Mucho arbitraje y más

A Inés Miranda no le preocupó que no apareciera nadie de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, cuyo rector y vicerrectores se disculparon en base a compromisos adquiridos; ni que nadie del Colegio de Abogados se constituyera de modo solemne en unas jornadas jurídicas... Miranda es una veterana combatiente de la causa saharaui y no entiende de protocolo. Ni le interesa. Prefiere, eso sí, quejarse de que la prensa se haya limitado a dar la noticia sobre la falta de visado al activista Mohamed Daddach olvidando las jornadas y la constatación, nada despreciable, de que la negativa de visados de este tipo es muy frecuente. Los cónsules han llegado a justificar su negativa alegando motivos tan humanitarios como que los saharauis alegan cualquier razón para un viaje a Canarias para aprovecharse de la sanidad pública española. Así curarse de las heridas que les infieren los torturadores marroquíes, añadimos nosotros con cariño. Con el comercio no pasa lo mismo.

A Inés Miranda no le preocupó que no apareciera nadie de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, cuyo rector y vicerrectores se disculparon en base a compromisos adquiridos; ni que nadie del Colegio de Abogados se constituyera de modo solemne en unas jornadas jurídicas... Miranda es una veterana combatiente de la causa saharaui y no entiende de protocolo. Ni le interesa. Prefiere, eso sí, quejarse de que la prensa se haya limitado a dar la noticia sobre la falta de visado al activista Mohamed Daddach olvidando las jornadas y la constatación, nada despreciable, de que la negativa de visados de este tipo es muy frecuente. Los cónsules han llegado a justificar su negativa alegando motivos tan humanitarios como que los saharauis alegan cualquier razón para un viaje a Canarias para aprovecharse de la sanidad pública española. Así curarse de las heridas que les infieren los torturadores marroquíes, añadimos nosotros con cariño. Con el comercio no pasa lo mismo.