Soria y la Televisión Canaria

Cuando el diputado pepero Víctor Moreno acusó a García de dirigir una tele que “sólo” promociona a Coalición Canaria y a Paulino Rivero, la respuesta del director general fue digna de pasar a la historia de las confesiones inconfesables: “ustedes pusieron al señor Carlos Taboada en la Televisión y no se ha quejado, pregúntenle a él”. Por primera vez en el Parlamento canario el director del ente público señala nombre y apellido de un comisario político, y reta al partido que lo puso a que le exija que haga bien su trabajo.

Este vicepresidente del gobierno que dice que confía en los profesionales del canal público, es el mismo que enchufó a una comisaria política de su partido en el puesto de directora de informativos en la radio pública. Desde que perdió a Larry y a Gago siempre acude a Madrid a buscar periodistas, aunque en la Televisión Canaria trabajan 250. Soria le puso a la periodista madrileña una nómina desde enero de 2008, cinco meses antes de emitir la radio, con tanto tiempo libre que pudo compatibilizar el cobro de un buen sueldo del ente público con el encargo de un retrete exclusivo dentro de su despacho y el trabajo de interventora del PP en las elecciones generales de marzo de 2008.

El gran Pepe Alemán además de maestro de periodistas es el autor del aforismo filosófico “una cosa es una cosa y otra cosa son dos cosas”. Cuando escuchamos a PP Manolo decir una cosa, siempre está diciendo dos cosas, o sea otras cosas. Por eso si en el Parlamento PP Manolo habla de los 250 trabajadores de Televisión Canaria y de sus familias, el líder del PP no está pensando en el pan de esas familias, sino en lo que siempre piensa, en sus intereses propagandísticos.

Sufrí a PP Manolo cuando estuve en Televisión Canaria. El servicial Larry era el consejero del ente público que más llamaba a los directores o responsables de informativos. Sus amenazas eran constantes. Con Larry o sin Larry la vida sigue igual. Cuando se archivó el caso salmón PP Manolo exigió ser entrevistado en El Envite. Quería hablar de un caso que hasta entonces no existía, o que cuando salía sólo se ponía su versión. La cadena pública ya había cerrado a José Segura como invitado. “Me da igual, esta semana me toca a mi”. Y se cambió el formato y se anunció por primera vez a dos invitados políticos en el mismo programa. José Segura se inventó una disculpa y no acudió y PP Manolo se quedó el solito como estrella autoinvitada.

Así funciona este amigo de las cooperativas de periodistas. Cuando PP Manolo habla de cooperativa en realidad está pidiendo una televisión de cooperadores. Cooperadores necesarios que colaboren directamente con él en sus campañas de imagen. Me imagino una televisión programada por Soria. Tendríamos todos los días noches del gato, con sus invitados habituales. Así sería bello presenciar a Carlos Dávila hablando de los golfos sindicalistas, o a Mario Conde dando lecciones de economía (ya lo ha hecho en los programas informativos que dirige Cruz) y a PP Manolo contando cómo es una víctima de la prensa roja. También podría participar Alfredo Urdaci, ese abanderado de la libertad de expresión que PP Manolo invitó a Gran Canaria con dinero del cabildo para dar una charla a periodistas afines.

En la cooperativa televisiva soriana los fines de semana pondríamos las romerías, con PP Manolo cantando “De Belingo” pero, eso sí, con promter, con la letra de la canción en la cámara para que no haga el ridículo solemne que protagonizó en Lanzarote. Y como programa estrella podríamos aprovechar uno de los concursos que ya emitió la cadena canaria. “Quiero ser como PP?Manolo”. A estas alturas no sé si hace falta decir que el libro de estilo de los informativos de una cooperativa de televisión promovida por PP Manolo sería “Diario de 1945”, escrito por Joseph Goobels, ministro de propaganda de Hitler al que se atribuye la frase : “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.

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Juan García Luján