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El Tenerife deberá remontar

Los canarios llegaban a Ponferrada con la polémica llamada recibida por Orlando Quintana, para cavar sufriendo en sus carnes un grave error del colegiado, que da ventaja al conjunto de El Bierzo en la eliminatoria. Sobre el césped, el cuadro de Quique Medina se vio superado, aunque consigue mantener una mínima derrota, que da muchas esperanzas a la afición blanquiazul, que llenará la próxima semana las gradas del Heliodoro Rodríguez López para intentar lograr la remontada y regresar a la Segunda División.

El Tenerife salió desde muy pronto a dominar el choque, teniendo los primeros acercamientos peligrosos del partido. Los tinerfeños dispusieron de la primera jugada seria, tras una larga posesión que finalizó Zazo con un disparo desde la frontal, atrapando sin problemas Orlando Quintana.

Los canarios dominaban las ocasiones, mientras que la Ponferradina cada vez tenía posesiones más largas y amenazaba cada vez más la meta de Aragoneses. El tinerfeño Acorán tuvo en sus botas la ocasión más clara de los locales, rematando en área pequeña por encima del larguero, y acto seguido, Isaías busco fortuna desde la frontal, pero se encontró con la gran intervención de Aragoneses. Fueron los mejores minutos del conjunto berciano, que encerraron al Tenerife en su propia área.

Los isleños contestaban con acciones a balón parado o con algún contragolpe rápido, donde Perona puso un gran balón para Kike López, que remató al lateral de la red. El cuadro de Quique Medina supo contener bien a la Ponferradina, que a pesar de dominar el cuero, tenía problemas para superar la zaga tinerfeña.

Cuando parecía que el empate iba a seguir el camino de los vestuarios, una mano involuntaria de Pablo Sicilia tras un lanzamiento de córner fue señalada por Iglesias Villanueva, decretando la pena máxima que se encargó de transformar Yuri.

En el comienzo de la segunda mitad, los blanquiazules salieron enfadados consigo mismos y con el colegiado, tras el dudoso penalti señalado. La Ponferradina se acomodó con el marcador, sabedor de la importancia de no encajar goles en su estadio, para afrontar la vuelta con mayor ventaja.

El Toralín animaba a los suyos, que con el paso de los minutos iban cada vez dando pasos hacia atrás, conformándose con el marcador, aunque sin renunciar al ataque. El Tenerife fue subiendo líneas, lo que dejaba mayores espacios a sus espaldas, que aprovechaba muy bien el conjunto berciano. Acorán tuvo una nueva ocasión de oro para finiquitar el choque, en un remate de cabeza a puerta vacía, tras un nuevo contragolpe de los locales.

Los últimos minutos fueron de auténtica locura, con muchas ocasiones en ambos bandos, que buscaban a la desesperada un gol y con los equipos partidos por la mitad por el gran esfuerzo físico. La Ponferradina acabó mejor, buscando ampliar la renta para el partido de vuelta, pero el conjunto canario aguantó muy bien las acometidas y buscó tener su última opción para igualar el choque.

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