Un paseo de sur a norte por las famosas Cinco Villas

Torres y tejados de Sos del Rey Católico, la joya de las Cinco Villas. Jesús Abizanda.

Viajar Ahora

La primera vez que oímos hablar de las Cinco Villas , nos enteramos que, en realidad, son las Zinco Billas. Así, tal cual, en aragonés. Ya habíamos leído de Sos del Rey Católico en los libros de historia como la cuna de Fernando el Católico que nació en este pueblecito a dos pasos de Navarra allá recién estrenada la segunda mitad del siglo XV. Pero no sabíamos que esta comarca zaragozana, que se encaja como una punta de flecha entre Huesca y Navarra, guarda algunos de los pueblos medievales más bonitos de España . Tampoco sabíamos que más allá de castillos, viejos palacios o fastuosas iglesias que alternan el románico y el mudéjar, íbamos a quedar engatusados por la naturaleza rotunda de la Sierra de Santo Domingo o por los paisajes lunares de Los Agualares de Valpalmas. Y todo concentrado en un trozo de tierra de apenas 3.000 kilómetros cuadrados que permiten ir de acá para allá dejándose llevar.

Como nos sucedió cuando visitamos el Valle del Boí , en el Pirineo leridano, quedamos totalmente impactados y descubrimos que esta comarca legendaria ofrece mucho más que los impresionantes cascos históricos de las cinco poblaciones que dan nombre al lugar (Tauste, Ejea de los Caballeros,Sádaba, Uncastillo y Sos del Rey Católico). Lo ideal, para quedar suficientemente saciado es dedicar tres o cuatro días para visitar los recovecos más recónditos del lugar, pero con un fin de semana es suficiente. Un plan genial para pasar unos días diferentes (no todo va a ser turismo urbano). Viajar Ahora te da las claves para explorar a fondo este trozo de historia viva que merece estar a la par con otros grandes destinos históricos españoles.

TAUSTE; LA ENTRADA A LAS CINCO VILLAS

Por carretera, y desde Zaragoza, las dos vías de llegada hasta la carretera A-127 que, de sur a norte recorre la espina dorsal de la comarca y conecta cuatro de las cinco villas. La primera estampa que nos sale al paso, apenas unos kilómetros después de dejar la AP-68 (autopista de peaje) o la N-232, es la impresionante torre mudéjar de Santa María. Toda una declaración de intenciones de lo que nos espera A-127 arriba. Tauste es el primero de los pueblos con los que nos topamos en nuestra ruta. Aquí nos vamos a encontrar con las características básicas de las poblaciones de la comarca: conjuntos arquitectónicos medievales con tramas urbanas laberínticas que atesoran edificios de gran valor histórico y artístico.

Siguiendo este esquema, el centro de Tauste es un laberinto de casas de piedra de la que emergen grandes edificios como la propia Parroquia de Santa María (Dirección: Plaza de Santa María, 17; Tel: (+34) 976 854 517), paradigma del gótico mudéjar en la comarca que como sucede en otros templos de la región, aprovechó buena parte de la mezquita preexistente en su construcción. El elemento más destacable es su torre de ‘purísimo’ estilo mudéjar, que se erigió partiendo del minarete de la mezquita musulmana. Otros monumentos notables como la Iglesia de San Antón (Dirección: Plaza de San Antón, sn; Tel: (+34) 976 854 950), románica del siglo XII, el Monasterio de San Jorge (Dirección: C/ Santa Clara, 2; Tel: (+34) 976 855 020), de estilo renacentista –Siglo XVII- o la Casa de la Cámara (Dirección: Cuesta Cámara, 12; Tel: (+34) 976 854 760; E-mail: elpatiaz@elpatiaz.es), uno de los máximos exponentes del renacimiento civil de la Provincia de Zaragoza, aparecen acá y acullá en una trama urbana heredera directa de los musulmanes que convirtieron en villa el pequeño asentamiento anterior.

Para encontrar rastros de los pobladores más antiguos de la localidad hay que tomar la A-126 en dirección a Remolinos para visitar los restos del Yacimiento Arqueológico de Valdetaus (Dirección: A-126 –a 4 km del centro de Tauste) una pequeña meseta dónde se levantó una pequeña ciudadela ibérica que, posteriormente, fue ocupada por los romanos. Otro punto de interés a escasos kilómetros del centro del pueblo es el Santuario de Sancho Abarca. Desde aquí se tienen impresionantes vistas sobre el paisaje de Las Bárdenas Reales, ya en Navarra.

