La actriz Silvia Marsó ha dudado este jueves de la continuidad de grandes producciones teatrales como Yerma ante las políticas económicas que perjudican al sector en estas crisis, que harán “muy difícil que en España se pueda ver un espectáculo con catorce actores” como ese en el futuro.
“Tal y como están las cosas, y tal y como nos las están poniendo, despídase, público, de ver montajes de este calibre”, ha sentenciado la actriz al presentar en rueda de prensa dos funciones que protagonizará este viernes y el sábado en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria de la versión de Yerma en la que trabaja, dirigida por Miguel Narros con colaboración del Centro Dramático Nacional.
Un montaje de Yerma en el que no solo no se ha escatimado en actores sino tampoco en escenografía, ya que esta se ha llevado a cabo, incluso, “con lluvia y con un río” sobre las tablas, ha recalcado Silvia Marsó.
Ese “despliegue de producción”, en palabras de la actriz, se debe, según el productor del montaje, Celestino Aranda, a que creaciones como el clásico de García Lorca “son obras que cuestan dinero y que no son fáciles de poner en movimiento”.
En todo caso, y pese las dificultades actuales, “creo que hay que seguir apostando por seguir haciendo teatro de calidad, porque, si no, es un horror, se va a acabar todo con los monologuistas y los biologuistas, y ya más de dos va a ser una manifestación”, algo que “es un poco deprimente, porque el teatro es mucho más que eso”, ha declarado Aranda.
Quien ha insistido en que piensa proseguir, mientras pueda, tratando de poner en escena grandes producciones por entender que, en cualquier circunstancia, “hay que seguir luchando”, si bien ha apostillado: “Aunque es difícil” en el momento actual.
“Yo, la verdad, por primera vez en treinta y no sé cuántos años que llevo haciendo teatro realmente estoy preocupado porque veo que el panorama es desolador”, ha declarado a ese respecto.
Tanto Aranda como Silvia Marsó y el actor que protagoniza junto a ella esta nueva versión de Yerma, Marcial Álvarez, han subrayado, de todos modos, que, de momento, el público debe aprovechar la oportunidad de ver este clásico en escena, por entender que, pese a ser una obra escrita hace décadas y enmarcada en una sociedad que se puede considerar del pasado, su mensaje es muy actual.
Puesto que, según ha explicado la actriz, la historia que plantea García Lorca, que es la de una mujer que se casa con un hombre que no es el que ama, refleja, en definitiva, “cómo la codicia puede anular el destino del ser humano”.
Un fenómeno este que se repite en la sociedad actual, en la medida en que la crisis que está perjudicando a la mayoría de la población es consecuencia de la codicia de quienes han especulado en años anteriores y han dado origen a la situación económica actual, ha opinado.