La demanda fue interpuesta hace dos años, en pleno auge del concurso, pero ha sido recientemente readmitida a trámite por un tribunal federal de apelaciones. El demandante, Miami’s Center of Independent Living, alega que el sistema de selección de ¿Quiere ser millonario?, el exitoso formato de Celador que en EE.UU. emite la cadena ABC, discrimina a la gente que no puede utilizar touch-tone phones (teléfonos electrónicos con teclas de tonos) y personas con problemas de audición. Según declaró Michael Lanham, el abogado del demandante, a la agencia Associated Press: “No queremos que el concurso cambie, sólo queremos que sea justo”. Entre las sugerencias hechas por los defensores de los discapacitados se encuentran la de sustituir los habituales contestadores automáticos por teleoperadoras reales o utilizar un software de reconocimiento de voz que permita que los ordenadores interpreten mejor las respuestas registradas en las llamadas por la gente que quiere convertirse en concursante. La mayor parte de los aspirantes llaman a un número de teléfono gratuito, donde han de contestar a cinco preguntas usando la almohadilla de su teléfono electrónico. Otros son seleccionados mediante la realización de tests escritos en castings por varias ciudades seleccionadas. “Confiamos en que, al final del juicio, se demostrará que nuestras prácticas son perfectamente legales”, afirma la portavoz de la ABC, Julie Hoover. Si el Tribunal determina que los productores del programa y la cadena ABC sí incumplen la Ley para Americanos con Discapacidades (American with Disabilities Act), no estarán obligados a abonar ningún dinero o compensación por los daños, sino a proporcionar un mejor acceso en sus sistemas de selección para los discapacitados y cubrir los costes legales. Otras batallas legales anteriores En diciembre del año pasado, la ABC tuvo que hacer frente a la demanda de un participante que perdió en el concurso, después de que le fuera hecha una pregunta sin la correspondiente respuesta correcta entre las cuatro que se dan a elegir, pidiendo como compensación un millón de dólares. La pregunta en cuestión era: “¿Cuál es la capital del mundo situada a mayor altura sobre el nivel del mar?”. Las cuatro respuestas que se proponían como solución a la misma eran: Ciudad de México, Quito, Bogotá y Katmandú. El concursante señaló esta última, la capital de Nepal (4.500 pies sobre el nivel del mar), siendo eliminado ya que el programa argumentó que la respuesta correcta era Quito, la capital de Ecuador, con 9.350 pies. Pero no era esa la primera vez que ¿Quiere ser millonario? se enfrentaba a un problema sobre presuntas respuestas incorrectas. En agosto de 1999, un participante, tras la pregunta de cuál era el lago más grande en área de EE.UU, éste señaló al lago Huron, pero perdió, ya que el concurso dijo que se trataba del lago Michigan. Sin embargo, éste es el de mayor volumen, no de área. Al demandante se le dio entonces un cheque por valor de las pérdidas que le había ocasionado el error, y además se le permitió volver para intentarlo una segunda vez. En Reino Unido, la polémica también envolvió al programa, tras la detención policial, a finales del año pasado, de un concursante y dos personas del público que fueron denunciadas por la productora del concurso tras descubrir que se habían intercambiado señas para acertar las diferentes preguntas. Malos tiempos para “¿Quiere ser millonario?” El concurso que presenta Regis Philbin no volverá en otoño a la ABC, debido a la “sobre-exposición” que ha soportado en la última temporada, pero sí se ofrecerá una versión sindicada con Meredith Vieira como conductora. Aunque ¿Quiere ser millonario? continúa manteniéndose en el ranking de los espacios más vistos de muchos países –entre ellos Colombia y Australia-, en muchos otros ha sido retirado por el desgaste achacado en sus últimas emisiones. En España, el programa de Carlos Sobera, uno de los buques insignia de la cadena privada durante los últimos tiempos, fue fulminado a finales de octubre pasado debido al descenso alarmante de audiencia que había experimentado en las anteriores semanas.