Canarias sale a la calle contra las muertes en las fronteras: ''Paren la guerra contra las personas negras''

Natalia G. Vargas

Santa Cruz de Tenerife —

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''Paren la guerra contra las personas negras''. La población de Canarias ha salido este viernes a la calle para exigir el fin de las muertes en las fronteras. En lo que va de año, más de 211 personas han perdido la vida en la ruta migratoria hacia el Archipiélago. Esta cifra, sumada a la muerte de los 37 migrantes que trataron de cruzar la valla de Melilla, ha llevado a cientos de personas a concentrarse en las Islas contra las políticas racistas.

Mor ecucha desde un banco los lemas de la concentración. ''La ley de Extranjería mata gente cada día'', repite. El joven senegalés conoce a muchos vecinos que han muerto en la misma ruta que él tomó para llegar a Tenerife. Hace ya más de un año salió de su país en un cayuco. Pasó quince días a la deriva en el Atlántico, sin comida, sin gasolina y con el motor roto, hasta que Salvamento Marítimo lo rescató. ''Me fui así porque salir en avión es imposible. Cuesta mucho dinero y es muy difícil conseguir los documentos'', cuenta.

Al llegar a Tenerife estuvo alojado unas semanas en un hotel habilitado como recurso de acogida. Después pasó al campamento de Las Raíces, en La Laguna. ''Allí todo era complicado. Había mucha gente y hacía frío'', recuerda. Fue derivado a la Península con la ONG Accem y en Madrid pudo trabajar en la restauración. Ahora está esperando a que se resuelva su solicitud de asilo mientras piensa en cumplir el sueño que le acompaña desde pequeño: ser actor. Sin embargo, las dificultades para regularizar su situación le hace el camino aún más difícil.

''Dentro de pocas semanas se celebra una fiesta muy importante para los musulmanes, la Tabaski, pero para celebrarla hace falta un dinero que yo no he podido mandar'', dice el senegalés. ''Si volviera atrás no me subiría a otra patera. Cuando alguien me pregunta también le digo que es muy peligroso'', reconoce.

La activista saharaui Sukeina Ndiaye también estuvo presente en la concentración convocada en la Plaza Weyler de Santa Cruz de Tenerife. ''Los africanos estamos aquí porque el continente está siendo saqueado. Nuestros hijos necesitan salir para buscarse la vida. Es injusto que mueran a la entrada de Europa y que en Marruecos sean torturados'', subrayó Ndiaye.

En esta línea, Mor recuerda a algunos compañeros del campamento de Las Raíces, que se dedicaban a la pesca en Senegal. ''Han tenido que salir de su país porque el pescado senegalés se vende a otros países como China o España'', cuenta.

Es la segunda concentración que se ha hecho en el Archipiélago esta semana contra “la masacre de Melilla''. En la primera se exigió a España que reconociera los derechos humanos de las personas negras y derogara la conocida como Ley de Extranjería: ''Exigimos una reparación a tantos siglos de colonización. Memoria, justicia y reparación para nuestros hermanos''.

En relación a las muertes de Melilla, el manifiesto leído en ambas concentraciones pide que las familias puedan llegar al lugar donde se enterrarán los cuerpos. Según ha publicado elDiario.es, las autoridades marroquíes han ordenado la excavación de 21 fosas en una zona apartada del cementerio de Sidi Salem, en Nador. Allí se pretende enterrar sin identificación ni autopsia los cuerpos de las personas fallecidas en el último salto a la valla, de acuerdo con la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).

En otros puntos de España también han tenido lugar este viernes concentraciones bajo el lema ''Las vidas negras importan''. La más simbólica se ha celebrado en la ciudad autónoma de Melilla, donde también fueron convocados los supervivientes que lograron pasar la valla. También ha habido convocatorias en Madrid, Sevilla, Málaga, Santander, Valencia, A Coruña, Santiago de Compostela, Pontevedra, Vigo, Bilbao, Vitoria, Cuenca o Ceuta. En ellas se ha pedido una investigación independiente sobre lo ocurrido en la valla y que se indague también en las devoluciones en caliente que se produjeron en la ciudad en contra del derecho internacional.