Irrumpen con un martillo en la habitación de Jade Goody
Jade Goody, la ex concursante británica de “Gran Hermano” enferma de un cáncer terminal que ha decidido vender a la prensa sus últimas semanas de vida, se ha llevado un buen susto al irrumpir un mujer con un martillo en su habitación hospitalaria, informa EFE.
Según confirmó hoy su publicista, Max Clifford, el suceso ocurrió este domingo, después de que el marido de Goody, Jack Tweed, abandonara la estancia por unos minutos para ir a por una taza de té en el Hospital Royal Marsden, en el oeste de Londres.
Fue entonces cuando la intrusa, de 41 años, accedió a la habitación y la estrella de la telerrealidad británica alertó con gritos a las enfermeras.
La mujer, que no causó daño alguno a la enferma, fue detenida por “posesión de un arma ofensiva” y trasladada a una comisaría, si bien quedó en libertad sin cargos, informó un portavoz de Scotland Yard.
“Ella (Goody) se quedó obviamente alucinada”, dijo Clifford, al subrayar que el incidente dejó a su cliente “muy agitada”.
Se ha reforzado la seguridad de la ex “gran hermana”
“Es muy angustioso, sobre todo cuando te sientes tan débil y vulnerable”, señaló el publicista, quien agregó que se ha reforzado la seguridad en la habitación de la ex “gran hermana”.
Jade Goody, de 27 años, se llevó el susto mientras descansaba después de cumplir el día anterior su deseo de bautizarse junto a sus dos hijos en la capilla del hospital.
Según Max Clifford, la enferma y sus dos hijos -Bobby, de 5 años, y Freddy, de 4- recibieron el sacramento el pasado sábado en un servicio religioso “muy breve y emocionante”.
Goody pretendía celebrar el bautizo -cuyas fotos se publicarán próximamente en la revista del corazón “OK!”- en una iglesia, pero no fue posible porque los médicos la tenían fuertemente sedada.
Con la venta de su agonía a varios medios, la ex concursante de “Gran Hermano” pretende recaudar dinero para sus dos hijos, que saben que su madre están enferma pero ignoran que va a morir.
El pasado mes, Jade Goody vio cumplido el último gran sueño de su vida al contraer matrimonio con Jack Tweed, un joven de 21 años y ahora en libertad vigilada por agresión a un adolescente.
La novia vendió la exclusiva de su boda por algo más de 1,1 millones de euros a la revista “Ok!” y la emisora de televisión “Living TV”.