Rocío gana 'GH 20', la edición más fugaz de la historia en Telecinco, en un adiós agridulce para los fieles al formato

Rocío Gallardo, afincada en Cádiz, se proclamó ganadora de Gran Hermano 20 en una final tan celebrada como dolorosa para los fieles seguidores del formato. La edición bajó el telón de forma prematura, tras apenas 42 días de convivencia, convirtiéndose en la más breve de la historia del programa. Un desenlace abrupto a consecuencia de las pobres audiencias cosechadas desde su estreno, que obligó a cerrar una nueva casa inaugurada para la ocasión. Un adiós tan intenso como fugaz, en el que la gaditana se impuso a Raúl Martínez, Aquilino Jiménez y Cristian Orvich.

La última gala de GH 20, emitida el jueves 18 de diciembre, dejó un sentimiento agridulce entre quienes acompañaron al programa hasta el final. A lo largo de las semanas y tras haber vivido una compleja estancia en el 'Oasis', la audiencia ya dejó claro que Rocío era una de sus claras favoritas: se salvó de cada nominación y de los incesantes viajes que el camión de mudanzas hizo a Tres Cantos para vaciar poco a poco la casa. Todavía retumba esa apreciación de Edurne González, quien aventuró que el desalojo masivo de concursantes respondía a las bajas audiencias.

En esta ocasión, la espontaneidad y la inocencia de Rocío se han impuesto sobre los otros 20 concursantes. Desde el primer día, su naturalidad y cercanía conectaron con la audiencia, que vio en la andaluza elevadas dosis de autenticidad. Sin filtros ni artificios, su carácter le permitió atraer el público por encima de los grandes conflictos protagonizados por sus compañeros —y hubo bastantes—. Conectó con la audiencia para superar a Cristian, que ya formó parte de Uno de GH 20, en un duelo final que se resolvió en plató y no en la casa.

Con la victoria de Rocío, el palmarés de ganadores de Gran Hermano en su versión original con anónimos queda de la siguiente manera:

Así arrancó la final de 'GH 20', sin demasiada fastuosidad

La noche arrancó sin demasiada fastuosidad, lejos del despliegue escenográfico con el que Mediaset solía engalanar sus instalaciones en ediciones anteriores. Mientras en imagen aparecían los concursantes, la voz de Jorge Javier Vázquez recordaba quiénes luchaban por el triunfo. Segundos después, Juan Quintana, ganador de Gran Hermano 19, apareció en plató flanqueado por otros bailarines y sosteniendo el preciado maletín: todos interpretaban una coreografía para celebrar la gran noche del reality show.

“Esta noche es la noche. La edición llega a su fin”, comentó el presentador al Súper, quien aseguró que este adiós era “el inicio de algo mejor”. Pese a la escasa duración de la edición, Jorge Javier quiso enviar un mensaje a los valientes que se sometieron al gran reto de convivencia que supone este formato: “Gane quien gane esta noche, tened presente una cosa: vosotros y vuestros compañeros de plató ya habéis hecho historia. Fuisteis los primeros en pisar la nueva casa donde comenzó todo”.

¿Cómo valoraron entonces los finalistas su paso por la casa? Rocío calificó como “increíble” la experiencia, Aquilino aseguró que firmaría en ese preciso instante “por volver al primer día” porque había sido lo más “emocionante” de su vida, Cristian insistió en que estaba cumpliendo su sueño y “el de mucha gente”. Por su parte, Raúl se pronunció en términos similares: “Entré con muchas dudas, pero doy gracias a Dios por tener ese espíritu aventurero y haberme envalentonado por venir aquí. Lo haría una y mil veces”.

Justo después de los alegatos, GH 20 dio a conocer sus primeros porcentajes ciegos. Bastaron apenas unos minutos para constatar hacia dónde se inclinaba la audiencia: la barra verde se disparaba con un 49.3%, muy por delante de la amarilla (18.8%), la rosa (16.0%) y la marrón (15.9%). A continuación, la organización puso en marcha la mecánica anunciada y comenzaron los reencuentros familiares. Mientras tanto, las hinchadas defendían a sus candidatos en las gradas de público ubicadas en plató.

Mediaset ya había anunciado que la gran final de GH 20 estaría plagada de reencuentros familiares. La emoción se convirtió en protagonista inesperada, con los concursantes fundiéndose en distintos abrazos con sus más allegados. Rocío fue la primera en recibir a su madre: “Que te quiero y que te lo voy a decir más. […] Te voy a decir que te quiero todos los días”. Chari, por su parte, respondió al llanto de su hija con un “orgullosa estoy yo”. El momento lacrimógeno dio un respiro a la audiencia con Juan Quintana poniendo en pie a todo el plató.

