David Cameron disfruta de sus vacaciones de Semana Santa en un hotel ilegal de Lanzarote

El primer ministro británico, David Cameron, y su familia, ya se encuentran en Lanzarote tras aterrizar en el aeropuerto de Guacimeta a las 11.30 horas de este jueves en un vuelo de Easy Jet procedente de Londres.

El presidente británico salió del aeropuerto de Lanzarote tras pasar por la sala de autoridades y tomó dirección al sur de la Isla, en donde pasará sus vacaciones de Semana Santa hasta el próximo día 30 de marzo, cuando está previsto que abandone la Isla.

Cameron se aloja en el hotel Gran Castillo, ubicado en la urbanización de Las Coloradas, en Playa Blanca (Yaiza). En su anterior visita, hace dos años, se hospedó en Casa Tomaren, un establecimiento de turismo rural en el municipio de San Bartolomé.

El hotel en el que se aloja el primer ministro británico, que está levantado junto al Papagayo Arena, tiene su licencia de construcción anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) desde el año 2007, a raíz de un recurso interpuesto por el Cabildo de Lanzarote, tal como explica Diario de Lanzarote.

El Gran Castillo incumple el Plan Insular vigente, de 1991, al superar el número de plazas máximo de la urbanización de Las Coloradas y tampoco se adapta “a la topografía del lugar” ni a la “arquitectura de Lanzarote”, como destacó el Cabildo en un informe sobre legalidad urbanística.

El listado de irregularidades del establecimiento hotelero es mayor: incumple la normativa de la urbanización de Las Coloradas, al superar la altura máxima entre otros incumplimientos.

Además, el proyecto del hotel contó con el informe negativo de los servicios técnicos del Ayuntamiento de Yaiza y el Consistorio ni siquiera llegó a conceder de forma expresa permiso de construcción, sino que la “supuesta licencia” fue obtenida por “silencio” administrativo de la institución.

Impacto publicitario

Tras las primeras vacaciones en Lanzarote del primer ministro británico, que aprovechó para ir a la playa en Famara o visitar Teguise, el Cabildo de Lanzarote encargó un estudio sobre la repercusión de su estancia en la Isla, que concluyó que había generado un impacto mediático cuyo valor publicitario superaba los 1,2 millones de euros.