Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Para encuestas, las de Pepa Luzardo

Se ha ha dado por iniciada oficialmente la carrera para ocupar la plaza de candidato a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria por el Partido Popular. Hace meses que se supo que José Manuel Soria quiere patrocinar para tal afán a la que se ha convertido en una de sus más aventajadas discípulas, Australia Navarro, presidenta insular de esa formación en Gran Canaria, lo que no hizo puñetera gracia a Pepa Luzardo. La ex alcaldesa mueve sus hilos de manera frenética para que sea Génova la que pare su traslado forzoso a otra institución donde no estorbe, una vez descartado que vaya a abandonar la política y vivir de otra cosa. Para confundirla aún más y darle un segundo aviso a la de Triana Alta para que se deje de boberías, Soria ha dejado caer que no hace ascos a regresar a ese puesto, el que le sirvió de catapulta para lo que vino después. Ella, que tiene sus principios y sus prontos, reaccionó arguyendo una encuesta popular inapelable: “La gente me para por la calle y en la tintorería y me preguntan que cuándo voy a volver”. Dada la proverbial socarronería de algunos, quizás se tragan la segunda parte de la pregunta: “Para empadronarme en Cuenca, bonita”.

Se ha ha dado por iniciada oficialmente la carrera para ocupar la plaza de candidato a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria por el Partido Popular. Hace meses que se supo que José Manuel Soria quiere patrocinar para tal afán a la que se ha convertido en una de sus más aventajadas discípulas, Australia Navarro, presidenta insular de esa formación en Gran Canaria, lo que no hizo puñetera gracia a Pepa Luzardo. La ex alcaldesa mueve sus hilos de manera frenética para que sea Génova la que pare su traslado forzoso a otra institución donde no estorbe, una vez descartado que vaya a abandonar la política y vivir de otra cosa. Para confundirla aún más y darle un segundo aviso a la de Triana Alta para que se deje de boberías, Soria ha dejado caer que no hace ascos a regresar a ese puesto, el que le sirvió de catapulta para lo que vino después. Ella, que tiene sus principios y sus prontos, reaccionó arguyendo una encuesta popular inapelable: “La gente me para por la calle y en la tintorería y me preguntan que cuándo voy a volver”. Dada la proverbial socarronería de algunos, quizás se tragan la segunda parte de la pregunta: “Para empadronarme en Cuenca, bonita”.