El concejal de Asamblea Valsequillera (AV) Juan Carlos Hernández Atta es desde este martes el nuevo alcalde de Valsequillo (Gran Canaria) tras aprobarse la moción de censura promovida por toda la oposición, que ha expulsado del cargo a su primo, Francisco Atta (ASBA), tras 14 años de gobierno.
La moción ha prosperado con los siete votos de la oposición, formada por PSOE, Plataforma Vecinal Por Valsequillo Tajinaste, Asamblea Valsequillera (AV) y la concejala no adscrita Lucía Melián, en un pleno extraordinario celebrado en la sede del Consistorio.
El nuevo regidor municipal ha declarado a los periodistas que este “es un día de ilusión y de esperanza” y que, aunque ahora “toca celebrar”, ya a partir de ahora “se pondrán a trabajar porque el tiempo es poco y los retos son muchísimos”.
Para Hernández Atta, “el pueblo se lo merece y con este equipo las cosas van a salir bien”.
El alcalde entrante cree que vienen tiempos de “trabajo, con un programa consensuado por todos los partidos que componen este grupo de gobierno y ajustado para este año y medio”, con el objetivo de “implantar un modelo de gestión profesional para que se puedan ver los resultados a corto plazo y en el margen de tiempo que tienen”.
Ha confesado que “las cosas están muy difíciles porque tienen seis millones de euros en inversiones que están en el plazo límite para devolverse”, si bien ha afirmado que “lucharán cada euro en el Cabildo, en Madrid y en Bruselas, si así hace falta, para recuperarlos o sostener buena parte de esas inversiones que el pueblo necesita y merece”.
También ha agradecido el tono en el que se ha desarrollado el pleno, lo que, a su juicio, demuestra de que “este pueblo puede pensar distinto” y que “ante todo, los miembros de este pleno son personas educadas y respetuosas”.
“Creo que hoy nos tenemos que felicitar todos los representantes de este pleno porque, una vez más, hemos sido ejemplares todas y todos los partidos políticos”, ha aseverado.
Los grupos que defendían este giro en el Consistorio alegaban en su moción de censura que “el momento actual exige un cambio de rumbo firme que devuelva a Valsequillo la ilusión, la esperanza y la seguridad de contar con un gobierno sensible, eficiente y comprometido con el interés general”.
Entre los argumentos invocados por el grupo de gobierno entrante destacan los más de dos millones de euros en inversiones devueltos, la deuda a proveedores, así como cuestiones como el déficit de limpieza que perciben en el pueblo, la situación de la piscina, que “lleva años olvidada”, o su reproche a Francisco Atta de haber llevado “a la extenuación económica a los clubes deportivos por el impago de las subvenciones comprometidas”.
El alcalde saliente, Francisco Atta, ha asegurado que afronta el fin de su etapa al frente del Consistorio “con serenidad, con la misma honestidad con la que he intentado servir a Valsequillo desde el primer día”, pero también “desde el respeto institucional y la responsabilidad hacia nuestros vecinos”.
Ha afirmado que ha gobernado con “respeto, esfuerzo y la convicción de que la política municipal no es un campo de batalla, sino un espacio para construir juntos”.
Sin embargo, a su juicio, la moción de censura que lo depone del cargo es ejemplo “del más puro revanchismo y ansia de poder” porque “lo que hace es quitarle la voluntad al pueblo”.
Para Atta, esta moción “es un ejercicio de la máxima irresponsabilidad” promovido por “los grupos perdedores de las pasadas elecciones municipales y por una exconcejal de ASBA que la avala, que la firma y que traiciona, usando su acta para precisamente hacer lo contrario de lo que prometió”.
El regidor saliente sostiene que “en el camino hay muchísimos más aciertos que errores que avalan el trabajo desarrollado”. “A quienes hoy sienten tristeza o frustración, les pido confianza. Los cargos cambian, las convicciones no”, ha añadido.
Por su parte, la concejal no adscrita Lucía Melián que ha hecho prosperar la moción ha destacado en su intervención que no es “marioneta de nadie” y que “Valsequillo necesita un cambio”, porque aunque entró en el gobierno “con ilusión” esta “se apagó” cuando “el diálogo desapareció”.