Asesinado Ricardo Ortega, enviado especial de Antena 3 a Haití
El corresponsal de la cadena española Antena 3 Ricardo Ortega, que cubría la crisis haitiana, murió ayer por la tarde tras resultar herido de bala durante un tiroteo en Puerto Príncipe. Ricardo Ortega había cubierto la manifestación, que arrancó en Petion Ville, la zona más degradada de Puerto Príncipe, y que se dirigía a los barrios altos de la ciudad. Durante la marcha, decenas de miles de personas exigieron el procesamiento de Yvon Neptune, primer ministro haitiano. Guy Philippe, líder de los rebeldes armados, encabezaba la concentración. La manifestación, en la que participaron 10.000 opositores, estaba protegida por marines estadounidenses y gendarmes franceses fuertemente armados. Hacia las dos de la tarde (las ocho de la noche en España), cuando los manifestantes se acercaban al Palacio Presidencial, un grupo de «chimeres» comenzó a disparar desde un tejado, en el barrio de Bel Air, mientras otros sicarios leales a Aristide lo hacían desde otros puntos de la zona. Los “chimères”, partidarios del ex gobernante, atacaron a los manifestantes y provocaron el pánico entre las decenas de miles de personas que participaban en la marcha. Según el fotógrafo del diario Miami Herald, Peter Andrew Bosh, otros dos periodistas están entre los 26 heridos contabilizados. Uno de ellos es el también estadounidense Michael Laughlin, de 37 años, fotógrafo del Sun Sentinel, de Fort Lauderdale. Ocho periodistas, cámaras y fotógrafos se refugiaron en una vivienda para dar los primeros auxilios a un fotógrafo herido. Cuando Rafael Ortega intentaba hacer una llamada de socorro, el reportero español fue tiroteado. Tras comprobar que Ricardo estaba herido, entre todos lo subieron a una ambulancia. «Sangraba bastante, pero aún estaba vivo. Después nos enteramos de que había muerto», informó Mauricio Sánchez, compañero de APTN, que le había acompañado durante la manifestación.
El cuerpo del enviado especial de Antena 3 quedó tendido en la calle. Cuando los atacantes huyeron de los soldados franceses y de la Policía haitiana, que vigilaban la manifestación, Ortega pudo ser trasladado en ambulancia a la clínica de Canapé Vert. Ya en el hospital, mientras los médicos se disponían a intervenir quirúrgicamente al periodista, éste entró en estado de «shock» y falleció. La cónsul de España en Haití, Pilar Méndez, se presentó en el hospital para formalizar las diligencias y hacerse cargo del cadáver. Esta mañana se le practicará la autopsia y su cuerpo será trasladado a la embajada, donde se instalará la capilla ardiente. Las autoridades españolas están agilizando los trámites para repatriar sus restos mortales a España. Ricardo Ortega había llegado a Puerto Príncipe el pasado 27 de febrero.
Un periodista de larga trayectoria Ricardo Ortega fue corresponsal de la Agencia EFE en Moscú y posteriormente de Antena 3 Televisión desde donde cubrió la transformación de la antigua URSS. En esos años cubrió los innumerables conflictos que se produjeron en las republicas caucásicas con especial atención a todo el conflicto de Chechenia. Posteriormente se trasladó a la corresponsalía de Nueva York. Fue testigo directo de los atentados del 11-S. En conexión directa con Madrid narró todos los hechos que ocurrieron en la ciudad de Nueva York. Desde que el primer avión avión impactó con una de las Torres Gemelas hasta la jornada de miedo y rabia en la que murieron más de dos mil personas. El periodista pidió una excedencia cuando Antena 3 decidió relevarle de la corresponsalía de Nueva York y quiso que regresara a Madrid. Según fuentes de la emisora de televisión, cuando estalló el conflicto de Haití, anuló su excedencia y viajó hasta la isla caribeña con un equipo de Antena 3 para informar sobre la crisis del Gobierno de Aristide. Su impetú periodístico le llevó a cubrir en primera línea del frente la guerra de Afganistán. Fue uno de los primeros corresponsales extranjeros que entraron con la Alianza en Kabul tras la caída del regimen talibán. Posteriormente desde Nueva York cubrió todo el conflicto político de la guerra de Irak. Ahora de nuevo su profesión en primera línea del peligro le había llevado a Haiti, donde ha encontrado la muerte.