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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

Soria contra Adán

Los desencuentros públicos (al menos los aparentes) entre los presidentes del Cabildo de Gran Canaria y del Gobierno de Canarias empiezan a ser un poco vergonzosos. Al menos en lo que respecta al primero, que es capaz de forzar tanto a su equipo de agitación y propaganda que supera con creces lo paranoico. Este martes emitieron notas de prensa el Cabildo y el Gobierno anunciando la firma del convenio de cesión del hospital de El Pino, en Las Palmas de Gran Canaria, para su uso sociosanitario. Es la culminación de un largo proceso en el que Soria se ha empeñado en un imposible, y será la tozuda realidad la que lo demuestre. Pero la noticia no está en el empeño soriano de privatizar el centro, tesis en la que se mantendrá hasta el fin de su carrera política, sino en las mismas notas de prensa anunciadoras: la del Cabildo, vaya por adelantado, evidencia un absoluto desprecio por el respeto institucional.

Los desencuentros públicos (al menos los aparentes) entre los presidentes del Cabildo de Gran Canaria y del Gobierno de Canarias empiezan a ser un poco vergonzosos. Al menos en lo que respecta al primero, que es capaz de forzar tanto a su equipo de agitación y propaganda que supera con creces lo paranoico. Este martes emitieron notas de prensa el Cabildo y el Gobierno anunciando la firma del convenio de cesión del hospital de El Pino, en Las Palmas de Gran Canaria, para su uso sociosanitario. Es la culminación de un largo proceso en el que Soria se ha empeñado en un imposible, y será la tozuda realidad la que lo demuestre. Pero la noticia no está en el empeño soriano de privatizar el centro, tesis en la que se mantendrá hasta el fin de su carrera política, sino en las mismas notas de prensa anunciadoras: la del Cabildo, vaya por adelantado, evidencia un absoluto desprecio por el respeto institucional.