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Contraataque de la guardia presoriana

Ya metidos en campañas de imagen, agitación y propaganda, una de las especialidades de la vía soriana que nos atosiga, qué decirles de la que están montándole a la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria, que según el folleto explicativo embuchado este fin de semana en los periódicos locales de papel, es la leche misma. Vamos que Scotland Yard o el FBI son auténticos cuerpos de aficionados. El folleto, con profusión de datos y de fotos (de cinco, Soria y la sargento Rodríguez aparecen en tres) viene a coincidir con un momento no especialmente brillante de la Policía Local, no sólo por las actuaciones de algunos de sus miembros (denuncia falsa por agresión al presidente de la comunidad palestina, por ejemplo), sino también por decisiones de los jefes políticos del cuerpo, Soria y Rodríguez. Se niega el Ayuntamiento de Soria (provincia de Las Palmas) a entrar en el invento de la coordinación de las policías locales, embrión de lo que será ?más tarde o más temprano- guanchancha nuestra. Y negarse a eso es tanto como decir que el delito y sus consecuencias acaban en el límite del municipio. Por ponerles un ejemplo: si un changa le aplica un tirón desde un coche y se da a la fuga, la Policía Local de Las Palmas no puede perseguirlo, por ejemplo, hasta Telde, porque sencillamente a la altura de Jinámar han de darse media vuelta e iniciar unos engorrosos trámites burocráticos para que los guindillas teldenses se hagan cargo del asunto.

Ya metidos en campañas de imagen, agitación y propaganda, una de las especialidades de la vía soriana que nos atosiga, qué decirles de la que están montándole a la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria, que según el folleto explicativo embuchado este fin de semana en los periódicos locales de papel, es la leche misma. Vamos que Scotland Yard o el FBI son auténticos cuerpos de aficionados. El folleto, con profusión de datos y de fotos (de cinco, Soria y la sargento Rodríguez aparecen en tres) viene a coincidir con un momento no especialmente brillante de la Policía Local, no sólo por las actuaciones de algunos de sus miembros (denuncia falsa por agresión al presidente de la comunidad palestina, por ejemplo), sino también por decisiones de los jefes políticos del cuerpo, Soria y Rodríguez. Se niega el Ayuntamiento de Soria (provincia de Las Palmas) a entrar en el invento de la coordinación de las policías locales, embrión de lo que será ?más tarde o más temprano- guanchancha nuestra. Y negarse a eso es tanto como decir que el delito y sus consecuencias acaban en el límite del municipio. Por ponerles un ejemplo: si un changa le aplica un tirón desde un coche y se da a la fuga, la Policía Local de Las Palmas no puede perseguirlo, por ejemplo, hasta Telde, porque sencillamente a la altura de Jinámar han de darse media vuelta e iniciar unos engorrosos trámites burocráticos para que los guindillas teldenses se hagan cargo del asunto.