No parece que pueda ser lo más oportuno de su carrera política el viaje que este lunes giró a Marruecos el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, José Manuel Soria. Porque, según ha asegurado él, el Ayuntamiento y su partido, la visita se realiza en calidad de eso, de alcalde, y no de candidato del PP a la Presidencia de Canarias y mucho menos como presidente del PP canario. O sea, que el viaje lo pagan los ciudadanos de Las Palmas con sus impuestos. Aclarados estos extremos, nos debemos preguntar a continuación por qué se reúne Soria con el secretario general del partido del Istiqlal, el mismo que incluye a Canarias en su mapa del nuevo y gran Marruecos. O qué hace declarando en Rabat que “como candidato a la Presidencia del Gobierno (...) tengo muy claro que en la agenda política exterior de Canarias, Rabat será una de nuestras prioridades”. Y lo dijo inmediatamente después de cortar a los periodistas que le preguntaban sobre asuntos domésticos canarios: “En política se sabe que hay una regla no escrita y es que cuando uno está de visita oficial no se hacen comentarios sobre asuntos internos”. Vale Palacio.