Un helicóptero del Ejército, en el Nublo

A la hora de redactar este suelto ignorábamos, pobrecitos, si a lo largo de la mañana de este jueves ocurrió algo fuera de lo normal en los alrededores del Monumento Natural del Nublo, en las cumbres de Gran Canaria. No sabemos si la presencia allí de un helicóptero del Ejército del Aire respondía a alguna maniobra entrenamiento para la evacuación de rehenes en tan emblemático lugar, si hubo un caminante herido que trasladar de inmediato o si la esposa de algún general sufrió de repente un antojo irrefrenable consistente en tomarse unas fresas con nata entre el fraile y la rana. O, ya más sesudos, si en busca de alguna alternativa al teleférico se analiza desde el Ministerio de Defensa la viabilidad de excursiones aéreas. El caso cierto es que durante dos minutos un helicóptero estuvo posado este jueves, a eso de las 10.00, en el tablón del Nublo tras haberle dado una vuelta alrededor, en plan exploración previa del lugar de aterrizaje. La secuencia fotográfica que les ofrecemos duró unos nueve minutos y concluyó con el aparato desapareciendo rumbo al Este. Si fue un paseito de relax, a buscar otro lugar, que ese es casi sagrado, si no les importa.

A la hora de redactar este suelto ignorábamos, pobrecitos, si a lo largo de la mañana de este jueves ocurrió algo fuera de lo normal en los alrededores del Monumento Natural del Nublo, en las cumbres de Gran Canaria. No sabemos si la presencia allí de un helicóptero del Ejército del Aire respondía a alguna maniobra entrenamiento para la evacuación de rehenes en tan emblemático lugar, si hubo un caminante herido que trasladar de inmediato o si la esposa de algún general sufrió de repente un antojo irrefrenable consistente en tomarse unas fresas con nata entre el fraile y la rana. O, ya más sesudos, si en busca de alguna alternativa al teleférico se analiza desde el Ministerio de Defensa la viabilidad de excursiones aéreas. El caso cierto es que durante dos minutos un helicóptero estuvo posado este jueves, a eso de las 10.00, en el tablón del Nublo tras haberle dado una vuelta alrededor, en plan exploración previa del lugar de aterrizaje. La secuencia fotográfica que les ofrecemos duró unos nueve minutos y concluyó con el aparato desapareciendo rumbo al Este. Si fue un paseito de relax, a buscar otro lugar, que ese es casi sagrado, si no les importa.