Los meteorólogos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) vigilan de cerca al huracán Grabielle, que se encuentra al este de Bermudas, en mitad del océano Atlántico, y se dirige hacia el este-noreste, rumbo a la Península Ibérica. Según la previsión del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, que lo está monitoreando desde su formación hace días frente a la costa occidental de África, Gabrielle llegará a Azores el viernes y, tras perder fuerza, se convertirá en una borrasca.
Aemet ha informado a través de sus redes sociales de que la presencia del huracán en el Atlántico es “algo relativamente habitual en otoño”, y añade que aunque “aún hay incertidumbre”, podría dejar “mala mar, lluvias y vientos fuertes en el oeste peninsular”.
La trayectoria estimada hasta ahora de Gabrielle se dibuja muy al norte de Canarias, por lo que no está previsto que el archipiélago se vea afectado, aunque el pronóstico aún puede variar.
La temporada de huracanes comenzó oficialmente el pasado 1 de junio y terminará el 30 de noviembre, y este año se caracteriza por estar dejando escasa actividad en el Atlántico. Sin embargo, los expertos advierten de que eso no significa que no puedan formarse tormentas devastadoras aún en este año.