'Beguinas', una “serie de mujeres” para romper tabús de época: “La libertad molesta hasta en el día de hoy”

Poster promocional de 'Beguinas'

Marcos Méndez

Cádiz —

La próxima gran serie para el prime time de Antena 3 se llama Beguinas, y aunque todos deberíamos saber de qué trata sólo con su nombre, prácticamente nadie lo conocemos. Es una ficción de época que nos traslada a mediados del siglo XVI, y se inspira en los beguinatos, comunidades de mujeres que defendieron una forma de vida alternativa e independiente del matrimonio y de la Iglesia: “Eran comunidades de mujeres que veneraban a Dios pero no creían en las normas de la Iglesias”, introduce la directora de Ficción de Atresmedia, Montse García.

El South International Series Festival al que asiste verTele en Cádiz ha servido para la puesta de largo de esta incomprensiblemente desconocida historia que es fundamentalmente “una historia de mujeres”, como defiende García. El director de la ficción, Rómulo Aguillaume (Las noches de Tefía, By Ana Milán), expresa la importancia de reflejarla y darla a conocer: “Ahora que se habla tanto del feminismo y la sororidad, es interesante ver sus orígenes. A las beguinas se las considera verdaderas pioneras al unirse y enfrentarse al machismo de la jerarquía eclesiástica. Eran un grupo de mujeres organizándose para ser libres y enfrentarse a poderes masculinos que querían controlarlas”.

Ahora que se habla tanto del feminismo y la sororidad, es interesante ver sus orígenes

Rómulo Aguillaume Director

Su primera proyección en el festival ha permitido que la descubramos como una historia intrigante en la que acompañamos a su destacada protagonista interpretada por Amaia Aberasturi (Bienvenidos a Edén, La edad de la ira, la película Akelarre) a romper con las rigideces de su época, con las que ha sido educada, para conocer realmente quién era y qué hizo su madre, la Gran Dama del beguinato de Segovia. Un viaje intenso (por momentos demasiado), con alto nivel interpretativo, que incluye una sexy historia de amor con el personaje de Yon González, con alguna escena un tanto previsible. Pero una historia con verdadero trasfondo histórico, y que llama a seguir ese viaje y a acompañar a la protagonista en su aventura.

Sus responsables destacan la mezcla de géneros, con “amor, thriller, misterio”, pero ponen más el foco en que verdaderamente “hay una historia”, como incide Montse García, lo que están seguros que le permitirá viajar igual que su anterior serie de época La cocinera de Castamar. Sonia Martínez, directora editorial de Buendía Estudios, reconoce que ese anterior proyecto tuvo importancia: “Nos lanzaron el reto, tras La cocinera de Castamar, de tener una serie de ese tipo. Dulce Díaz descubrió el tema de las beguinas, que nadie conocíamos. Investigamos, y vimos que era una fuente de historias”. La directiva amplía que fue Irene Rodríguez, como guionista, la que le dio el impulso de “pasión y entramado” que la serie necesitaba.

10 capítulos, sin cerrarse a una posible segunda temporada

Martínez deja claro que para Buendía Estudios “lo verdaderamente importante es hacerlo bien”, traten comedia, drama o thriller; valorando el trabajo de todo su equipo y reconociendo que ayuda la “proximidad” con Atresmedia. Aún así, reconoce los riesgos de desarrollar una historia como esta ya que “una serie de época siempre cuesta más porque se le pide más también en el visual. No puedes no dar la talla”. El director amplía que esa dificultad llega incluso a la forma de representarlo: “Al inicio hay que intentar que no se note la época, que no haya algo que te aleje. Los actores han conseguido que nos sintamos cerca de una historia muy lejana”.

Para que los espectadores puedan vivirlo aún habrá que esperar. Emilio Sánchez Zaballos, director de Atresplayer, aclara que “es una serie de Antena 3, que antes se verá en la plataforma, pero aún sin fechas”, añadiendo que para Atresmedia es importante que sus ficciones tengan “esa vida 360, ese recorrido” en tres ventanas. Habrá que esperar al 2024 para ver sus 10 capítulos, sin que suponga su final definitivo: “Está abierta la posibilidad, y puede continuar”, ha explicado Montse García. Dependerá de la recepción del público.

A una serie de época se le pide más. No puedes no dar la talla

Sonia Martínez

El espíritu del beguinato

A nivel interpretativo, la intención fue trasladar ese “espíritu del beguinato”. Así lo explica su director: “La idea desde el inicio fue intentar formar un grupo real de beguinas para trasladar esa sororidad en el trabajo y dar ejemplo. Y ha salido muy bien”. Tan bien, que ha permitido bromear a Sonia Martínez: “Yo tenía miedo, decía que teníamos demasiada mujer en el reparto e íbamos a tener problemas. Y ha ido como la seda”.

Efectivamente, es un casting lleno de mujeres, muchas de ellas beguinas. A la protagonista Amaia Aberasturi la rodean Melani Olivares, Beatriz Segura, Lucía Caraballo, Meritxell Calvo, Laura Galán, Elisabeth Gelabert, Silma López, Ella Kweku y Cristina Plazas. También hay hombres, además de Yon González, como Javier Beltrán, Jaime Olías, Antonio Durán ‘Morris’, Jorge Kent, Ignacio Montes y Jonás Berami.

