Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Sánchez impulsa una regeneración que incluye una reforma del Poder Judicial
La fumata blanca de Sánchez: cinco días de aislamiento, pánico y disculpas al PSOE
Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

Soria boicotea sus propios acuerdos

Parecía increíble que pudiera suceder, pero ha sucedido. El Gobierno de Canarias decidirá en su reunión de esta semana el modo de aplicar la rebaja de salarios a los funcionarios de la Comunidad Autónoma mediante un procedimiento singular, a la par que aparente: acuerdo de Consejo de Gobierno. Se trata de una medida jurídicamente injustificada que sólo encierra claves políticas: endilgar a ese órgano colegiado la impopular decisión de rebajar los salarios y el modelo escogido para echar a pelear a funcionarios con laborales, y a ambos colectivos con los cargos públicos, empezando éstos por los secretarios generales técnicos y terminando por el mismísimo presidente de la nacionalidad. El cerebro de tan previsible decisión no es otro que el consejero de Economía y Hacienda, que traslada de este modo a sus socios del pacto la postura nacional de su partido, el PP, en contra del tijeretazo de Zapatero: aún estando obligado a aplicarlo, el Gobierno de Canarias se sube a la parra y, además de alargar la aplicación del Real Decreto, incumple sus propios compromisos parlamentarios, entre otros el de rebajar un 15% los salarios de los altos cargos.

Parecía increíble que pudiera suceder, pero ha sucedido. El Gobierno de Canarias decidirá en su reunión de esta semana el modo de aplicar la rebaja de salarios a los funcionarios de la Comunidad Autónoma mediante un procedimiento singular, a la par que aparente: acuerdo de Consejo de Gobierno. Se trata de una medida jurídicamente injustificada que sólo encierra claves políticas: endilgar a ese órgano colegiado la impopular decisión de rebajar los salarios y el modelo escogido para echar a pelear a funcionarios con laborales, y a ambos colectivos con los cargos públicos, empezando éstos por los secretarios generales técnicos y terminando por el mismísimo presidente de la nacionalidad. El cerebro de tan previsible decisión no es otro que el consejero de Economía y Hacienda, que traslada de este modo a sus socios del pacto la postura nacional de su partido, el PP, en contra del tijeretazo de Zapatero: aún estando obligado a aplicarlo, el Gobierno de Canarias se sube a la parra y, además de alargar la aplicación del Real Decreto, incumple sus propios compromisos parlamentarios, entre otros el de rebajar un 15% los salarios de los altos cargos.