El escritor Fernando Sánchez Dragó reconoció que el actual ministro de Trabajo y ex presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana, le encargó directamente el programa El Faro de Alejandría que emite la televisión autonómica Canal 9. Sánchez Dragó afirmó que no sabe que ocurrirá ahora con este espacio al haber sido su puesta en antena una decisión personal de Zaplana. Dragó, sin embargo, no tuvo ninguna duda sobre la suerte que correría el programa que dirige y presenta en La 2: “Si los socialistas vuelven al poder terminará Negro sobre blanco y yo volveré a los cuarteles de invierno, no sería la primera vez”. Las críticas también fueron para los directivos de TVE por el escaso presupuesto que la pública destina a su programa: “No han querido enviar 400 ó 500 copias de Negro sobre blanco a distintos centros educativos porque dicen que eso cuesta mucho dinero y, sin embargo, eso es el chocolate del loro. Tardaron seis meses en mandarle a la Reina dos VHS de un programa nuestro que le interesaba después de que hubiese llamado pidiendo las cintas”. “Quieren eliminarnos el cerebro e instalarnos un balón” Compró su primera televisión a los 33 años y aseguró que este medio es intrínsecamente maligno y perverso: “Es uno de los objetos que más detesto, no la veo nunca porque me aburre poderosamente”, añadió. El maligno acecha fue el título de la ponencia de Sánchez Dragó, para quien en la actualidad la nueva Trinidad son la televisión, el ordenador y el balón. “Quieren eliminarnos el cerebro e instalarnos un balón”. “Triunfaré el día que tenga audiencia plana, audiencia cero” Arremetió contra las audiencias que tanto preocupan a los responsables de las cadenas: “No conozco a nadie que tenga audímetro, ni siquiera a nadie que conozca a alguien que posea en su domicilio uno de estos aparatos. No me creo nada que no vea con mis propios ojos. Triunfaré el día que tenga audiencia plana, audiencia cero”. Y recordó que se despide de su audiencia con “apaguen la tele y lean”, un eslogan publicitario utilizado hace años en La Feria del libro de Valencia. Dragó recordó que José Martí se metió en EEUU para conocer al monstruo: “Yo hago lo mismo con la televisión. Es un medio que nació para informar y educar, y hoy en día ni informa, ni educa. El espectáculo lo está invadiendo todo”. “Para dar noticias durante 24 horas hay que decir muchas gilipolleces” El responsable de Negro sobre blanco atacó también a los informativos y, refiriéndose a la CNN, dijo que “para dar noticias durante 24 horas hay que decir muchas gilipolleces. Asistimos a un telediario escandaloso, más de la mitad está dedicado a deportes, dan solamente ocho o diez noticias. El peor de los periódicos da 100. Las televisiones dan información sin procesar y eso es inútil.” “La gente ve mi programa porque se siente dignificada al comprobar que la cultura entra en sus casas” También se cebo con su propio público, esos 175.000 espectadores que pasan sueño para ver, en lo que se conoce como franja de prestigio, Blanco sobre Negro y que siguieron la entrevista con el escritor Pere Gimferrer. “El público lo confunde todo, las cartas que envían al programa están llenas de faltas de ortografía. La lectura ha descendido un 17% con respecto a 1975, se venden más libros de lo que se vendía entonces, pero se lee menos. La gente ve mi programa porque se siente dignificada al comprobar que la cultura entra en sus casas”. “La TV es muy infantil, vemos gamberros de 30 ó 40 años jugando en cualquier programa” Sánchez Dragó se preguntó qué tienen que ver los concursos con la cultura si la esencia del juego es simplemente jugar y señaló que la televisión es esclava de los valores dominantes porque “es muy cara y por eso está al servicio del Estado”. Atribuyó a este medio una sistemática destrucción del lenguaje: “Si eliminamos el lenguaje nos retrotraemos a simios. La TV es muy infantil, vemos gamberros de 30 ó 40 años jugando en cualquier programa. Hay una apoteosis del infantilismo. Todo son parques temáticos, hasta Cuba es un gran parque temático. Si vemos la televisión cuatro horas al día no seremos humanos”. “Los desfiles de modelos son la versión moderna de la trata de blancas” A Dragó tampoco lo gustan los desfiles de modelos que tanto abundan en televisión “el sexismo y las modelos desfilando por las pasarelas con la mirada perdida y caminando de otra manera, todo eso es la versión moderna de la trata de blancas”. “La TV ideal costaría al ciudadano 14 pesetas al día” La televisión es el Maligno para él porque un niño de 2 ó 3 años que se pase varias horas al día delante del televisor ya no aprende a leer, los conceptos, la semántica: “Estamos ante las generaciones menos preparadas de la historia”. El escritor se preguntó “¿qué podemos hacer para humanizar la televisión” y respondió: “convertirla en una televisión pública pequeña, humilde, que informe y eduque y que esté financiada por el pueblo”. Puso como modelo ideal el canal japonés NHK. La televisión que propone Dragó costaría a cada ciudadano de este país 14 pesetas al día, un cálculo que ha realizado el propio escritor. “No hay que fiarse de Internet, prefiero Correos” Al Fernando Sánchez Dragó tampoco le gustan las nuevas tecnologías: “Internet es un mercado del que no hay que fiarse, tiene productos pornográficos, juegan al parchís, y ofrece un turismo que se deja llevar por el ronzal y el viajar es sorpresa, aventura”. Llegó incluso a polemizar con uno de los asistentes a las jornadas que le respondió que Internet es una herramienta útil y que él se había matriculado en los cursos a través de la Red y en pocos segundos. No pudo convencer al polémico escritor, quien mantuvo que nunca ha conseguido que funcione su ordenador y poco menos que él prefiere el servicio de correos para comunicarse. “La edición es pura manipulación” Para terminar aseguró que su programa no se edita porque la edición es una manipulación, “todo es plano secuencia”, y se mostró favorable a que sea el Gobierno el que controle la televisión: “Si la controlará el Parlamento, la intromisión sería mucho mayor”.