El Canarias culmina un gesta histórica y alcanza la final

Tyrus Magee, del Umana Reyer Venezia, frente a Nicolas Richotti, del Iberostar Tenerife, en el pabellón Insular de Tenerife. EFE/Cristóbal García

Canarias Ahora Deportes

El Iberostar Tenerife continúa agrandando su historia con una actuación memorable ante el Umana Reyer Venezia (67-58) y disputará el título de la Basketball Champions League frente al Banvit turco, conjunto que superó al AS Mónaco por 83-74, el próximo domingo a las 19.15 horas.

Los aurinegros, ante un Santiago Martín entregado desde el minuto 1, afrontaron una primera mitad igualada pero poco a poco, gracias a su acierto ofensivo, fue poniendo distancias ante un equipo italiano que nunca arrojó la toalla.

El equipo tinerfeño jugó como lo viene haciendo, trabajando muy bien en defensa y aprovechando en ataque la más mínima oportunidad para intentar anotar.

Mención especial para el ala-pívot Tim Abromaitis, determinante en lo que sería el inicio del despegue en el marcador, y Aaron Doornekamp, muy acertado también.

Tras un primer cuarto dominado por los italianos (13-18), a partir del segundo el Iberostar Tenerife empezó a hacerse con el juego. Un triple de Abromaitis puso el 21-21 (min.12) y el mismo jugador dio a su equipo la primera ventaja en el marcador un minuto más tarde (23-21).

El Venezia, que empezó bien el choque, se atascó en ataque, sobre todo porque Ejim no lograba entrar en juego y Ortner era muy bien sujetado por los aurinegros.

Su técnico, Walter de Raffaelle, intentó cortar esta buena racha local a base de cambios defensivos, primero con individual, luego con una zona impar, pero poco éxito le dio.

Pero si el partido se mantenía con un marcador muy igualado, salió Aaron Doornekamp para cambiar la dinámica, no en vano dos triples suyos casi consecutivos supuso las primeras ventajas importantes (36-32) y un minuto más tarde el cuadro lagunero Tenerife alcanzaría la máxima hasta el momento (40-34).

El inicio del tercer cuarto era clave, pero el equipo de Vidorreta supo aguantar bien la presión italiana, logró un parcial de 10-0 y 50-34 en el marcador, y ya el cuadro español tenía controlado el partido, pero siempre con el respeto normal de un choque de este tipo.

Lo cierto es que el equipo insular jugó con cabeza y buscó el error visitante, porque llegar con ventaja al término del tercer cuarto era vital y lo consiguió (56-42).

El último cuarto fue un querer y no poder de los italianos ante un Iberostar Tenerife que, aunque cometió errores importantes en ataque, lo supo solucionar con su buena defensa para ganar al final el choque.

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