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Una tasación a la medida del PP

El puzzle del urbanismo paralelo de Las Palmas de Gran Canaria empieza a encajar sus piezas por medio del pelotazo más sonado de la etapa de gobierno del PP (1995-2007): el Canódromo. Hace dos meses avanzábamos a nuestros lectores una de las claves de cómo el entonces alcalde, José Manuel Soria, permitió una operación que revirtió a un particular, el empresario Eduardo Fernández, nueve millones de euros de beneficio a costa del interés general. La palabra mágica del PP, en La Favorita o en San Rafael (Telde), ha sido siempre la permuta. Y para llevarla a cabo -ceder otros terrenos al propietario del Canódromo a cambio de esa parcela- había que valorar el suelo objeto de deseo por parte del Ayuntamiento. Y ahí empezó todo. O continuó, según se mire: una valoración exagerada de la parcela por parte de funcionarios municipales dio pie al sobrecoste de las compensaciones a entregar al empresario, entre otros terrenos, una esquinita clave del Canódromo, donde levantar las torres más famosas de este siglo, con permiso de Bin Laden.

El puzzle del urbanismo paralelo de Las Palmas de Gran Canaria empieza a encajar sus piezas por medio del pelotazo más sonado de la etapa de gobierno del PP (1995-2007): el Canódromo. Hace dos meses avanzábamos a nuestros lectores una de las claves de cómo el entonces alcalde, José Manuel Soria, permitió una operación que revirtió a un particular, el empresario Eduardo Fernández, nueve millones de euros de beneficio a costa del interés general. La palabra mágica del PP, en La Favorita o en San Rafael (Telde), ha sido siempre la permuta. Y para llevarla a cabo -ceder otros terrenos al propietario del Canódromo a cambio de esa parcela- había que valorar el suelo objeto de deseo por parte del Ayuntamiento. Y ahí empezó todo. O continuó, según se mire: una valoración exagerada de la parcela por parte de funcionarios municipales dio pie al sobrecoste de las compensaciones a entregar al empresario, entre otros terrenos, una esquinita clave del Canódromo, donde levantar las torres más famosas de este siglo, con permiso de Bin Laden.