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Obispo, ¡el ministro!

Los codazos por salir en la foto dieron lugar, entre otras situaciones poco edificantes, a que en la visita cursada al Palacio Episcopal, el anfitrión, el obispo de la Diócesis de Canarias (con perdón a la afición), se quedara postergado a un segundo plano en la foto del balcón. Debe ser que monseñor Cases no es hombre de mucha vanidad, y de menos protocolo, porque quizás por eso protagonizó un pequeño incidente con el ministro de jornada, que venía a ser el de Justicia, Juan Fernando López Aguilar. Cuando se produjeron los saludos de rigor, el obispo hizo lo propio con todas las autoridades excepto con el ministro canario, situación de la que se percató el Rey que, de inmediato, llamó la atención del prelado: “Obispo, ¡el ministro!”. Y el obispo le saludó. Descartamos por completo cualquier tipo de resentimiento del monseñor con el Gobierno de ZP por los matrimonios entre homosexuales, la asignatura de religión, las perritas para la Iglesia (salieron ganando, los puñeteros) y otras diferencias muy amplificadas por la emisora más piadosa de España. Ya saben que el ministerio de López Aguilar es el responsable de las relaciones con las iglesias, y con la más poderosa hemos topado.

Los codazos por salir en la foto dieron lugar, entre otras situaciones poco edificantes, a que en la visita cursada al Palacio Episcopal, el anfitrión, el obispo de la Diócesis de Canarias (con perdón a la afición), se quedara postergado a un segundo plano en la foto del balcón. Debe ser que monseñor Cases no es hombre de mucha vanidad, y de menos protocolo, porque quizás por eso protagonizó un pequeño incidente con el ministro de jornada, que venía a ser el de Justicia, Juan Fernando López Aguilar. Cuando se produjeron los saludos de rigor, el obispo hizo lo propio con todas las autoridades excepto con el ministro canario, situación de la que se percató el Rey que, de inmediato, llamó la atención del prelado: “Obispo, ¡el ministro!”. Y el obispo le saludó. Descartamos por completo cualquier tipo de resentimiento del monseñor con el Gobierno de ZP por los matrimonios entre homosexuales, la asignatura de religión, las perritas para la Iglesia (salieron ganando, los puñeteros) y otras diferencias muy amplificadas por la emisora más piadosa de España. Ya saben que el ministerio de López Aguilar es el responsable de las relaciones con las iglesias, y con la más poderosa hemos topado.