Ya de vuelta en la casa, la gala se centró en Aquilino: “Gran Hermano me ha cambiado la vida, me ayudó a enfrentarme a problemas que yo vivía en mi día a día”. Además, aseguró que toda su vida había recibido “muchas críticas” tanto por su “manera de ser” como por su forma de expresarse: “Nunca se me ha entendido”. Tras un baile programado, la organización facilitó el reencuentro con Enriqueta, su madre: “No tenerlo cerca me ha dolido, pero estamos superorgullosos de él”.

Sorprendentemente, la audiencia reaccionó ante lo que estaba ocurriendo en la casa. Los porcentajes comenzaron a moverse, y la barra verde alcanzando la 'mayoría absoluta' con un 50.9%: se posicionó muy por delante del acumulado de votos de los otros tres finalistas (18.1%, 15.6% y 15.4%). Y mientras la audiencia continuaba manifestando su criterio, Raúl se convirtió en protagonista con el mensaje de su novia Sandra: “Que sepas que estoy superorgullosa de ti y que, pase lo que pase, para mí ya eres mi ganador”.

Raúl quedó cuarto, y Aquilino se perdió el duelo final

“La audiencia ha decidido que el cuarto clasificado de GH 20 sea… ¡Raúl!”, comunicó Jorge Javier Vázquez cuando los relojes marcaban las 00:10 horas. Visiblemente emocionado, el concursante se dirigió al público con sus primeras palabras tras la expulsión: “Muy orgulloso de haber llegado aquí. Yo ya me siento ganador con haber entrado aquí. Mi gente es mi premio”. En ese momento, la posibilidad de ganar quedó reducida a tres nombres: Rocío, Cristian y Aquilino.

A las 00:36 horas, el maestro de ceremonias volvió a pronunciar la oración más temida por los concursantes: “La audiencia ha decidido que el tercer clasificado de GH 20 sea… ¡Aquilino!”. Ya fuera de la competición, el alicantino se mostró agradecido por haber sido parte de esta experiencia mientras el público vitoreaba su nombre: “Estoy supercontento por vosotros. Ánimo, porque sois unos campeones”. En ese preciso instante, el reality show reactivó las votaciones para que los espectadores decidiesen sobre el triunfo.

La casa ya solo contaba con dos habitantes, y el Súper comenzó a decir adiós a los dos finalistas: “Cristian, llegó el momento de despedirse de la que ha sido tu casa. Se acaba esta aventura, es hora de volver con los tuyos. Llévate los buenos momentos y deja atrás los malos”. Por su parte, el madrileño se emocionó y compartió un mensaje con el equipo del programa: “Gracias, Gran Hermano, por todo. Gracias a vosotros mi vida va a cambiar a mejor”. Y cruzó por última vez la puerta del jardín.

Mientras la voz suprema de la casa recordaba que había llegado “el final de este gran viaje”, el planteamiento “Gran Hermano es vida pura” apareció en escena. Rocío se despidió de su hogar mientras el Súper agradecía su entrega: “Gran Hermano caminará contigo a partir de ahora”. En ese instante, las luces comenzaron a apagarse. Una lacrimógena melodía sonaba mientras las habitaciones se sumían en la oscuridad y se solapaban con imágenes de momentos más memorables de la convivencia.

Rocío venció a Cristian en la batalla final por ganar 'GH'

Jorge Javier Vázquez recibió primero a Cristian en plató, y minutos después se sumó Rocío. Los dos tomaron asiento en la mesa central de plató cuando los relojes marcaban las 01:30 horas, con el madrileño destacando que el formato le había cambiado la vida: “Gran Hermano me ha puesto los obstáculos en el camino que necesitaba”. También insistió en que ahora se siente mucho mejor que antes de formar parte de la experiencia: “Ahora estoy mejor, esto es lo que necesitaba. Quiero lo mejor para mí y para mi hija”.

Después le llegó el turno a la gaditana, quien destacó que siempre fue ella misma durante la competición: “Todo lo que he hecho, lo he hecho siempre con el corazón”. GH 20 le permitió tomar conciencia de lo necesario que es dar cariño a los demás: “Muchas veces no vemos las cosas especiales que tenemos. […] Te das cuenta de que la vida es un minuto y lo tienes que disfrutar. A veces tenemos que saber valorarnos y querernos”. En ese momento, el capitán del reality dio paso a publicidad, con las votaciones a punto de cerrarse por última vez.

Finalmente, tras los alegatos de los finalistas y las apuestas de sus excompañeros sobre quién debía ganar, Jorge Javier Vázquez tomó posiciones para descubrir la decisión de los espectadores: “La audiencia ha decidido que debe ganar Gran Hermano 20... ¡Rocío!”. Como era de esperar, la emoción invadió a la flamante vencedora de la edición, recibiendo al instante la enhorabuena de sus compañeros, familiares y amigos. Juan Quintana, quien venció en GH 19, le entregó el preciado maletín.