La Fiesta de Los Indianos es una de las manifestaciones culturales más emblemáticas de La Palma, una celebración que ha trascendido el tiempo y se ha convertido en un símbolo del carnaval canario. Sin embargo, como toda tradición viva, también evoluciona, se adapta y genera debate. La reciente propuesta de celebrar un ð±ð¶Ìð® ð±ð² ðð»ð±ð¶ð®ð»ð¼ð ðð¶ð» ð½ð¼ð¹ðð¼ð ð±ð² ðð®ð¹ð°ð¼ ð²ð¹ ðð®Ìð¯ð®ð±ð¼ ð®ð»ðð²ð ð±ð²ð¹ ð¹ðð»ð²ð ð±ð² ð°ð®ð¿ð»ð®ðð®ð¹, surgida en las tertulias de Casa Tey, ha avivado la conversación entre defensores y detractores de la idea.
Los argumentos en contra se han basado en dos premisas principales: “ðð¼ð ðð»ð±ð¶ð®ð»ð¼ð ðð¼ð¹ð¼ ðµð®ð ðð»ð¼” ð “ð¡ð¼ ð²ð ð¯ðð²ð»ð¼ ð±ð¶ðð¶ð±ð¶ð¿ ð® ð¹ð® ð´ð²ð»ðð²”. Se sostiene que la esencia de la fiesta radica en su celebración el lunes de carnaval y que cualquier modificación podría afectar su identidad. Además, se señala que ya existen eventos en otros municipios, como la polvacera en Los Llanos lo que podría generar dispersión en la participación.
Sin embargo, la historia misma de Los Indianos nos demuestra que esta fiesta nació sin pedir permiso. En los años 60, un grupo de amigos en Casa Tey decidió rescatar una parodia social sobre los emigrantes que regresaban de América con riquezas y ostentación. No consultaron a la sociedad si debían hacerlo, simplemente ðð®ð¹ð¶ð²ð¿ð¼ð» ð® ð¹ð® ð°ð®ð¹ð¹ð² ð ð¹ð¼ ðµð¶ð°ð¶ð²ð¿ð¼ð». Con el tiempo, su idea creció hasta convertirse en la celebración multitudinaria que conocemos hoy. ¿Por qué ahora se debería frenar una nueva iniciativa?
La realidad es que la masificación ha cambiado la experiencia de Los Indianos. Lo que antes era una jornada de disfrute para todas las edades, hoy se ha vuelto ðºð²ð»ð¼ð ð®ð°ð°ð²ðð¶ð¯ð¹ð² ð½ð®ð¿ð® ð»ð¶ð»Ìð¼ð, ðºð®ðð¼ð¿ð²ð ð ð½ð²ð¿ðð¼ð»ð®ð ð¾ðð² ð»ð¼ ðð¼ð½ð¼ð¿ðð®ð» ð¹ð® ð»ðð¯ð² ð±ð² ðð®ð¹ð°ð¼. Un sábado sin polvo permitiría que más personas participen en la festividad, abriendo el evento a quienes, por razones de salud, preferencia o edad, han visto limitada su posibilidad de disfrutarlo plenamente. Además, brindaría la oportunidad de ð¹ðð°ð¶ð¿ ð¹ð¼ð ð®ððð²ð»ð±ð¼ð ð²ð» ðð¼ð±ð¼ ðð ð²ðð½ð¹ð²ð»ð±ð¼ð¿, sin que queden cubiertos por el talco en cuestión de minutos, permitiendo que se aprecien los detalles y la elegancia de cada indumentaria.
ðð¹ ðð®ð¶ð¹ð² ð±ð² ðð»ð±ð¶ð®ð»ð¼ð: ðð»ð® ð¼ð½ð¼ð¿ððð»ð¶ð±ð®ð± ð½ð®ð¿ð® ð¿ð²ð°ðð½ð²ð¿ð®ð¿ ð¹ð® ð²ðð²ð»ð°ð¶ð®
La propuesta surgida de las tertulias de Casa Tey plantea únicamente un Baile de Indianos el sábado antes del lunes de carnaval. No se trata de cambiar el día principal de la fiesta, sino de ofrecer un espacio adicional donde la elegancia y la música sean los protagonistas.
