Rezando y arreando
Ecos de la ratomaquia (Gran hermano 5, Tele 5) La salida de Aída no ha comportado el sosiego de la jaula. El italiano Nico está muy agresivo. Motivo: los horrorosos pedos que se tiran sus compañeros en cualquier sitio. Es un tema duro. Ramón le acusa: “Pretende ser el Sol y nosotros sus planetas”. Pero las ventosidades nublan el ambiente y no hay modo de practicar la astronomía. Luhay sigue los pasos de Aída. Se pone la chilaba, extiende la moruna alfombrilla, y reza de cara a La Meca según marca su brújula. Cuando está así, habla en tercera persona y dice: “Tenemos la cabeza en su sitio. Tenemos fe. Luchamos”, y se le pone cara de feroz guerrero magrebí. La única feliz es Vanessa. Se ha enamorado de Ramón. Disfruta viéndole pasar. Murmura: “Tiene 31 años. Sabe lo que quiere”. ¡Ah! nos gustaría escucharla cuando Ramón cumpla 51. El único evento memorable es que ya no pedalean como descosidos. Han superado la prueba de la bici. Han pedaleado miles de kilómetros sin moverse del sitio. El trenecito Vibraban de emoción, ayer, los telediarios: se ha inaugurado el AVE Madrid-Lleida y la locomotora no se ha caído por ningún agujerito. “¡Los Reyes han descubierto cinco placas a lo largo del trayecto!”, nos decían emocionadísimos. O sea, la velocidad de crucero es humilde, pero se ha batido el récord ferroviario de descubrimiento de lápidas conmemorativas. El jueves Ramon Rovira planteó una curiosísima reunión (Àgora, El 33) con egregias figuras relacionadas con la magna obra de ingeniería. Pero no fue un debate: fue una paliza a Joaquín Lahoz, presidente del Colegio de Geólogos de Aragón. El PSC, el PP y CiU hicieron piña contra el heterodoxo personaje que cuestionaba las medidas constructivas de la línea. ¡Ah! es el pragmatismo político: ante un AVE consumado, no menearlo mucho, que nos ha costado una fortuna.