Bonitos parques, sí señor

No han aprendido de su Excelencia, José Manuel Soria, los mandamases de la villa de Ingenio, donde cogobierna el PP. En Las Palmas, durante su mandato, su jefe pintó de verde el césped, mandó adecentar fachadas y medianeras, plantó unos arbolitos, hizo unos cuantos parques infantiles... y pasó a la posteridad. Lástima que luego descubriéramos todos que lo hizo a costa de endeudar al Ayuntamiento por los siglos de los siglos. Pero, en fin, millones a la mar. En Ingenio, decíamos, sólo han aprendido de lo malo, y tienen los parques patas arriba, igual que las cuentas. El parque de la fotografía es el de Las Majoreras Norte, con los adoquines tirados como si aquello fuera Bagdad, y la yerba creciendo sin control. Se llevaron los bancos hace más de un año alegando remodelación, y ni rastro, oiga. Algo más lejos, en la subida a La Pasadilla, en el parque del Ratiño, centro de recreo para asaderos y demás actividades de asueto, todo está destrozado: el vallado en el suelo, los bancos y mesas en mal estado, los braseros destruidos.

No han aprendido de su Excelencia, José Manuel Soria, los mandamases de la villa de Ingenio, donde cogobierna el PP. En Las Palmas, durante su mandato, su jefe pintó de verde el césped, mandó adecentar fachadas y medianeras, plantó unos arbolitos, hizo unos cuantos parques infantiles... y pasó a la posteridad. Lástima que luego descubriéramos todos que lo hizo a costa de endeudar al Ayuntamiento por los siglos de los siglos. Pero, en fin, millones a la mar. En Ingenio, decíamos, sólo han aprendido de lo malo, y tienen los parques patas arriba, igual que las cuentas. El parque de la fotografía es el de Las Majoreras Norte, con los adoquines tirados como si aquello fuera Bagdad, y la yerba creciendo sin control. Se llevaron los bancos hace más de un año alegando remodelación, y ni rastro, oiga. Algo más lejos, en la subida a La Pasadilla, en el parque del Ratiño, centro de recreo para asaderos y demás actividades de asueto, todo está destrozado: el vallado en el suelo, los bancos y mesas en mal estado, los braseros destruidos.