ðð±ð²ðºð®Ìð, ððð¿ð´ð² ð¼ðð¿ð® ð¶ð»ð¶ð°ð¶ð®ðð¶ðð® ð¾ðð² ð½ð¼ð±ð¿ð¶Ìð® ð²ð»ð¿ð¶ð¾ðð²ð°ð²ð¿ ð®ðÌð» ðºð®Ìð ð¹ð® ð¼ð³ð²ð¿ðð® ð±ð²ð¹ ð°ð®ð¿ð»ð®ðð®ð¹
Celebrar el sábado antes del lunes de carnaval un gran banquete indiano en la Plaza de La Alameda, coincidiendo con el final del desfile de Embajadores.
La idea es que el desfile culmine en la plaza y dé paso a una cena organizada, con mesas alquiladas para familias y amigos, al estilo del baile de magos de Santa Cruz de Tenerife, donde se sirvan comidas y bebidas típicas del carnaval y que cada grupo o familia toque música en vivo con instrumentos tradicionales como guitarras, maracas, claves y bongos.
Este evento permitiría que las familias ð¹ðð°ð¶ð²ð¿ð®ð» ððð ð´ð®ð¹ð®ð, ð±ð¶ðð³ð¿ððð®ð¿ð®ð» ð±ð² ð¹ð® ð´ð®ððð¿ð¼ð»ð¼ðºð¶Ìð® ðð¶Ìð½ð¶ð°ð® ð ðð¶ðð¶ð²ð¿ð®ð» ðð»ð® ð²ð ð½ð²ð¿ð¶ð²ð»ð°ð¶ð® ðºð®Ìð ð½ð®ððð®ð±ð® ð ðð¿ð®ð±ð¶ð°ð¶ð¼ð»ð®ð¹, incluyendo a aquellos que, por alergias o por la incomodidad del talco, no pueden disfrutar plenamente del día grande de Los Indianos.
Este gran banquete no solo permitiría reforzar el desfile de Embajadores, sino que recuperaría una forma de celebración más cercana a la esencia de la emigración canaria y su vínculo con Cuba. Sería un evento donde la tradición se mantendría viva en un ambiente familiar, con la oportunidad de compartir cultura, gastronomía y música, creando un espacio inclusivo y respetuoso con las distintas sensibilidades de quienes disfrutan del carnaval.
Otra opción sería un ð´ð¿ð®ð» ð®ð¹ðºðð²ð¿ðð¼ ð±ð² ðð»ð±ð¶ð®ð»ð¼ð ð²ð¹ ð±ð¼ðºð¶ð»ð´ð¼, ð±ð¶Ìð® ð±ð² ð¹ð¼ð ðð»ð±ð¶ð®ð»ð¶ðð¼ð. Un evento familiar y entre amigos, donde se pueda compartir la gastronomía tradicional y la música en un ambiente relajado, sin la presencia del talco. Este almuerzo permitiría a quienes quieran lucir sus trajes disfrutar de la festividad de manera más tranquila y accesible, brindando una alternativa más para quienes desean vivir el carnaval desde una perspectiva distinta.
ððð®ð¹ð¾ðð¶ð²ð¿ð® ð±ð² ð¹ð®ð ð±ð¼ð ð¼ð½ð°ð¶ð¼ð»ð²ð—ð²ð¹ ð¯ð®ð¶ð¹ð² ð±ð²ð¹ ðð®Ìð¯ð®ð±ð¼ ð¼ ð²ð¹ ð®ð¹ðºðð²ð¿ðð¼ ð±ð²ð¹ ð±ð¼ðºð¶ð»ð´ð¼—sería una excelente alternativa para toda la familia y para todas las personas que quieran disfrutar de la tradición, la gastronomía y la música sin polvo.
Las tradiciones no se destruyen cuando se les da nuevos espacios, al contrario, se fortalecen. Que la gente haga lo que le apetezca, como lo hicieron aquellos primeros Indianos. La historia de esta fiesta nos dice que lo importante no es la fecha, sino la actitud. Y si un sábado o un domingo sin talco permite que más personas disfruten de Los Indianos, ¿por qué no intentarlo?