EJEA DE LOS CABALLEROS; LA CAPITAL COMARCAL

Apenas 25 kilómetros separan Tauste de las primeras casas de Ejea de los Caballeros , localidad que ostenta la ‘capitalidad’ oficiosa de toda la comarca. Aquí nos encontramos con la judería más importante de la comarca. Los hebreos llegaron a la zona tras la conquista cristiana de la ciudad de Zaragoza a principios del siglo XII. La huída de gran parte de la población musulmana provocó que la Corona de Aragón diera privilegios a los judíos que se mudaran a la zona. En Ejea de Los Caballeros, la comunidad hebraica se asentó en la zona noroccidental de la localidad siendo la quinta más grande del territorio aragonés durante la Edad Media. El Museo La Espiral (Dirección: Plaza del Rufián sn; Tel: (+34) 976 667 737; E-mail: laespiral@laespiral.es) explora la herencia islámica y judía del Valle del Ebro, con hincapié en las Cinco Villas.

Las piedras más antiguas de la localidad se encuentran en la calle Tajada, justo tras el ábside de la Iglesia de Santa María (Dirección: Plaza Sta. María, sn; Tel: (+34) 976 664 100). Piedras que, en sus cimientos, se remontan a tiempos de Roma y que dan fe de tiempos convulsos en los que era necesario contar con buenas defensas. Así, hasta las torres de las iglesias se convierten en torres defensivas como sucede con la Iglesia de San Salvador (Dirección: C/ de la Mediavilla, 41; Tel: (+34) 976 667 528) que alterna románico con gótico y la singularidad de que formó parte de las murallas de la ciudad; y sus dos torres-campanario, más aptas para disparar flechas que para tañer campanas así lo atestiguan. Piedras, decíamos, como las que esculpió el Maestro de Agüero , uno de los grandes del arte medieval español, en las portadas románicas de San Salvador. Piedras que se encuentran por doquier a lo largo y ancho de un pueblo que bien merece un paseo.

Y agua. La vega del Río Arba creó u paisaje agrícola imponente que se nutre del propio Arba y una tupida red de canalizaciones, acequias y albercones que empezaron a construirse en épocas anteriores a la presencia romana. Un buen ejemplo es la Estanca de El Gancho, una alberca gigantesca que, a la par de abastecer de agua a la fértil vega de la ciudad, también es zona de parada y cría de multitud de aves acuáticas. El Museo Aquagraria (Dirección: C/ Manuel Lorenzo Pardo, sn; Tel: (+34) 876 637 603; Ver horarios ) explora la relación de los hombres y mujeres de la comarca con el agua desde tiempos remotos. El que quiera profundizar un poco más en el carácter de estas gentes puede darse un salto hasta El Bayo para visitar La Casa del Colono (Dirección: C/ de la Venta del Guiral, sn –El Bayo-; Tel: (+34) 876 637 603; Cita Previa ).

CASTILLOS DE LA FRONTERA

Durante siglos, esta zona fue, primero, zona de expansión cristiana frente al islam y, después, frente de contención de las ambiciones de los reinos de Aragón y de Navarra. Y eso se nota. Una imponente fortaleza preside la pequeña y preciosa población de Sábada y nos adelanta lo que nos encontraremos en nuestro camino hacia el norte. El Castillo de Sábada (Dirección: C/ del Castillo, sn; Tel: (+34) 699 425 834) es de los mejor conservados de la comarca y sirve de excusa para hacer un alto en una población que, pese a su pequeño tamaño, está cuajada de casas solariegas. También a muy poca distancia de esta población se encuentra el Yacimiento Romano de Los Bañales (Acceso: C/ de Ronda –Layana-; Tel: (+34) 976 679 121), antigua ciudad romana que está saliendo a la luz tras intensas campañas de excavación.

