El ocaso de la ‘no estrella’

Pepe Medina cumple 50 años y se va. Deja la política. Y eso que como cargo público lleva tan solo una legislatura, aunque desde que era un pibe lleva fajándose en esto que llamamos política. Con él se va un buen tipo. Más allá de rencillas y disputas, creo que deja el pabellón más o menos alto. Ha intentado defender sus mociones de la mejor manera posible. Algunas han salido adelante, otras han sido rechazadas. Pero también ha sido un tipo leal a sus ideas y a la estabilidad del gobierno insular. Esta mañana me confesó que se va con un sabor agridulce. Y quizá tenga razón. Le quedaron proyectos que sacar, sobre todo en su pueblo, Hermigua. Se va una ‘no estrella’ con tirón y buenas iniciativas y se quedan auténticas estrellas sin tirón y sin ideas. Así es la política. Cuando hablas más alto que otros, te cortan la cabeza. Y si no, pues te vas para tu casa. Es más digno que aferrarte a una silla. Al menos eso dicen.

Pepe Medina cumple 50 años y se va. Deja la política. Y eso que como cargo público lleva tan solo una legislatura, aunque desde que era un pibe lleva fajándose en esto que llamamos política. Con él se va un buen tipo. Más allá de rencillas y disputas, creo que deja el pabellón más o menos alto. Ha intentado defender sus mociones de la mejor manera posible. Algunas han salido adelante, otras han sido rechazadas. Pero también ha sido un tipo leal a sus ideas y a la estabilidad del gobierno insular. Esta mañana me confesó que se va con un sabor agridulce. Y quizá tenga razón. Le quedaron proyectos que sacar, sobre todo en su pueblo, Hermigua. Se va una ‘no estrella’ con tirón y buenas iniciativas y se quedan auténticas estrellas sin tirón y sin ideas. Así es la política. Cuando hablas más alto que otros, te cortan la cabeza. Y si no, pues te vas para tu casa. Es más digno que aferrarte a una silla. Al menos eso dicen.