Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
La fusión de BBVA y Sabadell acentúa la falta de competencia bancaria
Culto al líder, presiones y control en el taller de guión de Ramón Paso
OPINIÓN | 'A paladas', por Antón Losada

Gas no, pero molinos sí

De nuevo es Madrid, y más concretamente el Ministerio de Medio Ambiente, el que ha tenido que salir para imponer un poquito de cordura en el panorama energético canario. Incapaces de producir en años un Plan Energético Regional; incapaces de sacar adelante un concurso eólico limpio como limpias son las energías renovables; incapaces de tener en perfecto estado de revista una red eléctrica que no se caiga con la primera ventolera del año, nuestras autoridades reciben un nuevo varapalo por una de sus operaciones estrella, la implantación del gas. Dice Madrid que no hace falta que se esfuercen mucho, que con Kioto ya cumplimos, pero que sí que es bueno ir buscando alternativas al fuel, y antes que en el gas, en las energías limpias: el viento y el sol, para ser más precisos. Mientras, en el Sureste, los inquietos alcaldes siguen trabajando en mentalizar con argumentos su posición contraria a una central regasificadora en tierra que ponga en peligro tantísimas cosas por cubrir las ambiciones de unos pocos.

De nuevo es Madrid, y más concretamente el Ministerio de Medio Ambiente, el que ha tenido que salir para imponer un poquito de cordura en el panorama energético canario. Incapaces de producir en años un Plan Energético Regional; incapaces de sacar adelante un concurso eólico limpio como limpias son las energías renovables; incapaces de tener en perfecto estado de revista una red eléctrica que no se caiga con la primera ventolera del año, nuestras autoridades reciben un nuevo varapalo por una de sus operaciones estrella, la implantación del gas. Dice Madrid que no hace falta que se esfuercen mucho, que con Kioto ya cumplimos, pero que sí que es bueno ir buscando alternativas al fuel, y antes que en el gas, en las energías limpias: el viento y el sol, para ser más precisos. Mientras, en el Sureste, los inquietos alcaldes siguen trabajando en mentalizar con argumentos su posición contraria a una central regasificadora en tierra que ponga en peligro tantísimas cosas por cubrir las ambiciones de unos pocos.