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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

Un lópez se inhibió; el otro quería marcha

El proceso ha tenido sus luces y sus sombras y poco a poco nos vamos enterando de algunos elementos que pueden ser clarificadores. Por ejemplo, de la reunión que el 8 de junio celebraron en Madrid, concretamente en Interior, Antonio López, Cardona, el secretario de Estado, el presidente de Siep y la subsecretaria de Estado. Allí el delegado del Gobierno comunicó al Ministerio que, por un patente conflicto de intereses, debía inhibirse de la decisión de ubicar la cárcel en Roque Prieto. Ya saben que se trata del enfrentamiento entre su padre y Félix Santiago por la liquidación de las propiedades de mister Leacock en El Agujero (Gáldar). No se había inhibido meses antes el otro López, de nombre José Manuel Soria, cuando un grupo de empresarios que contaban con el aval de Mauricio, por la vía plateada, y del Puerto le propuso ir abriendo el campo de la especulación en La Isleta empezando por una cárcel. Para otros, se entiende. Luego vendrían las carreteras, los restaurantes, los hotelitos y rián pa'l puerto.

El proceso ha tenido sus luces y sus sombras y poco a poco nos vamos enterando de algunos elementos que pueden ser clarificadores. Por ejemplo, de la reunión que el 8 de junio celebraron en Madrid, concretamente en Interior, Antonio López, Cardona, el secretario de Estado, el presidente de Siep y la subsecretaria de Estado. Allí el delegado del Gobierno comunicó al Ministerio que, por un patente conflicto de intereses, debía inhibirse de la decisión de ubicar la cárcel en Roque Prieto. Ya saben que se trata del enfrentamiento entre su padre y Félix Santiago por la liquidación de las propiedades de mister Leacock en El Agujero (Gáldar). No se había inhibido meses antes el otro López, de nombre José Manuel Soria, cuando un grupo de empresarios que contaban con el aval de Mauricio, por la vía plateada, y del Puerto le propuso ir abriendo el campo de la especulación en La Isleta empezando por una cárcel. Para otros, se entiende. Luego vendrían las carreteras, los restaurantes, los hotelitos y rián pa'l puerto.