BILBAO, 15 (EUROPA PRESS)
El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha afirmado que el Plan de Energía Renovable 2011-2020, aprobado el pasado viernes por el Gobierno, “no parece ir en la buena dirección”, al apoyarse en las tecnologías “más caras” como la termosolar y la fotovoltaica. A su juicio, esto puede “obligar” al incremento del recibo de la luz, ya que no habrá “más remedio” que pasar “el sobrecoste” a los consumidores, pasando de 250 euros al año por cliente a unos 400 euros.
Galán ha participado en Bilbao en la apertura de la jornada 'El Modelo Energético de futuro, retos y soluciones' organizada el Club español de la energía.
En su intervención, se ha referido a la reciente aprobación del Plan de Energías Renovables a 2020 y el Plan energético nacional y ha indicado que “no parece que vaya en la buena dirección”. Galán ha explicado que este plan parte de una demanda nacional estimada “muy superior a lo realmente previsible”. Por ello, ha puesto en duda que se pueda llegar al crecimiento medio anual estimado del 2,5 por ciento, porque “significaría que nuestra economía estaría creciendo a ritmos similares”, y “no parece que los indicadores, en este momento, vayan en esa dirección”.
El presidente de la eléctrica ha señalado que, a partir de esa premisa, el plan prevé que las energías renovables contribuyan con un 20,8 por ciento al consumo final bruto de energía, “por encima” del compromiso europeo de alcanzar el 20 por ciento. Galán ha indicado que “lo más grave” es que, para ello, se apoya en un desarrollo “muy relevante” de las tecnologías “más caras y menos maduras” como la termosolar y la fotovoltaica.
En concreto, ha precisado que la energía termosolar y la fotovoltaica elevarán el sobrecoste renovable un 60 por ciento, pasando de 250 euros/año por cliente a unos 400 euros/año. Galán ha indicado que, con la actual situación de los mercados, las cuatro empresas que están financiando el sobrecoste de las renovables y que “ha generado” el déficit de tarifa, “difícilmente podrán ”continuar haciéndolo“.
“Obligarán a incrementar el recibo de la luz por el consumidor en unos 400 euros, ya que las cuatro empresas que están, en la actualidad, están financiando el actual déficit, difícilmente podrán hacerlo, ha añadido.
El presidente de Iberdrola ha indicado que el nuevo modelo energético debe tener en cuenta las energías renovables porque son “imprescindibles” para un sistema energético “más descarbonizado”. Galán ha indicado que la presencia de las energías renovables en el mix energético ha aumentado “notablemente”.
En concreto, en España estas energías han multiplicado por cuatro su producción en los últimos ocho años y en el año 2010 su aportación sobre la generación neta de electricidad ha alcanzado el 22 por ciento.
Galán ha afirmado que, teniendo en cuenta el “alto impacto económico” de las energías renovables, se debe considerar “la relación entre la contribución energética de cada tecnología y su coste”. “No queremos introducir factores de menor competitividad en nuestro sistema”, ha agregado.
En este sentido, ha hecho referencia a que los costes del sistema han crecido, “de manera exponencial”, en España en los últimos años, principalmente por las primas del régimen especial, cuyo valor acumulado desde 2004 supera los 22.000 millones de euros, una cifra “idéntica” al déficit de tarifa en ese mismo período que están “financiando cuatro empresas”.
Galán ha indicado que el español es uno de los sistemas europeos en el que el apoyo a las renovables supone “un mayor coste” por megawatio/hora total producido en el sistema, coste que en 2009 superaba los 22 euros por megawatio producido.
“Como resultado, cada consumidor español deberá pagar, y lo pagará en su momento, unos 250 euros en concepto de primas. La razón para que el sistema español haya creado esta auténtica burbuja -tal y como define este concepto el Consejo Europeo de Reguladores, no es una definición mía- se encuentra en la implantación masiva de tecnologías no suficientemente maduras, que están en sus primeras etapas de ciclo de aprendizaje”, ha añadido.
En este sentido, ha citado las energías solares, que en 2011 van a aportar sólo un 3 por ciento de la energía, mientras que supondrán un 13 por ciento del coste total de producción. A su juicio, esa es una de las causas del aumento de los costes y, por lo tanto, del déficit tarifario.
ENERGÍAS MADURAS
Por ello, ha afirmado que es “imprescindible” que se apueste por las energías más maduras para evitar una “carga insostenible” para el sector con tecnologías “caras que aportan poca producción y tienen todavía un elevado margen de mejora de costes en el futuro”. “Invirtamos en I+D en ellas, en lugar de invertir en inversiones productivas”, ha añadido.
En su opinión, su implantación “masiva” sólo debe realizarse cuando la curva de aprendizaje “las haga competitivas con otras soluciones energéticas renovables”.
Galán ha indicado que la energía fotovoltaica es un “buen ejemplo” de “errónea” planificación y regulación y ha apuntado que, si se hubiera retrasado tres años la “masiva” instalación realizada en el año 2008, se habría ahorrado un sobrecoste de 35.000 millones de euros “a pagar por los consumidores en los próximos años”. “No se trata de no construirlas, se trata de esperar al momento en que empiecen a ser competitivas”, ha agregado.
MODELO ENERGÉTICO
En su intervención, ha defendido que la necesidad de contar con un modelo energético “competitivo, seguro y sostenible” para poder seguir dinamizando la economía y siendo “tractor del tejido industrial” y ha asegurado que hay que dar respuesta a una “demanda creciente”. Este nuevo modelo energético debe ser “bajo en emisiones”, basarse en el “uso eficiente de los recursos naturales” y “sin perder la competitividad”.
Galán ha subrayado que el sector energético español invierte 15.000 millones anuales, aporta medio millón de empleos entre directos e indirectos y realiza compras a fabricantes y suministradores por 40.000 millones.
Asimismo, ha agregado que para que todas las iniciativas energéticas lleguen a buen puerto, “se requiere de marcos regulatorios y normativos estables y predecibles que proporcionen expectativas razonables de rentabilidad económica para fomentar las inversiones necesarias”.
En este sentido, ha asegurado que el “elevado intervencionismo” político de los últimos años y la “creciente presión recaudatoria” están creando, al menos en el ámbito de la Unión Europea, un clima de elevada incertidumbre que reduce tanto los ingresos como el valor de mercado de las compañías energéticas, lo que pone en riesgo su capacidad para financiar las inversiones requeridas“.
Por otra parte, ha indicado existen “barreras” y “fallos” del mercado que están impidiendo el desarrollo de la eficiencia energética“ en algunos países como España.
“Hasta que no contemos con una política de precios energéticos que refleje todos los costes y dispongamos de unos marcos regulatorios adecuados y una verdadera estrategia en este ámbito no conseguiremos sacar todo el provecho que tienen las medidas de eficiencia energética”, ha apuntado.
En su discurso, también se ha referido al vehículo eléctrico y ha indicado que su introducción masiva puede “mejorar” la seguridad del suministro y aumentar la sostenibilidad ambiental.
Por último, se ha referido a las redes inteligentes, que suponen una “auténtica revolución tecnológica”, pero que también requieren de una “adecuada” regulación y una “correcta” estimación de sus costes y beneficios. En este sentido, ha destacado el proyecto que están desarrollando en Vizcaya, que permitirá que los sistemas inteligentes lleguen a más de 400.000 ciudadanos y que se actualicen 1.100 centros de transformación convencionales.