Que el personaje de Amaia Aberasturi, Lucía de Avellaneda, es el eje central lo demuestra la definición que hace Yon González de su propio alter ego, reconociendo que al contrario que en tantas y tantas series y películas, aquí el hombre está supeditado a la mujer: “Mi personaje principalmente se basa en una historia de amor con la maravillosa protagonista que es Amaia Aberasturi”. Una actriz con más recorrido como Melani Olivares se suma a ese reconocimiento: “Amaia ha hecho un personaje protagonista en el que ha tenido que aunar y capitanear un barco que muchas veces no era fácil, y lo ha hecho desde un sitio precioso, con la esencia de las beguinas. Es maravilloso ver a actrices jóvenes así”.

Señalada por todos, Aberasturi sólo muestra agradecimiento: “Es un personaje nuevo para mí, y sostenerlo durante 10 capítulos rodando todos los días, muchas secuencias, ya era un reto. Yo venía de rodar otras cosas. Para mí es una novedad porque no había hecho una historia de amor, ni thriller. El reto está en hacer algo diferente a lo que venía haciendo, y distanciarme”. La actriz, bromeando con el calor que han pasado grabando en Segovia vestidos de época, y explicando el empeño de todos en “no interpretar como de época, porque si no aleja” (a la vez que alaba que esa parte la logren los compañeros de vestuario y maquillaje), destaca cómo su Lucía “no es rebelde, pero al descubrir a las beguinas abre esa puerta, descubre que la parte rebelde tiene su gracia”.

Papeles que han marcado a sus actrices

Las explicaciones que otras actrices hacen de sus personajes permiten comprender la sororidad de las beguinas. Melani Olivares, pese a su dilatada carrera, confiesa: “Es el personaje que me ha revuelto más”. La intérprete contextualiza que nunca había hecho nada de época, y destaca cómo eran las beguinas: “Eran intelectuales, no practicaban la castidad, eran libertas, y la libertad molesta hasta en el día de hoy. A mi personaje la han destrozado, y junto a su hija, mi compañera Lucía Caraballo, marca su forma de ser”. “Le mueve el miedo y el cariño. Por eso el personaje de Lucía es tan importante”, mantiene.

La libertad molesta hasta en el día de hoy

Melani Olivares

Beatriz Segura interpreta a Marie Anne, una beguina “especial” porque proviene del norte de Europa y ha vivido fuera de un país que, como ella misma explica, estaba entonces cerrado por el fundamentalismo religioso: “En el año 1559, cuando se ambienta, la Inquisición estaba en su momento más álgido y prohibió hasta a los hombres irse a estudiar a Europa. Las beguinas representaban esa peligrosidad, por estar en contacto con otros beguinatos del resto de Europa”. Su Marie Anne representa ese espíritu aperturista: “Mi personaje es un poco el antagonista de Melani, una mujer optimista que cree en el futuro del mundo”.

La actriz Ella Kweku se convierte en Guiomar Ruy, una mujer canaria que fue esclava y ahora es libre entre las beguinas. “Una mujer fuerte y luchadora en una época en la que es difícil ser mujer, y más negra. Logra sobreponerse, estudiar medicina que es su pasión, y demostrar que no importa raza ni sexo”, presume la intérprete, destacando que debutar en una serie de época, y con este papel, le ha permitido “aprender mucho de mis propias raíces”.

No lo dice por decir, sino que es muy real: “Descubrí que mis antepasados eran vendedores de esclavos. Yo vengo de una tribu que vendía esclavos. Para mí fue increíble meterme en esta historia, aprendí mucho de mis antepasados”, cuenta, ampliando que estudió sobre la esclavitud africana lamentando que sea algo que “no se toca en los colegios, y ni sabía que era posible en España”. Esa profundización se utilizó para la serie, ya que como aclara el director “Hay documentos que demuestran que ya había mujeres de raza negra que eran libres, está documentado. En el caso de Ella lo adaptamos a su origen canario. Está documentado que podría haber sido real, aunque no sea un personaje real”.

Así es 'Beguinas'

Segovia, 1559. Lucía de Avellaneda celebra su fiesta de compromiso con el Marqués de Peñarrosa, un noble elegido por su hermano. Este matrimonio promete reforzar el status financiero y social de la familia, pero, en medio del festejo, la prometida recibe una misiva inesperada de una mujer que asegura ser su madre y que la reclama en su lecho de muerte.

Lucía se presenta en el beguinato, donde su madre la ha citado. En este lugar convive con otras mujeres de manera independiente y al margen de la Iglesia.

La joven se abre a un mundo nuevo que le hará cuestionarse todo lo que había conocido hasta el momento. Y, además, conocerá el amor a través de una pasión pura e irrefrenable, pero prohibida. Lo arriesgará todo por Telmo, un hombre judío que debe ocultar sus creencias y su pasado.

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