La misma configuración urbana de Sábada se repite enUncastillo, con la fortaleza que le da nombre señoreando sobre los tejados de la villa. El Castillo (Dirección: C/ Sombrano sn) se asienta en la cima de la Peña de Ayllón y hoy alberga una interesante exposición sobre la paz y la guerra durante la Edad Media. En Uncastillo también hay un par de cosas que ver sí ó sí; al igual que pasa en otras localidades de la comarca hay una interesante judería en la que llegaron a vivir más de 130 individuos. Varios palacios solariegos y seis iglesias románicas atestiguan la importancia que esta villa tuvo en el pasado. Altamente recomendable es la de San Juan (Dirección: Cale San Juan, sn) que atesora las mejores pinturas murales medievales de la comarca. A través de la carretera A-1202 e accede a las poblaciones de Luesia (con otro imponente castillo) y Biel, otro de los enclaves judíos de la comarca que cuenta con un pequeño museo.

SOS DEL REY CATÓLICO; LA JOYA DE LA CORONA

La carretera A-127 sigue ascendiendo hacia el norte regalándonos vistas como el castillo de Castilistar, que fue uno de los baluartes desde los que Aragón inició su expansión hacia el sur en la guerra continua contra los musulmanes. Poco más de 23 kilómetros separan Uncastillo de Sos del Rey Católico, la joya de la comarca y uno de los pueblos más bonitos de España. El viajero se encuentra con una de las localidades medievales mejor conservadas del país; una verdadera delicia en forma de laberinto de piedra que es, en sí mismo, un verdadero museo al aire libre. Como decíamos al principio,aquí nació Fernando el Católico, en el Palacio de Sada (Dirección: Plaza Hispanidad, sn; Tel: (+34) 948 888 524; E-mail: turismo@sosdelreycatolico.com ), un imponente palacete renacentista del siglo XVI que fue edificado sobre los muros del antiguo castillo y que hoy alberga un centro de interpretación sobre la vida y la época de Fernando II de Aragón.

A diferencia de lo que sucede en otras localidades de las Cinco Villas, Sos se comió su Castillo. Por eso aparecen acá y acullá muros, puertas y restos de torres dónde se construyeron casas y palacios. Quizás por eso este pueblo sea tan especial. Las antiguas murallas constriñeron calles y plazas a los caprichos de la Peña Felizana, una meseta rocosa y alargada muy fácil de defender dónde los musulmanes levantaron una fortaleza precaria allá por el 900. Después llegaron los cristianos (en el 1044) y la piedra fue rellenando la meseta creando un casco urbano único. De aquellos primeros tiempos son la Torre del Homenaje, de los pocos restos que aún quedan del castillo, y la Iglesia de San Esteban (Dirección: C/ Padre Mariano Jauregui, 4; Tel: (+34) 948 888 524). De los primeros años de cristiandad de la villa quedan la espectacular cripta, porque todo lo de arriba (del siglo XII) mezcla románico y gótico con impresionantes pinturas murales.

Las callejuelas de Sos del Rey Católico (que fueron el escenario de la película La Vaquilla) te van descubriendo nuevas joyas como la Lonja Medieval (Dirección: C/ Manuela Pérez de Biel), antiguo mercado del siglo XV reconvertido hoy en Bliblioteca o las diferentes puertas que se abrían en las murallas. En torno a la Plaza de la Sartén, por ejemplo, se localiza la judería, en la que aún conservan unas 30 casas de la época con pequeñas huellas de su pasado hebreo. Dicen que lo que hoy es la Casa Rural El Sueño de Virila (Dirección: C/ Coliseo, 8; Tel: (+34) 948 888 659: E-mail: info@elsuenodevirila.com) ocupa la casa que sirvió de antigua sinagoga. A las afueras del pueblo se encuentra el Monasterio de Nuestra Señora de Valentuñana (Acceso: A-1601; Tel: (+34) 948 888 072; Horario: LD 10.00 – 13.00 y 17.00 – 19.00), un precioso edificio del siglo XVII. La ruta de Las Cinco Villas culmina en pequeños pueblos como Navardún (que cuenta con un impresionante castillo), Urriés o Undués de Lerda, último pueblo del Camino de Santiago por tierras aragonesas.

Fotos Licencia CC:Jesús Abizanda; Iglesias y Catedrales; José Antonio Gil Martínez ; Learn by doing MU ; Alistair Young.

Etiquetas
stats