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Nervios por la prórroga

Como les dijimos aquí el otro día, una de las primeras decisiones que va a tomar el consejo de administración de Televisión Canaria, ya con Santiago González como director general, será la de prorrogar un año más el contrato de suministro con la productora Socater, la sociedad montada en Canarias para dar cobertura isleña al grupo Prisa, al que se adjudicó la gestión del ente en aplicación de un modelo tan acertado que ya ha empezado a dar beneficios. La prórroga estaba pactada entre todas las fuerzas políticas presentes en el consejo de administración, pero una instrucción de Juan Carlos Alemán de última hora hizo que se retrasara: el dirigente socialista había dado órdenes a los suyos de abstenerse. Paco Moreno quería un acuerdo por unanimidad, y hasta esquivó su voto de calidad, con lo que el asunto se aplazaba diez días. Desconocemos los motivos por los que Alemán retrasaba un acuerdo que beneficia a Prisa, acuerdo que ahora apoya sin fisuras y contra el que nunca manifestó nada en público. Quizá nadie le llamó para pedírselo.

Como les dijimos aquí el otro día, una de las primeras decisiones que va a tomar el consejo de administración de Televisión Canaria, ya con Santiago González como director general, será la de prorrogar un año más el contrato de suministro con la productora Socater, la sociedad montada en Canarias para dar cobertura isleña al grupo Prisa, al que se adjudicó la gestión del ente en aplicación de un modelo tan acertado que ya ha empezado a dar beneficios. La prórroga estaba pactada entre todas las fuerzas políticas presentes en el consejo de administración, pero una instrucción de Juan Carlos Alemán de última hora hizo que se retrasara: el dirigente socialista había dado órdenes a los suyos de abstenerse. Paco Moreno quería un acuerdo por unanimidad, y hasta esquivó su voto de calidad, con lo que el asunto se aplazaba diez días. Desconocemos los motivos por los que Alemán retrasaba un acuerdo que beneficia a Prisa, acuerdo que ahora apoya sin fisuras y contra el que nunca manifestó nada en público. Quizá nadie le llamó para pedírselo.