esto es una cosa de amigos que nos reunimos, de cómo funciona la casa, de dónde vamos cuando salimos, de comer juntos, de invitar a gente conocida porque tenemos muchísimos compañeros famosos y muchos artistas que conocemos por nuestra profesión y que queremos que vengan.
Acabamos de empezar y en una fecha que cada uno está por ahí de vacaciones, pero se que hay muchos que van a venir porque ya me lo han dicho, si el programa continúa. Hice durante muchos años 'Apueste por una', que eran dos posturas sobre una cosa a discutir, y he hecho tantísimos temas sociales que importan sobre el mundo en que vivimos. En este caso, hay muchas cosas que se pueden discutir entre gente interesante, y luego dar pie en el plató a que eso se siga con expertos.
¿Son conscientes del interés que despiertan entre los espectadores?¿A qué diría que se debe?
No lo sé, en mi caso una de las cosas que más me dice la gente cuando me ve es que soy como de casa, y en ese sentido les he abierto mi casa también.
Una de las personas a las que ha abierto su casa es a Carlota Corredera, que además de aparecer en la entrega es también una parte importante dentro del formato presentando ¿Le molesta la idea de un debate posterior donde se comenten los programas?
Esto no ha sido propuesta nuestra, aunque siempre he tenido buena relación con Carlota. Cuando llegué a Telecinco lo primero que hice fue 'El Laberinto de la memoria' con Carlota como directora, tuvimos una conexión muy buena y es un programa que no olvidamos ninguna de las dos. A La Fábrica de la Tele, al director y al productor les pareció raro que si nosotras somos protagonistas de lo que se ve, seamos también las que moderemos el debate, que en definitiva trata sobre lo que hemos hecho nosotras. Me parece muy interesante y constructivo.
¿Se ve haciendo un “crossover” con Bertín Osborne, un 'Mi casa es la de Las Campos'?
No tengo ni idea, pienso en el programa que hago yo. Es como si le preguntas a él sobre el nuestro, no tiene nada que ver un programa con el otro. Anda que no he hecho yo cosas en la calle, en la casa y en todos los sitios, luego se trata de cada uno cómo hace las cosas. Él las hace muy bien y yo me alegro porque le quiero de siempre, pero lo que vamos a hacer nosotras no tiene nada que ver.
En la nota de prensa de presentación, usted comentaba que le atraía de este formato “la posibilidad de hacer algo nuevo cuando crees que lo has hecho todo”. Después de esto, ¿hay algo que le quede por hacer? ¿Se imagina otro desafío similar?
Esto me lo llevan preguntando como 25 años, y me lo tomo a broma. Me pueden quedar muchas cosas por hacer, porque yo siempre he hecho programas de día. He hecho algunas galas en TVE e incluso en Telecinco por la noche excepcionalmente, pero un programa como tal por la noche no, porque como siempre tenía mucho éxito por la mañana y por la tarde no me quitaban de donde estaba. En realidad hay muchas cosas que no he hecho, como las Campanadas.
¿Le gustaría darlas?
Bueno, me da risa, porque siempre he pensado que me parecía raro que nunca me hubiesen dicho de dar las Campanadas, pero no porque tenga un interés especial, porque me gusta pasar el Fin de Año en mi casa. Pero si me preguntas qué me queda por hacer, me queda eso y El Tiempo.
Hacer he hecho bastante y al igual que a los actores les retira el público y las empresas, en esto también. En mi caso hay una tercera cosa que me retiraría, el público, la empresa y la salud, y mientras que estos tres aspectos estén bien, pues esto te llena la vida y no te hace pensar en que el tiempo ha pasado muy rápido.
Hace unas semanas se habló del posible fichaje de su hija Carmen Borrego como directora de '¡Qué tiempo tan feliz!', posteriormente la productora Mandarina lo desmintió. ¿Qué hay de cierto en eso?
Me llamó un periodista muy conocido para decirme que le estaban llamando comentándole que sabían eso con un 70% de fiabilidad. Les dije que no lo publicaran porque no es verdad, y lo publicaron porque les dio la gana. Con mi hija Carmen he trabajado mucho, muy bien y he sido muy feliz.
Es una gran directora y productora, pero esto concretamente no es cierto. ¿Quién se inventa una cosa de esas hasta el punto de convencer para que lo publiquen? También dijeron que Terelu y yo estabamos puestas en el registro de TVE porque habíamos ido, y eso nos hizo mucho daño. Esto no pasa nada porque a Carmen le da igual, pero en su día el titular era que queríamos huir de Telecinco. Yo no sé los años que hace que no pongo un pie en TVE, y Terelu lo mismo, y cada uno tiene que ser serio en su trabajo.
Para finalizar, le queríamos preguntar sobre la batalla matinal, de el que usted fue reina durante muchos años. Desde la distancia, ¿cómo ve el panorama actual en las cadenas? ¿Ha cambiado mucho? ¿Se imagina volviendo a las mañanas?
Me despierto con 'El programa de AR', me levanto sobre las 8 y hago tiempo para ponerlo, y veo fundamentalmente el primer debate y los sucesos. Luego me pongo a hacer cosas y veo un ratito a Emma. También me gusta ver 'Cámbiame', ya cuando voy cerca de la comida. Va muy bien el programa y a la gente de distintas edades le gusta. Es una franja muy importante porque es la que va antes del Telediario. Yo hacía ahí el debate político, y aunque eran otras épocas, cuando el tema de la Guerra de Irak llegué a 3 millones de espectadores. Eso es lo que echo de menos, mi debate político.
¿Se ve volviendo?
Claro, pero tendría que ser eso nada más.