Jesús Álvarez revela cómo Matías Prats se convirtió en su 'hermano adoptivo': “Su padre me dijo de ir a vivir con él”

Adrián Ruiz

Sonsoles Ónega recibió este miércoles al periodista Jesús Álvarez en el plató de su programa en Antena 3. Durante su entrevista en Y ahora Sonsoles, el comunicador relató cómo se convirtió en hermano del presentador Matías Prats Luque después de que el padre de este, el mítico Matías Prats Cañete, se hiciera con su tutela y la de su hermana Bárbara tras la temprana muerte de sus progenitores.

“En aquellos momentos que te sientes desatendido, que te sientes huérfano, nunca mejor dicho, pues encontré a una persona que sabía que se iba a ocupar de mi, que me iba a respaldar y que iba a estar ahí siempre que lo necesitase”, empezó explicando Álvarez, añadiendo que Matías Prats (abuelo) le llegó a ofrecer mudarse a su casa.

“Cuando murió mi madre me acuerdo que vino a casa y me dijo: 'Te vas a venir a vivir conmigo'. Lo que pasa es que yo ya tenía hecha la vida allí en casa. Yo estaba con mi tía, que justo vivía justo en el piso debajo del nuestro y le dije: 'Matías, te lo agradezco mucho, pero yo prefiero estar aquí, que es donde tengo mi ambiente y mi vida'. Pero se lo agradecí mucho”, recordó el invitado.

Según Jesús Álvarez, esa “estrecha relación” hizo que se acabara convirtiendo casi en un hermano para Matías Prats, actual presentador de Antena 3 Noticias con el que llegó incluso a trabajar en un espacio radiofónico en el que los dos periodistas entrevistaban a hijos de famosos “para ver si se cumplía aquello de 'de tal palo, tal astilla'”. “Ahora tengo relación con el nieto también, con el hijo de Matías. He coincido en algunas presentaciones y la verdad es que lo hace muy bien”, acabó opinando sobre el periodista deportivo de Telecinco.

Jesús Álvarez y su pesadilla con ETA

Además, Jesús Álvarez también charló con Sonsoles Ónega sobre otro de los capítulos más tristes de su vida: el secuestro de su suego Emiliano Revilla por la banda terrorista ETA. Tal y como relató el periodista, estuvieron 8 meses sin tener noticias suyas, un tiempo que él cuenta en noches. “Son 249 días, pero sobre todo 249 noches”, relató emocionado.

“Mi mujer Marga y yo nos quedábamos todas las noches despiertos esperando noticias, nos mantuvimos las 249 noches despiertos, esperando la noticia y sin perder la fe”, recordó, aludiendo al día en el que finalmente quedó en libertad. “Su primera frase fue: No sabéis cuánto os quiero”, reprodujo, afirmando que, acto seguido, le dio “el abrazo más intenso que he dado en mi vida”.

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