Dos estrellas de ATI

Esta semana las dos estrellas de ATI han salido de paseo por Las Palmas y el resultado ha sido escandaloso. Adán Martín, hablando de macroeconomía, nos ha situado en las coordenadas del reciente editorial publicado por este periódico bajo el título Adán y Unelco. No quisimos decir algo que perfumaba su actuación en Vilaflor, pero nos temíamos lo peor. Tampoco elevamos a definitiva la conclusión ahora pese a la demoledora aportación económica, ya habitual, de nuestro colaborador Ramon Efe, como le llamamos en esta casa. Pero nos volvimos a temer lo peor. La pregunta es inevitable. ¿Es este candidato a vicepresidente un bluff? Este mismo jueves, en un periódico de papel de Las Palmas, la periodista Carmen Merino entrevistaba a José Miguel González, ya saben, al que cariñosamente todo el mundo conoce como Pelo Pincho. Y el hombre se enfrentó a una profesional que le exigía respuestas que no daba. Y salió fatal. Lo contrario de la entrevista de la radio, donde Adán salió bastante bien por lo cariñoso del entrevistador de peluche.

Esta semana las dos estrellas de ATI han salido de paseo por Las Palmas y el resultado ha sido escandaloso. Adán Martín, hablando de macroeconomía, nos ha situado en las coordenadas del reciente editorial publicado por este periódico bajo el título Adán y Unelco. No quisimos decir algo que perfumaba su actuación en Vilaflor, pero nos temíamos lo peor. Tampoco elevamos a definitiva la conclusión ahora pese a la demoledora aportación económica, ya habitual, de nuestro colaborador Ramon Efe, como le llamamos en esta casa. Pero nos volvimos a temer lo peor. La pregunta es inevitable. ¿Es este candidato a vicepresidente un bluff? Este mismo jueves, en un periódico de papel de Las Palmas, la periodista Carmen Merino entrevistaba a José Miguel González, ya saben, al que cariñosamente todo el mundo conoce como Pelo Pincho. Y el hombre se enfrentó a una profesional que le exigía respuestas que no daba. Y salió fatal. Lo contrario de la entrevista de la radio, donde Adán salió bastante bien por lo cariñoso del entrevistador de peluche.