Saber cómo afecta el cambio climático y el ruido al ecosistema marino de Canarias y sus especies para poder protegerlas es el fin último del proyecto de investigación CanBio, puesto en marcha por el Gobierno regional y Loro Parque Fundación.
“El cambio climático va a afectar a determinadas especies. La cuestión es tener unos buenos modelos de predicción de qué aumento de temperatura va a haber, qué aumento de acidez y cómo se va a comportar el incremento del ruido submarino”, ha explicado este sábado en el Acuario Poema del Mar de Las Palmas de Gran Canaria el coordinador de CanBio y director de Loro Parque Fundación, Javier Almunia.
El proyecto CanBio pretende establecer una red de monitorización marina de cuestiones relacionadas con el cambio climático, la acidificación del océano y el ruido submarino, y conocer cómo esto afecta a las especies marinas críticamente amenazas del archipiélago, como el angelote, la mantelina o las tortugas, cuyas comunidades se verán especialmente afectadas por el cambio climático.
En definitiva, “la filosofía de CanBio es tratar de establecer una red de vigilancia que permita tener más precisión a la hora de poder preservar estas especies”, ha recalcado Almunia.
En la primera fase de esta investigación, se ha instalado una boya en Gando, al sureste de Gran Canaria, mientras que la segunda se instalará en El Hierro durante las próximas semanas.
El proyecto comenzó en 2019 y concluirá en el año 2022, y el Gobierno canario y Loro Parque Fundación han invertido dos millones de euros a partes iguales para su desarrollo.
Ambas boyas cuentan con una herramienta que permite medir el ambiente submarino y la cantidad de ruido que hay en la zona y, a su vez, realizar un seguimiento de largo tiempo, ha explicado el investigador de la ULL Fernando Rosa, quien recuerda que las especies marinas están sometidas a toda la energía acústica que producen las embarcaciones, grandes, deportivas e incluso motos de agua.
“Toda la información recopilada permitirá tener mucha más capacidad de comprensión de ese tesoro de biodiversidad que tenemos en las Islas Canarias”, ha celebrado el coordinador del proyecto.
Almunia ha concretado que los resultados ofrecerán “una idea más clara de cómo proteger a las especies”, pero también información sobre “cómo encontrar lugares en los que esa temperatura, acidez y ruido van a ser menores, y así poder protegerlas ahora que aún estamos a tiempo”.
Por otro lado, ha advertido de que aunque aún se pueden desarrollar “acciones para que el ruido sea menor o para que la emisión de CO2 a la atmósfera sea menor”, en la actualidad existe “la inercia de incremento que, incluso con medidas drásticas, seguiría aumentando durante un tiempo más”.
Por ello, ha destacado la importancia de “medir” y de “saber cuál es el problema en este momento” para así “saber cómo actuar para mitigar tanto el ruido como la emisión de CO2”.
En la presentación de este proyecto también han participado este sábado el consejero canario de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, el vicepresidente de Loro Parque, Christoph Kiessling, el rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Rafael Robaina, y el vicerrector de Investigación de la Universidad de La Laguna, Ernesto Pereda.
El consejero José Antonio Valbuena ha resaltado que en Canarias, gracias al mar, “generaciones anteriores buscaron oportunidades en otros territorios”, al igual que “personas de África buscan oportunidades para llegar a Europa”.
“El mar ha sido nuestro sustento de vida durante muchos años y, por lo tanto, estamos obligados a preservar nuestros océanos, a mimarlos y a cuidarlos”, ha añadido para insistir en que el objetivo final es “proteger la biodiversidad”.
Valbuena ha propuesto a Loro Parque Fundación la posibilidad de renovar en 2022 la colaboración de las instituciones para que este proyecto de investigación y protección de la biodiversidad marina de Canarias pueda continuar revelando información.