VIENA, 13 (Reuters/EP)
Los gobiernos de Rusia y China han mostrado este miércoles su respaldo a un borrador de resolución de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) crítico con Irán por la continuación de su programa nuclear y que contempla el incremento de la presión diplomática sobre Teherán.
Los integrantes del Grupo 5+1 --Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania-- han votado a favor del borrador, al tiempo que han subrayado su deseo de encontrar una solución pacífica a la disputa en torno al programa nuclear iraní.
Hasta el momento, Rusia y China se han mostrado críticos con la imposición de sanciones unilaterales por parte de Estados Unidos y la Unión Europea contra las exportaciones de petróleo iraníes y han subrayado que las mismas han de ser aprobadas en el marco de Naciones Unidas y la AIEA.
El borrador expresa la “grave preocupación” de la comunidad internacional en torno a las negativas de Irán a detener sus trabajos nucleares y urge a las autoridades del país persa a cooperar con la AIEA y permitir el acceso de los inspectores de la organización a todos las instalaciones requeridas.
Está previsto que la AIEA someta a votación el borrador hoy. A pesar de que, con el respaldo de las seis potencias está garantizada su aprobación, diplomáticos occidentales han indicado que buscarán conseguir un apoyo unánime que aumente el aislamiento diplomático de Irán.
Estados Unidos y la Unión Europea han aplicado duras sanciones contra Irán, incluido un embargo de su petróleo, en un esfuerzo por persuadir a Teherán para que abandone su programa nuclear, que, según sospechan, está destinado a fabricar armas atómicas. Sin embargo, Irán ha rechazado estas acusaciones y ha aseverado en reiteradas ocasiones que el programa nuclear tiene únicamente fines civiles pacíficos y que se enmarca dentro del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
El TNP, del que Irán es parte, establece entre otras cosas que, para evitar la proliferación, los países que ya cuentan con energía nuclear han de facilitarla a los países que no la tienen en caso de que estos decidan utilizar esta energía para fines pacíficos.
Este martes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, intensificó sus amenazas de ataque contra Irán, argumentando que si las potencias mundiales se niegan a fijar “líneas rojas” al programa nuclear iraní entonces no pueden pedir a Israel que no ataque.
Israel, que no es país firmante del TNP, mantiene una política de “opacidad nuclear” y nunca ha reconocido ni desmentido poseer armamento nuclear, aunque el ex técnico nuclear Mordekai Vanunu reveló detalles del programa nuclear israelí a la prensa británica en 1986. A día de hoy, las estimaciones apuntan a que Tel Aviv posee entre 75 y 400 ojivas nucleares y que tiene la capacidad de lanzarlas por medio de aviones, submarinos o misiles balísticos intercontinentales.
Teherán ha manifestado en varias ocasiones que un ataque militar israelí contra sus instalaciones sería una violación flagrante del TNP y debería provocar la respuesta de los miembros firmantes del tratado. Además, ha apuntado que cualquier ataque justificado por su programa nuclear sería una agresión injustificada, ya que el TNP defiende el derecho de los países a desarrollar energía nuclear para fines pacíficos.