El asunto de las costas está mal gestionado en la provincia de Las Palmas. Eso ya lo sabiamos y así se lo hemos comentado en alguna ocasión. La capacidad del Ministerio de Medio Ambiente en este asunto está marcada por el sectarismo y la incompetencia. De lo primero da prueba la existencia de un ingeniero del régimen, Enrique Copeyro, del que sabemos de su capacidad para deconstruir pero nada de la que tiene para construir. De la incompetencia, lo saben todos los alcaldes que lo han sufrido -escapa Vilaflor- da razón el ingeniero López Orive, a la sazón jefe de la Demarcacion de Costas de Las Palmas. Pero el asunto que hoy traemos aquí amenaza con terminar en la Fiscalía. El Ayuntamiento de Mogán quiere mejorar la playa del mismo nombre y para ello necesita arena. No demasiada arena. La hay en Malpaso, en la costa Este de Gran Canaria, que se utilizó para verterla en la playa de La Laja y que costaría a razon de 2,4 euros el metro cúbico. Pues bien, Costas exige que la arena se traiga de África con un coste diez veces mayor, 24 euros. De entrada, la culpa no la tiene en absoluto el Ayuntamiento, que esta vez es víctima de una arbitrariedad de Costas que entendemos podría ser constitutiva de delito. Se imaginarán ustedes que esto debe tener alguna explicación porque si, por ejemplo, para hacer una escuela la Consejería de Educación exige traer los bloques de Mauritania (aunque los pague ese departamento), y en lugar de pagarlos a 12 euros el metro, lo ha de hacer a 1.200, pues ya saben... el consejero del ramo no recibiría un premio, sino un merecido castigo. Y por ello estas cosas no pasan, afortunadamente, en España.