Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Sánchez impulsa una regeneración que incluye una reforma del Poder Judicial
La fumata blanca de Sánchez: cinco días de aislamiento, pánico y disculpas al PSOE
Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

Mentir hasta el final

Desaparecieron del mapa los dirigentes canarios del Partido Popular cuando la tormenta se convirtió en huracán y en la calle de Génova, en Madrid, un tifón levantaba todos los muebles y desvencijaba las puertas blindadas. José Manuel Soria había reservado doce invitaciones para el palco del Estadio de Gran Canaria y finalmente no aparecieron ni él ni sus invitados. No estaba el horno para bollos, y mucho menos después de ver en televisión a Ana Botella llorando. No lo hacía por la pena de tener que abandonar La Moncloa, ni por los abucheos mezclados con muchos vítores y aplausos, a los que ella y su señor esposo fueron sometidos en su colegio electoral. Le apenaba la forma que han tenido los populares de abandonar el machito. Pero Soria, que es un machote, se mantuvo firme hasta que pudo.

Desaparecieron del mapa los dirigentes canarios del Partido Popular cuando la tormenta se convirtió en huracán y en la calle de Génova, en Madrid, un tifón levantaba todos los muebles y desvencijaba las puertas blindadas. José Manuel Soria había reservado doce invitaciones para el palco del Estadio de Gran Canaria y finalmente no aparecieron ni él ni sus invitados. No estaba el horno para bollos, y mucho menos después de ver en televisión a Ana Botella llorando. No lo hacía por la pena de tener que abandonar La Moncloa, ni por los abucheos mezclados con muchos vítores y aplausos, a los que ella y su señor esposo fueron sometidos en su colegio electoral. Le apenaba la forma que han tenido los populares de abandonar el machito. Pero Soria, que es un machote, se mantuvo firme hasta que pudo.