El Cabildo de Tenerife ha decidido iniciar, 35 años después de apostar con fuerza (desde febrero de 1990) por una industria vinícola con aportación y control públicos, el proceso administrativo para abandonar su presencia accionarial en la sociedad anónima, aún de origen mixto, llamada Bodegas Insulares de Tenerife (BITSA, constituida en agosto de 1992), que es la industria enseña del desarrollo del vino de calidad, bajo denominación de origen protegida (DOP), en Tenerife y Canarias, a partir de 1992 y con la creación de la primera DOP en el archipiélago: la de la comarca Tacoronte-Acentejo.
BITSA fue pionera en las islas con ese objetivo y escala, aparte de convertirse en una de las firmas productoras de marcas vinícolas de referencia en el ámbito isleño, con Viña Norte o Brezal, entre otras tantas etiquetas o identificaciones. Hoy en día, comercializa referencias con la DOP Tacoronte-Acentejo y la DOP Islas Canarias, y gestiona la industria titularidad del Cabildo de Tenerife conocida como Bodega Insular de Tacoronte gracias a una concesión pública otorgada en julio de 2024.
Esa decisión política, el segundo susto que recibe la empresa en muy poco tiempo, se adoptó en la reunión del Consejo Insular de esta Corporación celebrada el miércoles 4 de junio pasado, con el apoyo de CC y PP, los partidos que hoy forman gobierno en el Cabildo y suman mayoría absoluta en el pleno, hecho que en principio garantiza la aprobación final. Ahora, tras someterse el expediente a otros trámites preceptivos, este deberá ser aprobado por el pleno del Cabildo, para lo que aún no se conoce fecha de convocatoria.
La nueva apuesta de CC y PP, con los populares al mando de las áreas de Agricultura e Industria, implica deshacerse de la participación pública del Cabildo de Tenerife en la citada empresa, por ahora mixta o público-privada. La Corporación insular tiene en propiedad el 45,66% del capital social de la sociedad anónima Bodegas Insulares de Tenerife, con 4.413 acciones suscritas, títulos que deberá vender o traspasar a nuevos titulares. La empresa BITSA apoya el trabajo de unos 300 vinicultores tinerfeños.
Tras conocerse la noticia, el principal partido de la oposición, el PSOE, ha sido muy duro y claro al trasladar su oposición a ese proceso administrativo. Los socialistas tinerfeños consideran, y así lo han trasladado a través de su portavoz del sector primario, Javier Parrilla, que “lo que ha hecho el Gobierno de Rosa Dávila tiene un claro origen ideológico” de marcado carácter “neoliberal”.
Parrilla reconoció y valoró los esfuerzos de los vitivinicultores y las bodegas locales de esa comarca norteña en particular para el desarrollo de tal actividad productiva en Tenerife. Además, destacó que las razones que ha puesto sobre la mesa el Gobierno del Cabildo para justificar el ahora abandono accionarial en la reseñada sociedad anónima no se ajustan a la realidad, sobre todo porque esa participación pública entonces se justificó para apoyar el cultivo de la uva de vinificación y la producción de vinos de calidad certificada en la comarca de Tacoronte-Acentejo ante la atomización de las explotaciones, la carencia de estructura empresarial, la débil formación y otras cuestiones… Todos son parámetros que en la actualidad “se deben seguir apoyando”, subrayó el consejero socialista, pues nada está del todo resuelto, vino a concluir.
Esa actividad agroindustrial ha crecido y se ha ido consolidando gracias al apoyo del Cabildo de Tenerife, cuya presencia ha sido clave para generar estabilidad y fiabilidad empresarial, principalmente a los pequeños vinicultores, a las economías familiares, que serán las más desprotegidas con esa decisión política del Gobierno de la nacionalista Rosa Dávila, expuso Parrilla.
La misma fuente opta, a diferencia de CC y PP, por “redefinir la fórmula jurídica elegida por el Gobierno insular” estos días para así seguir ahondando en la gestión de esa industria con el Cabildo como garante, en la línea de frenar o contrarrestar el posible desamparo de los agricultores más pequeños atendiendo a fines socioeconómicos muy claros.