Las escuelas unitarias de Lanzarote piden auxilio a Educación para no desaparecer

Imagen de archivo de un aula vacía

Natalia G. Vargas

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Las escuelas unitarias de Lanzarote piden ayuda para no desaparecer. Madres y padres de nueve centros de la isla han presentado un escrito a la Consejería de Educación para exigir servicio de comedor y catering para el próximo curso académico. Esta es la única manera que encuentran para poder conciliar sin tener que matricular a sus hijos e hijas en otros centros. “Actualmente, el horario escolar de 8.30 a 13.30 resulta incompatible con la mayoría de los horarios laborales”, aseveran las familias. Por ello, solicitan extenderlo hasta las 15.30 horas con servicios de acogida temprana y recogida tardía por separado.

Después de varios años buscando la forma de incorporar el comedor, las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPAS) de estas escuelas han encontrado la colaboración de una empresa. Se trata de una compañía que presta este servicio en las unitarias de Fuerteventura desde hace diez años. La empresa ya ha entregado a las familias el presupuesto y ha expresado su intención de realizar algunas reformas en la cocina y en su organización interna. Ahora, las unidades familiares piden al Consejero que cubra el sobrecoste que implica la contratación de este servicio.

Según los padres y madres, que la solicitud sea atendida puede determinar el futuro de estos centros educativos. “Es evidente que los centros de educación rural de nuestros pueblos aportan beneficios tanto a los alumnos como a la comunidad en general, siendo fundamentales para mantener la población y fortalecer el tejido social local”, indican. “Después de intensos esfuerzos y coordinación, estamos en condiciones de hacer realidad este anhelo y necesidad”, añaden. Ahora piden el respaldo y la implicación de todas las administraciones competentes para que la iniciativa tenga éxito.

Las familias de los centros rurales de Lanzarote piden al Gobierno de Canarias que responda con urgencia, ya que este miércoles 15 de mayo es el plazo límite que la empresa ha dado para comenzar los trámites que permitan que el servicio pueda arrancar en septiembre. En total, son nueve las escuelas que firman este escrito: La Vegueta y El Cuchillo (Tinajo); Muñique, Soo, Los Valles, Caleta de Famara, Tao y Nazaret (Teguise); y Güime (San Bartolomé). 

Por su parte, fuentes de la Consejería de Educación han señalado a esta redacción que se está tratando de buscar una solución a través del CEIP Virgen de los Volcanes. El objetivo es que la empresa que cocina allí lo haga también para las unitarias y pueda transportar la comida. Sin embargo, apuntan que la empresa pide hacer una serie de obras en ese comedor para que pasen los camiones y mejorar la potencia. “Para abordar el tema, nos vamos a reunir con la empresa y con los ayuntamientos”, aseguran. Además, culpan al gobierno anterior de no resolver el problema “al no tener en cuenta cómo se distribuiría la comida ni el personal que haría falta en cada unitaria”. 

El futuro de las unitarias 

Las escuelas unitarias están ubicadas en zonas rurales y cuentan con un número reducido de alumnos de entre tres y doce años. En Lanzarote, la comunidad educativa teme por la continuidad de estos colegios, a los que consideran un “tesoro” para las poblaciones rurales. Una de las madres que solicita la colaboración de la Consejería de Educación insiste en que este tipo de centros “potencia el sentimiento de pertenencia, enraizando a la población con su entorno”.  

“Da vida a los pueblos pequeños en un marco de sostenibilidad, impidiendo el éxodo rural y la consecuente huída hacia las ya masificadas ciudades”, apunta. Además, valora que los menores puedan acudir al colegio en su propia localidad a pie o en bicicleta. “A pesar de estas bondades, las escuelas unitarias de Lanzarote están al borde del abismo”, concluye. 

La falta de servicios básicos provoca “cada año la pérdida de matrículas”, ya que los niños y niñas se ven obligados a trasladarse a centros escolares más grandes, según las familias. “Esto no hace más que aumentar las ratios en las aulas, la saturación de los docentes y el deterioro en la calidad educativa”, advierten.

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